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ACTUALIDAD - DOMINGO, 10 DE DICIEMBRE DE 2006


La madre de Dounia, Belén Tapia. E.P

entrevista / belén tapia
 

Belén Tapia: “Es paradójico que tenga que buscar los Derechos Humanos en Marruecos”

Ha sufrido diez años de litigios internacionales por el secuestro de
Dounia, fruto de una relación con Abdelhilah
Chahidi Alaoui, de orígen marroquí
 

CEUTA
Rocío Maresco
rociomaresco@elpueblodeceuta.com

Belén Tapia visitó recientemente Ceuta con un equipo de periodistas que preparan un documental sobre el secuestro de su hija Dounia a manos de su padre, Abdelhilah Chahidi en 1997. Esta mujer ha sufrido durante diez años litigios judiciales en España, Marruecos y Finlandia. En estos momentos, el juez de Instrucción número tres de Zaragoza ha decido cerrar el caso alegando que el progenitor de la niña, su captor, está en paradero desconocido y por lo tanto, no puede ser juzgado.

Más allá de tirar la madre Dounia ha dirigido el caso al Tribunal de Derechos Humanos e incluso se ha entrevistado con el embajador de Marruecos en España, Omar Azziman para solicitar una entrevista con su Majestad Mohamed VI.

Dounia Chahidi Tapia fue secuestrada el 20 de abril de 1997 cuando tenía dos años de edad por su padre, Abdelhilah Chahidi, quien aprovechó un régimen de visitas para sustraer a la niña con la ayudad de sus dos hermanos. Este marroquí pidió a Belén Tapia para la entrega de su hija un documento judicial que permitiera que su hermano no fuera juzgado y pudiese volver libremente a España.

El Ministerio Fiscal ejerce de oficio y estos requerimientos eran imposibles. Posteriormente, citaron a la madre de Dounia en Casablanca para que pagara un rescate de 10 millones de euros. La niña nunca apareció. Comenzó una lenta y difícil lucha para remover la compleja maquinaria burocrática de España, Marruecos y Finlandia, país donde se ocultan actualmente los secuestradores.

Indefensión diplomática y judicial


Belén Tapia ha agotado todas las vías internas en España. Una vez más se ve obligada a acudir al país de los secuestradores, como ya lo hiciera en su día en demanda justicia. “Es una paradoja que siendo española y mi hija también, tengamos que buscar justicia y defensa de los Derechos Humanos en Marruecos”, señala.

España no dictó las órdenes de detención internacional que hubieran posibilitado la extradición a España a uno de los secuestradores, que está en Finlandia para que testificara y, según Belén Tapia, no se hicieron gestiones diplomáticas en momentos clave como el intercambio que hubo en el primer intento de rescate. Fue un momento dramático, cuando la madre de Dounia decide acudir a Casablanca porque el hermano del secuestrador asegura que le entregarán a su hija y tras pagar una parte del rescate, éste no se hace efectivo y es agredida por los captores. Desde el Ministerio de Interior sólo advirtieron de que sería responsable de cualquier tipo de conflicto diplomático que ocasionara con Marruecos.

Tapia ha viajado durante años al país vecino para buscar una solución judicial al no encontrar respuesta en el sistema español. En todo momento fue sola a las entrevistas, ella las solicitaba, para buscar abogado tuvo que ser acompañada por una persona marroquí porque no entendía el idioma. La embajada no puso a su disposición a ningún traductor hasta que el caso no se filtró a los medios de comunicación. Fueron casi ocho años de vagando prácticamente sola por todo el país. “Toda la ayuda la he recibido siempre de Marruecos, la vía judicial y los altos cargos siempre han estado muy disponibles. El juez español, por poner ejemplo, me costó seis años que me recibiera y cuando me recibió ni siquiera escuché una palabra de sus labios”, sentencia.

