OPINIÓN - MIÉRCOLES, 26 DE JULIO DE 2006

Unión algo extraña

Por Juan Carlos Trujillo Muñoz
 

Los ceutíes hemos conocido en los últimos años las diferentes opiniones que miembros relevantes de Izquierda Unida han vertido, en diferentes foros, sobre nuestra españolidad obviando nuestra historia y la Constitución Española. Artículos de opinión, declaraciones y manifiestos, todos ellos, señalando la intención de crear una cédula de reflexión, entre los gobiernos de España y Marruecos, al objeto de crear un calendario para la entrega de las dos ciudades autónomas.

Aunque, quizás esta formación política se ha replanteado su posición como consecuencia de sus relaciones con las formaciones localistas UDC y FC. Las reuniones celebradas así como, las visitas realizadas a las dos ciudades autónomas han podido dar un giro absoluto en su política y, posiblemente, a partir de estos contactos esta formación defienda los intereses de Ceuta y Melilla en el Congreso, en el Senado y en todos los foros políticos donde tienen presencia.

No obstante, la realidad podría ser diferente y esta coalición suponga un paso más en las teorías iniciales de IU. Defensa de todas aquellas iniciativas propuestas por los lideres de estas formaciones integradas exclusivamente por personas de una única religión. Propuestas conocidas y marcadas por una pronunciada tendencia discriminatoria ya que, excluyen al resto de la población ceutí.

Sin embargo, deberiamos esperar, por el bien de todos los ceutíes, que esta predisposición evolucione e integren en su argumentario cuestiones alejadas de inclinaciones religiosas centrándose en la problemática de nuestra ciudad, globalmente. Ello conllevaría que las iniciativas planteadas a la tercera fuerza política del país beneficie a Ceuta en su totalidad, sin exclusiones. Deberían alejarse de las peticiones plenarias relacionadas con determinados barrios, siempre los mismos, del acceso a la función pública y en particular, a la Policía Local de un determinado credo religioso, etc.

En definitiva, deseo sinceramente que las expectativas creadas tras la visita de Gaspar Llamazes fructifiquen y signifiquen un cambio sustancial en la defensa de nuestra ciudad desde IU así mismo, también deseo que la segunda fuerza política, por números de escaños, UDC reinicie su andadura política tras el verano defendiendo los intereses de todos los ceutíes, sin exclusión de credos religiosos al igual que otras formaciones políticas.