PortadaCorreoForoChatMultimediaServiciosBuscarCeuta



PORTADA DE HOY

Actualidad
Política
Sucesos
Economia
Sociedad
Cultura


Opinión
Archivo
Especiales  

 

 

ACTUALIDAD - MARTES 7 DE FEBRERO DE 2006


FRONTERA CON MARRUECOS. NICOL'S

INMIGRACIÓN / ACTUACIONES
 

El Plan de Repatriación de
Menores continúa paralizado

Miguel Fábrega, director general
del área, señala que desde noviembre
no hay noticias sobre el proyecto
 

Paralizado desde noviembre. Miguel Fábrega, director general de Menores, no tiene noticias sobre el Plan de Repatriación a Marruecos desde la última reunión mantenida en el seno del Consejo de Políticas de Inmigración, a la que acudió la secretaria de Estado en este ámbito, Consuelo Rumí. En el encuentro se señaló como prioritaria esta actuación, que comprendería la construcción de centros de acogida en Marruecos, así como la repatriación y reagrupación familiar de los menores sin acompañantes interceptados en territorio español . Miguel Fábrega recuerda que en la reunión “había unas expectativas fantásticas” sobre este asunto, pero que, al parecer, se han diluido sustancialmente.

Ceuta acoge actualmente a un centenar de menores en los centros habilitados para ello. Para su asistencia integral, así como para actuaciones relacionadas, la Ciudad Autónoma invierte cerca de 8,5 millones de euros anualmente, una cantidad “difícil de asumir”, según señala Fábrega. Desde su departamento se ha solicitado el incremento de las partidas que se otorgan desde la Administración central “aunque sea la subida del IPC; entendemos las dificultades que hay, pero hace necesaria una revisión de las inversiones”, indica el director general de Menores. “El Estado debería aportar algo más”, subraya Fábrega que no olvida que el problema no atañe sólo a España, sino también a Europa. La Unión Europea debe implicarse en la financiación de las actuaciones locales, entre otras razones, porque los servicios de la Ciudad Autónoma no atienden sólo a 75.000 personas -en referencia a todos los servicios locales: Sanidad, Educación, etcétera-, sino a un alto porcentaje de población flotante. “Asumimos un gasto muy importante en Ceuta”, explica Fábrega quien señala que en la atención a los menores no se utilizan prestaciones privadas: “las competencias asumidas son todas de carácter público”. Algunas comunidades autónomas han pensado en adoptar el modelo ceutí en este sentido, “porque han comprendido que lo privado da a veces muchos problemas”, explica el responsable local.

Marruecos, fundamental

Miguel Fábrega apunta al “papel fundamental de Marruecos” en el futuro Plan de Repatriación. El país, cuyos servicios sociales alcanzan niveles integrales, “necesita que se le eche una mano” desde España y desde la Unión Europea. “El mundo es ahora mucho más global”, constata Fábrega, “no sólo debe actuar España”. La construcción de dos centros de menores en el país vecino está también en el aire. Uno se ubicaría en Nador y el otro, en Benin Mallal y acogería a parte de los jóvenes tras la repatriación o antes. “Este parón no es bueno; Ceuta no cuenta ahora con niveles alarmantes, aunque sí algo preocupantes”, indica Fábrega. El problema cuantitativo lo tendría ahora la comunidad andaluza que soportaría cifras muy altas, como ocurría antes en la Ciudad Autónoma, cuyo Ejecutivo “ha apostado mucho por los menores, ha invertido en la creación de un buen servicio y ha valorado totalmente la situación”, subraya el responsable ceutí que es partidario de estudiar, en la medida de lo posible, los casos individuales de cada menor de cara a evitar situaciones que los perjudiquen si son devueltos a sus casas con sus familias. Pero la solución no es otra que impulsar el Plan de Repatriación para evitar “el desarraigo social” cuando los jóvenes se separan de sus núcleos de origen. Fábrega, en este punto, aboga por intervenir menos en las formas de actuación en Marruecos, es decir, si la entrega de menores ha de hacerse a la familia personalmente o a los servicios sociales competentes, ¿por qué no abrir la posibilidad de de dejar a los menores en manos de las autoridades, para que gestionen su vuelta a casa?. “Tenemos que confiar en un país que es soberano”, señala Miguel Fábrega que piensa que de este modo se agilizaría el proceso de repatriación. Un camino que de momento sigue cortado; los protagonistas, los menores.
 


Alrededor de una docena de menores deambula por las calles

A pesar de que la mayoría de los menores se encuentran acogidos en centro ceutíes, una docena de ellos deambula por las calles de la ciudad. “Esto no es una cárcel”, señala Miguel Fábrega, “no podemos retener a nadie”. Son jóvenes que no quieren quedarse en el centro y prefieren buscarse la vida de forma irregular pero por su cuenta. Por eso, el director general de Menores considera contraproducente que los ciudadanos den dinero a los chicos. De esta manera “sólo se consigue que no quieran volver al centro”, argumenta, además de explicar que en las instalaciones locales se les ofrece una atención integral: comida, higiene, educación, ropa e incluso “una paga si se portan bien”. La limosna sólo entorpecería la labor de la Administración local. El resto de los jóvenes conviven en diferentes puntos. El que más aglutina es La Esperanza, donde hay menores de nacionalidad marroquí solamente; el centro Mediterráneo, acogería a menores de doce años, con diversos orígenes: subsahariano y asiático; San Ildefonso, ubicado en la barriada del Príncipe, tiene algunos menores extranjeros de hasta seis años; en el Centro de Reforma (que actualmente está en proceso de ampliación, con obras por valor de 800.000 euros que dotarán a las instalaciones de 14 plazas más) el 80% de los residentes son extranjeros. También hay dos pisos tutelados.
 

Imprimir noticia 

Volver
 

 

Portada | Mapa del web | Redacción | Publicidad | Contacto