El juzgado de lo Contencioso-Administrativo nº1 de Ceuta ha
condenado a la Ciudad Autónoma a repetir la evaluación de un
joven que aprobó una oposición para el centro penitenciario
de menores ‘Punta Blanca’ y que, tras un mes de trabajo, fue
rechazado como empleado al considerársele no apto para el
puesto.
Los hechos se remontan al año 2004 cuando el demandante,
J.R.R, aprobó una oposición como monitor educativo convocada
por el Gobierno Autónomo. Se ofertaban 19 plazas y él quedó
entre los seleccionados. Según recogían las bases de la
convocatoria, una vez nombrados los opositores como
funcionarios en prácticas, “se incorporarán a la realización
del curso selectivo que tendrá una duración máxima de un mes
y que exigirá la superación por los aspirantes de las
pruebas que se determinen”.
Una vez transcurrido el mes de prueba, J.R.R. fue declarado
no apto y, por consiguiente, no obtuvo el puesto de monitor.
El demandante consideró que el informe que le entregó el
Tribunal Calificador no exponía los motivos por los que no
había sido aceptado por lo que decidió hacer uso de la vía
judicial.
J.R.R. asegura que, a pesar de no estar afiliado, se puso en
contacto con los sindicatos presentes en la ciudad y todos
ellos le aconsejaron que no se metiera en juicios “porque
llevaba las de perder”.
A pesar del pesimismo que le transmitieron, J.R.R. decidió
buscarse su propio abogado y luchar “por una plaza que yo
mismo gané”.
Fallo
El juez de la Prieta estimó que, con las pruebas y
declaraciones presentadas, no se había argumentado
suficientemente la decisión de declarar no apto al
demandante por lo que ha resuelto que se realice de nuevo la
evaluación.
Así pues, tanto la directora del centro como uno de los
controladores del servicio, están obligados ahora a revisar
sus notas de entonces y presentarle al juez una evaluación
más detallada en la que se expliquen claramente los motivos
por los que se consideró no apto a J.R.R.
Discriminación
El demandante considera que durante el periodo de prueba fue
discriminado con respecto a sus compañeros ya que “la
documentación relacionada con el centro me fue entregada
mucho más tarde que a los demás opositores”. Además,
explica, “fui el único de los 19 que fue desestimado por el
Tribunal Calificador y la persona que entró en mi lugar no
tiene el puesto de funcionario sino que figura como personal
laboral, es decir, que su vinculación con el centro se
realiza a través de un contrato”.
J.R.R. se muestra un tanto escéptico con respecto al
resultado de esta nueva evaluación ya que al tratarse de las
mismas personas que, en su momento, lo declararon no apto
“sigo dependiendo de ellos y nada me dice que vayan a
cambiar de opinión, si en aquel momento no me evaluaron con
la suficiente objetividad, no creo que con todo lo que ha
pasado vayan a cambiar las cosas”.
|