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ECONOMÍA - LUNES, 28 DE AGOSTO DE 2006


Venta ambulante en VÍA DE CEUTA. E.P.

comercio / venta callejera
 

La barriada de Hadú pide el fin
de la venta ambulante ilegal

La Policía Local tiene activo un exitoso operativo en El Tarajal y los comerciantes de San José piden protección ante esta ‘invasión’
 

CEUTA
Verónica Fernández
veronicafernandez@elpueblodeceuta.com

La venta ambulante en Ceuta es un problema tan viejo como el mundo. Diariamente, sobre todo en verano, vemos en las calles de la ciudad numerosos puestos ilegales de venta de todo tipo de productos, principalmente comida, que ofrecen unos precios más económicos que los de los mercados pero que también tienen una dudosa calidad higiénico-sanitaria.

Zonas como Hadú o las naves del Tarajal concentran a un gran número de vendedores ambulantes, la mayoría marroquíes, que ofrecen frutas, verduras, pescado, ropa, complementos y cd’s piratas a los transeúntes a unos precios muy tentadores. La lucha contra este fenómeno es el principal caballo de batalla de la Policía Local que, según ha explicado la portavoz del Gobierno, Yolanda Bel, contribuye con su trabajo “a construir una ciudad más sostenible” con la calidad, la especialización y la proximidad como pilares básicos de su servicio.

Según un informe elaborado por la Consejería de Gobernación, en los últimos meses se ha producido un importante aumento en cuanto a las intervenciones de mercancía destinada a la venta ambulante, sobre todo en las proximidades de las naves del Tarajal.

Operativo policial

En la actualidad, la Subdirección General de Policía Local planifica dos operativos policiales distintos además de los servicios ordinarios en el resto de la ciudad. El primero de ellos se refiere a la regulación y control del tráfico en las vías de acceso al puente comercial del Biutz donde, de lunes a jueves, se concentran miles de personas cargadas con mercancía destinada a la venta en Marruecos.

En este lugar, colaboran con los agentes de la Policía Nacional allí destinados y prestan asistencia humanitaria en caso de necesidad, intervienen la mercancía destinada a la venta ambulante ilegal y proporcionan ayuda en caso de robos en comercios, hurtos o reyertas en la zona.

El otro operativo, de seguridad y cobertura policial, lo realizan los agentes destinados en el cuerpo especial de la UIR que realizan controles estáticos y dinámicos tanto de vehículos como de personas garantizando así el cumplimiento de las distintas ordenanzas vigentes en la Ciudad Autónoma. Ellos suelen ocuparse, además, del transporte y traslado de la mercancía decomisada que, en los últimos meses ha supuesto el decomiso de 2.506 kilos de mercancía entre productos comestibles y ropa falsificada.

Además, el grupo de seguridad ciudadana ha intervenido en una decena de riñas y discusiones, en cinco reyertas en la mayoría de las cuales se registraron heridos y en varios accidentes de tráfico que tuvieron lugar en las inmediaciones del polígono.

En las 132 intervenciones realizadas por parte de la Policía Local, las colaboraciones con el cuerpo de bomberos fueron las más destacadas aunque también se realizaron servicios conjuntos con los voluntarios de Cruz Roja, con el Cuerpo Nacional de Policía y con personal dependiente de otras consejerías.

Si bien todas estas actuaciones han tenido un efecto positivo sobre la reducción de las ventas ilegales, son muchos los vecinos que alzan la voz reclamando más atención por parte del ejecutivo ceutí.

Barriada San José

Hamido Mohamed Selam, presidente de la barriada de San José, denuncia la situación que se vive en las inmediaciones del mercado de Hadú: “estas mujeres que vienen de Marruecos para vender fruta y verduras cortan todos los días la calle Romero de Córdoba porque se instalan en plena calzada con sus mercancías. La Policía Local suele dispersarlas pero en cuanto se marchan, ellas regresan a sus puestos”. Asegura que los comerciantes del mercado ya no saben cómo alzar la voz para que se les atienda ya que esta práctica ilegal perjudica sus negocios y critica el hecho de que el Gobierno de Vivas sólo se preocupe del centro urbano: “parece que la ciudad sólo existe de las Puertas del Campo para abajo y aquí los comerciantes también pagan sus impuestos y se ven perjudicados por estas vendedoras”.

Otra de las preocupaciones del presidente de esta barriada tiene que ver, precisamente, con el mercado que tiene varios locales vacíos y no se le conceden a nadie a pesar de haber gente interesada en alquilarlos.
 

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