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OPINIÓN - VIERNES 20 DE ENERO DE 2006

 
OPINIÓN / PERSONAL Y TRANSFERIBLE

Premisas sobre el Pacto de Empleo

Por Domingo Ramos


La actualidad política se centra en nuestra ciudad en la renovación del Pacto de Empleo. Y dado el alto grado que dan las cifras de paro, por una parte, y las pocas posibilidades de creación de puestos de trabajo por la iniciativa privada, a pesar de los esfuerzos que se vienen realizando en este sentido desde la Asamblea de nuestra Ciudad, por otra, se hace necesaria la renovación de un nuevo Pacto que estabilice, siquiera sea, la situación de los trabajadores que venían prestando sus servicios como consecuencia de dicho acuerdo, aunque lo deseable debería ser el incremento de plantilla y con ello la subsiguiente reducción del índice de paro.

Por ello estimamos como primordial la necesidad de que se formulara un compromiso entre el Gobierno, Ciudad Autónoma y Agentes Sociales y Económicos que coadyuvaran a la creación de empleo, a la mejora de la capacidad empresarial y a la competitividad de los trabajadores, dentro de un marco estable y duradero que perdurara siquiera el tiempo suficiente para la básica formación profesional de los obreros que se contraten como consecuencia del Pacto. Las siguientes premisas, que se podrían encuadrar en mejoras de la “capacidad empresarial”, “formación profesional”, “prevención de riesgos laborales” y “competitividad”, creemos deberían presidir los acuerdos, aparte, claro está, de los salarios y demás beneficios sociales que son, con los diversos apartados que hemos relacionado, de obligatoria inclusión en el documento que se formule al efecto. Y aclaramos:

- Una “capacidad empresarial” como agente económico que en el caso que nos ocupa parta del mismo Gobierno (y aportación de la Ciudad Autónoma), concediendo estimables subvenciones que, si comparamos con las que se dan a sectores como el carbón, la industria naval o actividades agrarias, serían claramente insubstanciales.

- Una adecuada “formación profesional” no limitando al trabajador a faenas de peonaje exclusivamente, como, salvo raras excepciones principalmente en lo a que algunas tareas directivas se refiere, se viene realizando y facilitándole unos conocimientos, -posteriormente les serían de mucha utilidad para la consecución de un nuevo empleo-, que bien pudieran ser de jardinería, albañilería o pintura, principales especialidades relacionadas con las faenas para las que han venido siendo contratados actualmente.

- Un compromiso formal de desarrollo de acciones formativas y especial cuidado en la prevención y estricta aplicación de la “Ley de Prevención de Riegos Laborales”, concienciando al trabajador de la importancia de preservar su integridad física así como una adecuada política de Seguridad e Higiene en el Trabajo y, por último,

- Un serio convenio entre las partes que obligue a la competitividad, o sea, de normal “productividad” por los trabajadores que encuentren como contraprestación en el Pacto que nos ocupa una solución a sus demandas de empleo acompañadas de un salario justo, y nunca una situación de subsidio fácil o posibilidad de acceso, sin las debidas condiciones de preparación, mérito y capacidad, a un puesto de la Administración Estatal o Autonómica.
 

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