La madre de Dounia sí recibió en cambio una carta de pésame por la muerte de su hija por parte de la Casa Real Española, en la que no se aclaraban los motivos de la defunción. Belén Tapia solicitó información sobre este hecho y todavía no ha recibido respuesta. “Lo inexplicable y lo trágico de este asunto fue que desde el principio ya tuve que litigar con el país de los secuestradores y fui mejor acogida que en nuestro propio país. Se dieron unas órdenes de detención que no se han dado nunca en España. Y no sólo eso, es que en España casi diez años después el delito está sin calificar”, explica. Existen unas grabaciones sobre las las conversaciones con los secuestradores que realizaron los agentes de la Guardia Civil y que fueron traducidas para el juez de Instrucción de Zaragoza hace escasos meses. “Están sepultadas en el sumario de instrucción sin ni siquiera escucharlas. En estas cintas me amenazan, amenazan de muerte a la niña y me piden dinero por el rescate de la pequeña. Llegaron incluso a afirmar que la niña estaba en mal estado y enferma para aumentar el sufrimiento”, insiste.

Últimos pasos


actualmente no se sigue ningún tipo de instrucción y por lo tanto no se va a hacer nada en España. “Hágaselo usted mismo, sería el lema del gobierno español” afirma la madre de Dounia que sido recibida en la residencia del embajador Omar Azziman, del que ha recibido “un impecable trato” desde hace años. Fue ministro de Justicia en Marruecos y posteriormente, presidente de la Comisión Consultiva de Derechos del Hombre en Marruecos. Conoce no sólo el tema de Douna sino que también ha seguido las actividades de la Asociación que fundó Belén Tapia porque en el camino ayudó a dos mujeres marroquíes que tenían problemas en España sobre este tema. “Me recibió estuvimos hablando, la petición concreta fue ver a su Majestad Mohamed VI para que nos ayude a la localización de los captores. Tengo la patria potestad de la niña, una sentencia marroquí de devolución inmediata por vía del convenio entre España y Marruecos en el año 1997. En todo momento se ha usado la ley de procedimiento penal marroquí, pero nos dicen que no estaba localizada y luego que estaba muerta”, recuerda la madre.

A pesar de los derechos legales que la amparan, Belén Tapia sólo piensa en localizar a su hija, después de tantos años está dispuesta a renunciar al castigo para sus secuestradores, -entre los que pueden haber cargos institucionales marroquíes- “si la niña está bien y en buen estado, no carece de lo necesario y se encuentra bien”. Así lo manifestó públicamente en una comparecencia realizada junto a Omar Azzimar en Madrid. “Mi gran sueño es que volviera a casa. Pero por si algún motivo no fuera así, lo que quiero es que la niña recupere su identidad porque estoy segura de que la han falseado, que no sabe cual es su nombre y que es española, me parece un derecho fundamental que una persona sepa quién es, sus orígenes, su nacionalidad y que su madre lleva diez buscandola sin descanso”.
 


Tapia llevó al Congreso una ley de protección de menores

La madre de Dounia fundó un mes después del secuestro de su hija la Asociación para la Recuperación de Niños Sacados de su País para luchar por los derechos de los menores secuestrados por sus progenitores. Belén Tapia se dio cuenta de que su caso no despertaba el interés de los responsables ministeriales por lo que decidió aglutinar todos los casos de secuestros interparentales en una organización. “Me asombró ver que no existía en España ninguna asociación de este tipo a pesar de que había muchos casos, según había detectado. España era el único país del mundo occidental que no tenía una asociación de defensa de los menores cuando también paradójicamente estaba en peor situación dado que en la reforma anterior del Código Penal habían despenalizado el delito de secuestro interparental, de manera que quien secuestraba a un niño el único delito que cometía era el de desobediencia judicial”, indicó.

Desde la asociación se puso en marcha una larga campaña para elevar al Congreso la Ley sobre protección de menores secuestrados con manifestaciones, programas de televisión y reuniones en Madrid. Finalmente en diciembre de 2004 fue aprobada en el Congreso. La experiencia de los 180 casos que ha tramitado la asociación ha dejado claro que la única herramienta efectiva para poder recuperar a un niño es la orden de detención internacional para el progenitor y las personas que les han ayudado. De hecho, Tapia opina que ha descendido el número de secuestros a raíz de esta penalización.
 

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