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No parece mala idea la de que el
presidente se muestre como lo ha hecho ante los diferentes
medios de comunicación y dispuesto a contestar todo tipo de
preguntas en un encuentro con los medios que, al parecer, va
a ser institucionalizado una vez al mes. Ha sido una
respuesta positiva, la de Juan Vivas, ante la insistencia de
diversos medios, sobre la posibilidad de por espacio de unos
sesenta minutos someterse casi a un interrogatorio basado en
todo tipo de circunstancias que rodean la evolución de la
acción del Gobierno de la Ciudad Autónoma.
De un modo distendido, cara a cara y frente a doce
periodistas, el jefe del Ejecutivo ceutí se ha prestado a
dar cuenta pública de cuantos asuntos han sido considerados
como de mayor relevancia en las últimas semanas. Una apuesta
positiva que da juego, mucho juego, y que logra de un modo
eficaz casi la interactividad del presidente del Gobierno de
Ceuta con los ciudadanos a través del servicio público que
representan los medios de comunicación.
Por otro lado, la jornada de ayer resultó esperanzadora
porque fue el refrendo del aterrizaje en Ceuta de, nada
menos que del primer grupo de distribución de España. El
Grupo Eroski, ampliamente establecido a lo largo y ancho de
nuestra geografía, ha convocado a los representantes de la
sociedad civil ceutí para explicar quiénes son y cuáles son
sus pretensiones en la ciudad porque, como ellos dicen, ya
son también ceutíes.
Una empresa en la que más del 45 por ciento de sus
trabajadores son propietarios y en la que más de 500.000
personas son socias colaboradoras de su Fundación, habla muy
a las claras de cómo el Grupo Eroski forma parte del pueblo;
forma parte de sus gentes porque -es una realidad palpable
en su modelo de gestión- el Grupo Eroski mantiene el
espíritu de ser una definitiva ayuda a las economías
familiares y sus necesidades. Los ceutíes ya lo están
comprobando.
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OPINIÓN / EDITORIAL
