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DEPORTES - LUNES, 5 DE JUNIO DE 2006


momento de la clausura. nicol's.

ix juegos DEPORTIVOS del estrecho / clausura
 

Ceuta entrega el testigo

El presidente de la Ciudad Autónoma,
Juan Jesús Vivas, despidió esta novena edición del evento que calificó de
“homenaje al Estrecho y a la juventud”
con un agradecimiento generalizado a todos aquellos que lo han hecho posible
 

CEUTA
Redacción
deportes
@elpueblodeceuta.com

Nada más y nada menos que nueve años los transcurridos desde aquella tarde del 22 de mayo de 1998, en la que por vez primera se encendía la llama de un evento deportivo en el que la ciudad de Algeciras asumía la tarea de convertirse en su primer anfitrión. Alrededor de seis centenares de jóvenes fueron en aquella ocasión los primeros en ver izar la bandera de los Juegos Deportivos del Estrecho y flanquear el recorrido de una antorcha que curiosamente seis años atrás recorrió la Ciudad Condal, con motivo de la Olimpiada de Barcelona ‘92. Nueve años después, más del doble de deportistas -concretamente 1247- se congregaron sobre el césped del estadio Alfonso Murube para despedir esta última edición, por medio de una ceremonia en la que una ‘traca final’ de fuegos artificiales se encaramó al cielo de la ‘perla del Mediterráneo’ para despedir hasta el próximo año al grueso de participantes procedentes de las localidades de: Tarifa, Los Barrios, Algeciras, San Martín del Tesorillo, San Roque, Tánger, Tetuán, Gibraltar y La Línea, sin olvidar a los jóvenes anfitriones de nuestra tierra.

Amistad, juego y respeto, tres objetivos cumplidos a lo largo de un intenso fin de semana en el que Ceuta ha tratado de aunar fuerzas para entregarse de lleno a la acogida que merecía esta novena edición, tendiendo, como se recalcó en la ceremonia de clausura, “un puente de amistad” de un extremo a otro del Estrecho gibraltareño.

Tras desfilar, esta vez por delegaciones, sobre la hierba del estadio municipal ceutí, los jóvenes deportistas dedicaron una calurosa ovación a voluntarios, entrenadores, familiares y delegados, sin los que su participación en la competición no hubiera sido posible. El encargado de cerrar el capítulo de agradecimientos fue el presidente de la Ciudad, Juan Vivas, quien tildando estos Juegos Deportivos de “homenaje al Estrecho y a la juventud”, un Estrecho que, prosiguió, “da carácter a las siete ciudades que lo rodean”. El presidente quiso recordar asimismo la colaboración prestada por la Comandancia General de Ceuta, en las tareas de alojamiento y manutención de la gran mayoría de desplazados hasta nuestras tierras, a los que deseó que hubiesen compartido “espacio y sentimientos”, al poder observar de primera mano que “en Ceuta no somos diferentes, somos todos iguales”. El presidente estuvo acompañado en el palco por la consejera de Educación, cultura y Deporte, Mabel Deu, quien incluso hizo acto de presencia en horario matinal en la explanada de La Marina, para ser testigo de primera mano del desenlace de las competiciones.

A continuación fue el turno del viceconsejero de Deportes y máximo responsable del Instituto Ceutí de Deportes, Víctor Íñiguez, quien hizo entrega de la bandera oficial de los Juegos al ministro gibraltareño, representante de la tierra que celebrará el décimo cumpleaños de este evento nacido bajo la consigna de hermanamiento deportivo. El próximo anfitrión no se quedó corto en elogios hacia la Ciudad Autónoma, donde afirmó, en nombre de su delegación, haberse sentido como en casa. “Ceuta quedará en el corazón de todos”, concluyó.

A las palabras del máximo representante de los encargados de acoger la nueva cita le sucedió el obligado apagado de un pebetero al que anteayer se encargaba de acercar la antorcha el waterpolista ceutí Guillermo Molina, quien dio un salto hasta su ciudad natal, a pesar de sus compromisos con la Selección Española. Una vez exterminada la llama de esta novena edición, un aluvión de globos inmaculados comenzaron su ascensión, simbolizando el vuelo de palomas de la paz, antes de que el conjunto de voluntarios, provistos de bengalas, dibujaran sobre la superficie del estadio el contorno de las siete ciudades fundadoras de esta iniciativa que, con el transcurso de los años logra engrosar progresivamente su lista de adeptos.

En definitiva, fusión de iluminación y colorido para poner punto y a parte a un acontecimiento que, como anunciaban los dos letreros luminosos que otorgaron una pincelada más de diversidad al ambiente, despedían por un lado los buenos momentos vividos en territorio ceutí durante las últimas tres jornadas y daban la bienvenida a los próximos Juegos Deportivos del Estrecho, los de Gibraltar 2007.
 

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