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OPINIÓN - JUEVES, 8 DE JUNIO DE 2006

 

OPINIÓN / EL OASIS

Momentos difíciles
 


Manolo De la Torre
manolodelatorre@elpueblodeceuta.com
 

No hace falta ser muy inteligente para darse cuenta de que estamos viviendo unos momentos muy difíciles porque los políticos han decidido dividir a España en los dos bandos que siempre terminaron con las armas en las manos y cometiendo canalladas que sólo el animal racional suele deleitarse en ellas. Tengo la impresión, dado lo que vengo oyendo y leyendo, de que a los políticos no les mueve más que el deseo de mandar y, con tal de llegar al Poder, estiman que todos los caminos son buenos.

De no ser así, ¿cómo es posible que Ángel Acebes haya podido decir que el proyecto del Gobierno es el de ETA? O bien las palabras de ese senador del PNV, de cuyo nombre no debo ni quiero acordarme, con las que nos recordaba que “quienes no son nacionalistas ni quieren a los suyos ni tienen derecho a vivir”.

Con estas declaraciones, entre otras muchas que pululan, en estos momentos, España se ha convertido en un país donde hay ya personas que viven preocupadas por algo tan esencial como es levantarse una mañana y encontrarse con el tío del tambor redoblando consignas para que sus enemigos sean paseados por la orilla del mar de las tinieblas.

Los políticos están jugando con fuego, estimulados por su egoísmo y azuzados por quienes defienden a capa y espada intereses de editoriales, aunque en el empeño haya que poner a los españoles en ese trance de odios desenfrenados que conducen irremisiblemente hacia la perdición. No escarmentamos.

El riesgo que están corriendo socialistas y populares, con sus enfrentamientos cainitas, es de una magnitud que obliga a no descartar que sea la situación propicia para que suceda cualquier atrocidad que desate las pasiones y dé rienda suelta a los peores instintos de los hombres.

No exagero. Por más que los tiempos que corren sean, afortunadamente, tan distintos a aquellos que aún añora alguien que se acuerda de lo benéfica que fue la dictadura y así lo ha expresado en el periódico que le dejan escribir. Lo cual demuestra las ventajas que nos ofrece la democracia.

Decía Pablo Sebastián, en su artículo del martes pasado, en la Estrella Digital, que la lucha feroz entre la izquierda y la derecha, y la de los nacionalistas y autonomistas, está pidiendo a gritos la aparición de un partido de centro, cual lo fue en su día la UCD. Y remataba su opinión más o menos así: “que lo que está ocurriendo es consecuencia de la posición conservadora del ultimo Gobierno de Aznar; del cataclismo político y electoral, causado por las masacre madrileña del 11-M; y, desde luego, por la aventura iniciada por el Gobierno de ZP, acompañado por un nacionalismo radical, para forzar la reforma de la Constitución y el modelo territorial del Estado. Y, sobre todo, por las conversaciones con ETA”.

Pues bien, a pesar de que ZP se haya metido en varias y complejas situaciones que le están costando un enorme desgaste político y personal, se echa de menos la presencia de un partido capaz de actuar con moderación pero con firmeza; con sentido de Estado pero sabiendo que las leyes las hacen los hombres y están para cambiarlas; y que el diálogo, que no la rendición ni la entrega, es el único camino que existe para evitar que unos terroristas sigan matando y causando el mismo dolor que embarga, y seguirá embargando, a los familiares de quienes fueron asesinados por los canallas norteños.

El PP, por sus prisas en volver a recuperar el Poder, cuanto antes, no está, actualmente, en las condiciones necesarias para hacer más llevaderas las acciones emprendidas por un ZP que, justo es reconocerlo, está demostrando que tiene más valor que el Guerra -me refiero al torero-. Porque loco, como apuntan algunos, no creo que esté.
 

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