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OPINIÓN - MIÉRCOLES, 21 DE JUNIO DE 2006

 

OPINIÓN / ESPAÑA CAÑÍ

¡España. España!
 


Nuria Van Den Berghe
nuriavandenberghe
@elpueblodeceuta.com
 

Se lo juro a ustedes que me emociono (yo juro por Dios, no prometo por mi honor y me gusta el juramento a mano alzada, sobre la Sagrada Biblia y ante un buen crucifijo y no es que dude de mi honor ni de honores ajenos, solo que, en mi escala de valores primero está Dios y luego (aluego que se diría en mi barriada) España y el honor me lo proporcionan los dos anteriores conceptos fundamentales, sin ellos no hay honor que valga) Reflexiones aparte le juro a ustedes que me emociono cuando juego la selección española.

Servidora de futbol no tiene repajolera idea, ni me interesa en lo más mínimo, es más, la ciberderecha republicana a la que, ideológicamente y espiritualmente pertenezco, es de las que opinan que es claramente injusto que un tiparraco, que puede ser semianalfabeto, se haga de oro y de diamantes pegándole puntapiés a un balón, cuando nuestros científicos tienen que emigrar a hospitales y universidades extranjeras para huir de la miseria y de las calamidades. No acepto la frivolidad y me importan un carajo los raúles, los torres y las señoras que les parieron, pero no me gusta la fortuna cuando reside en la habilidad con los pies, prefiero mil veces las habilidades intelectuales y el deporte rey no tiene nada en absoluto de intelectual y sus jugadores no me parecen salidos de las aulas de ninguna universidad ni de las entretelas del mundo de la alta empresa y las habilidades en los negocios.

Pero juega la selección nacional (por ahora) en la España de las naciones y de las realidades nacionales y todos aúllan enarbolando nuestra roja y gualda, entonces voy y me acuerdo de aquello que decía “España entera y solo una bandera” y no veo ondear senyeras, ni ikurriñas, ni ikuleches, sino la nuestra, la nacional, con escudo o con toro de Osborne, ese vetusto astado que pone de los nervios a los catalanes y a los vascos porque, es tan racial y tan genuino que les pasa con el toro como con la Legión, la Benemérita y la Udyco: les acojona en su nacionalismo nacional de nacionalidad histórica, realidad nacional o nación de naciones y denme dinero que necesito para subvenciones. Porque de eso se trata antes que nada: del manejo de los dineros, de los presupuestos y de los fondos.

¿A quien no le encantaría leer un interesante thriller sobre la época dorada de Jordi Pujol y las empresas de los hijos y familiares de los pujolistas? Pero eso es intocable, como intocables los manejos de dineros por parte del Gobierno Vasco. Solución hay: Que manden formar grupos especiales a los comisarios de Ceuta y de Melilla para tema de tráfico de influencias, corrupción, fraude y blanqueo, esos dos grandes profesionales, en solitario y a base de esfuerzo y de testiculina iban a aclararnos en verdad muchos conceptos y realidades subyacentes bajo las brumas dinerarias de los nacionalismos y las nacionalidades. Pero no les dejan. Son excesivamente válidos, excesivamente profesionales y excesivamente listos como para agradar a los listillos. No obstante voy a lo mío, a la selección cuando juega y los estadios se arrebolan en rojas y gualdas y la gente, el pueblo grita “¡España, España!” y eso es mucho más que fútbol, es más, bendito sea el fútbol y los futboleros con sus millones y sus frivolidades si, con saltar al césped hacen que, nuestra Patria aúlle un solo nombre y en un solo idioma, unidos por única vez en la época de las grandes deslealtades, de las enormes entregas, de la más dura disgregación (disculpen por lo de disgregación pero lo digo porque aún no me he apuntado a la reserva activa como es mi propósito, sueño y deseo) es más, puede que cuando me apunte a militar como anhelo, el que me reclute me advierta severamente “Usted: prohibido decir desintegración, desunión, ruptura o disgregación y prohibido aludir a Su Majestad como garante de la unidad de España o le metemos un paquete, la ponemos delante de un tribunal y al calabozo a chupar reja”.

No se, no se. ¿Podrán las reservistas enarbolar banderas cuando juegue la selección? ¿O tal vez lo políticamente correcto en la Nación de naciones es portar una bandera por nacionalidad más una última conformada por unas bragas de lunares en recuerdo de la copla? ¡Que pechá de trapos! Si Zetapé nos obliga, en base a la corrección política y para no herir sensibilidades a blandir junto a nuestra bandera (para mí la única) todas las de todas las naciones entonces los hinchas irían deslomáos con tanto palo y tanta leche. ¡Menos mandangas! Lo que tenemos que hacer es dejarnos de desuniones y unirnos para conquistar Portugal y aumentar España territorialmente y con diez millones más de feos y al que se ponga levantisco enviarle a esa maravilla ecológica inexplorada que son las Chafarinas ¡pasón de belleza y lugar telúrico y esotérico que te sana con pisar sus mágicas piedras!¿Que dicen ustedes con ese gesto perverso? ¿Qué el portugués es un idioma que, más que hablarse se chapurréa y que, en lugar de español gangoséan el portañol que es un crimen lingüístico? Bueno, pero esa gente tiene Fátima, los pastorcillos en la memoria, el Algarbe y son medio españoles desgajáos, así que echamos a andar y les conquistamos y así tenemos una nación más en la Nación de naciones y una bandera más que unir al batiburrillo y al Veinte Duros de las nacionalidades. El Zetapé parece mismamente chino, porque está convirtiendo España en un “Todo a cien” baratero.

Menos cuando juega la selección, once tíos que son capaces de unir las gargantas y ondear la roja y gualda todos a una. Unidos. Los españoles unidos gritando “¡España, España!” Coño ¿No me han dado ganas de llorar?.
 

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