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OPINIÓN - MIÉRCOLES, 7 DE JUNIO DE 2006

 
OPINIÓN / COMUNICADO

Ante los graves incidentes de la barriada de San José

Por Federación Provincial de Asociaciones de Vecinos


La Federación Provincial de Asociaciones de Vecinos de Ceuta, ante los incidentes ocurridos el pasado día dos, entre miembros de la Policía Local y algunos ciudadanos, deseamos hacer una llamada a la cordura y replantearnos definitivamente el papel que cada uno debe jugar en la sociedad, reflexionando en la medida que a cada uno nos toca.

Entendemos que la Policía Local, como cada cuerpo de seguridad, tanto del Estado como de la Ciudad, atiende al mejor orden social y, con su Reglamento en la mano, actúa de modo profesional y generalmente de un modo eficaz y acertado.

No hace falta decir que en todos los ámbitos existen mejores o peores profesionales, que hacen grande o pequeño al estamento que representan, según su comportamiento; pero tampoco haría falta añadir que, a veces, no debemos preguntarnos qué hace el Estado por nosotros sino qué podemos hacer nosotros por el Estado.

Los Cuerpos de Seguridad y, en este caso, la UIR cumplen un cometido que se le ha asignado y los ciudadanos que no respetan su trabajo no representan a una generalidad, más bien se representan a sí mismos o a un interés particular.

Por otro lado, si algún miembro de la UIR se extralimita en sus funciones, sobre él debe recaer el peso del organismo, en la medida que marque su régimen interno, porque en este caso, tampoco representa a nadie, aún cuando lleve uniforme, porque precisamente se sirve de él.

En cualquier caso, cada uno debe cumplir con las más elementales normas sociales. No sirve que se vaya a una velocidad desmesurada por una vía principal y cuando es requerido por la fuerza pública, vociferar llamando la atención, con clara intención de enfrentar al resto de ciudadanos con la propia policía.

Las normas están para cumplirlas todos. El que a sabiendas de cometer una grave infracción, cuando es requerido, encima se enoja, incumple premeditadamente las normas. Por tanto, ni se respeta, ni respeta a los demás, a los que innecesariamente pone en peligro.

De ahí que, en definitiva, pidamos cordura. Al ciudadano, repsetando la labor policial, que cumple su cometido, trabbajando por el bien de los demás y, a los policías, no extralimitar sus funciones, porque pueden provocar situaciones no deseadas.
 

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