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POLÍTICA - MARTES 10 DE ENERO DE 2006


SUSANA DECLARÓ ANTE EL TRIBUNAL. REDUAN

TRIBUNALES / POLÍTICA
 

“Apoyé al GIL porque quería
respetar la voluntad popular”

Susana Bermúdez declaró en la Audiencia que se fue del PSOE porque la obligaron a firmar un pacto ‘anti natura’ para evitar la presidencia del GIL
 

“En este país cualquier partido que no sea el PP o el PSOE que ostente el poder en algún municipio o autonomía es un enemigo que hay que eliminar”. Con estas palabras explicaba durante la mañana de ayer el abogado defensor de Antonio Sampietro, Fernando Martínez, su parecer acerca del proceso que, horas después, dio comienzo en la sección sexta de la Audiencia Provincial de Cádiz con sede en Ceuta.

Tras una larga jornada de testimonios, prestaron declaración los tres acusados en el proceso: Antonio Sampietro, ex presidente de Ceuta por el grupo GIL; Susana Bermúdez, tránsfuga socialista que posibilitó la ruptura del tripartito y el ascenso del GIL al poder, y Francisco Cazalla, ex marido de la anterior.

Todos ellos respondieron a lo largo de la tarde a las preguntas de sus respectivos abogados defensores así como a las del Ministerio Fiscal con el único fin de determinar si se incurrió en un delito de cohecho para convencer a Susana Bermúdez de que abandonase las filas socialistas para dar al GIL el único voto que necesitaba para obtener la mayoría simple en la Asamblea de Ceuta tras las elecciones autonómicas de 1999.

Tanto Sampietro como Cazalla y Bermúdez han coincidido en el relato de los hechos y han negado la existencia de cualquier tipo de gratificación económica o política como pago a la decisión de la socialista de dejar de apoyar al tripartito y apoyar la moción de censura contra Jesús Fortes.

Susana Bermúdez asegura que la creación del tripartito fue “una orden que llegó desde Madrid” con el único objetivo de “evitar que el GIL alcanzase la presidencia de Ceuta”. En un primer momento, declaró, “acaté la decisión de mi partido y apoyé la formación de un pacto que yo consideré, en todo momento, anti natura”. Un extremo que ha sido corroborado por su actual ex marido, Francisco Cazalla, que ha relatado ante el jurado popular, que decidirá la inocencia o culpabilidad de los acusados, cómo su mujer se sentía “incómoda y maltratada a nivel emocional dentro del partido”.

Susana Bermúdez declaró que, se planteó la posibilidad de renunciar al escaño en lugar de abandonar el partido pero que se dio cuenta de que “abandonar el escaño no iba a cambiar nada porque seguiría gobernando el tripartito y yo creía que había que respetar la voluntad de los ceutíes en las urnas”. La tránsfuga ha señalado que no recibió ningún pago por esta decisión y que el apoyo al GIL se debió, exclusivamente, a que éste tenía en sus filas “a profesionales de reconocido prestigio que realmente tenían una voluntad de hacer proyectos interesantes y beneficiosos para Ceuta”.

Por su parte Antonio Sampietro negó que hubiese habido ningún contacto ni ofrecimiento previo y que ellos se limitaron a acoger en sus filas a Bermúdez. Una decisión, dijo, muy acertada ya que, cuando fue nombrada consejera de Cultura, “demostró que podía hacer una excelente gestión y trajo a numerosos artistas de prestigio” algo que “nunca más ha vuelto suceder en Ceuta”.
 


El jurado popular ha sido aislado para garantizar su imparcialidad

El juicio que se sigue estos días en la ciudad autónoma es el primer caso de transfuguismo que se evalúa en España con un jurado popular. Nueve personas (cinco mujeres y cuatro hombres) forman parte de un jurado que tiene como misión decidir si los acusados son culpables o no de los cargos que se les imputan. Por este motivo, permanecen recluidos y custodiados por la Policía hasta que finalice el juicio. Con esta medida se pretende garantizar su imparcialidad y evitar que puedan verse influidos por el entorno a la hora de emitir su veredicto. El Ministerio Fiscal ha solicitado una pena de dos años de prisión e inhabilitación especial para ejercer cargo público durante ocho años así como una multa de 300.000 euros para cada uno de los acusados. En los próximos días se conocerá la decisión del jurado: inocentes (6 votos a favor) o culpables (necesarios 7).
 

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