El pasado fin de semana, un equipo de marchadores ceutíes
del Club de Montaña Anyera participaron en la travesía de
resistencia de la III Marcha de resistencia de los
Alcornocales, en Villa de los Barrios.
Tres fueron los integrantes de la delegación de la ciudad de
Ceuta, que participaron en la esta edición de la travesía de
resistencia del Parque natural de los Alcornocales en Los
Barrios, Cádiz. El pasado fin de semana, un equipo de
marchadores ceutíes del Club de Montaña Anyera participaron
en la travesía de resistencia de la III Marcha de
resistencia de los Alcornocales, en Villa de los Barrios.
Tres fueron los integrantes de la delegación de la ciudad de
Ceuta, que participaron en la esta edición de la travesía de
resistencia del Parque natural de los Alcornocales en Los
Barrios, Cádiz.
Cubrieron el recorrido previsto de 58 km que al final pasó a
ser de más de 64 kilómetros, empleando para ello un total
once horas y 33 minutos, en movimiento, y un tiempo de
descanso de tres horas.
Los marchadores Francisco Escobar, Rafael Jiménez y Alberto
Ferrero, se encontraron con un recorrido muy exigente
agravado por un terreno muy encharcado, por las abundantes
lluvias que durante la semana anterior se produjeron en el
área del estrecho.
Arroyos muy crecidos que no facilitaban su vadeo, teniendo
los participantes que desarrollar gran parte de la prueba
mojados, lo que agravó más aún sí cabe la dificultad inicial
de la actividad en la que la resistencia es lo que se
premia.
Prueba madrugadora
A las seis de la mañana se inició la prueba, que es valedera
para el Campeonato de Andalucía de Marchas senderistas de
resistencia y finalizando pasadas las ocho de la tarde. Los
participantes disfrutaron de los parajes por donde discurre
esta travesía, muchas consideradas como zonas de acceso
restringidos y que en esta ocasión se autorizan para que
pasen los más de 150 participantes, provenientes de toda
Andalucía y Ceuta.
Los parajes como la garganta del Raudal o el sendero de San
Carlos del Tiradero son de una gran belleza de la que
pudieron disfrutar los participantes. El Puerto de la
Dehesilla, el Río de la Miel, la senda de los prisioneros o
la Garganta del Capitán también hicieron las delicias de
estos aficionados a las pruebas de resistencia.
La larga jornada finalizó, pasadas las ocho de la tarde, con
la entrega de diplomas acreditativos de participación y una
cena de hermanamiento entre los senderistas, donde se
entregaron los trofeos a los clubes con mayor participación
y a los marchadores más veteranos, por cierto este galardón
se lo llevo un participante con 68 años de edad.
Cubrieron el recorrido previsto de 58 km que al final pasó a
ser de más de 64 kilómetros, empleando para ello un total
once horas y 33 minutos, en movimiento, y un tiempo de
descanso de tres horas.
Los marchadores Francisco Escobar, Rafael Jiménez y Alberto
Ferrero, se encontraron con un recorrido muy exigente
agravado por un terreno muy encharcado, por las abundantes
lluvias que durante la semana anterior se produjeron en el
área del estrecho.
Arroyos muy crecidos que no facilitaban su vadeo, teniendo
los participantes que desarrollar gran parte de la prueba
mojados, lo que agravó más aún sí cabe la dificultad inicial
de la actividad en la que la resistencia es lo que se
premia.
Prueba madrugadora
A las seis de la mañana se inició la prueba, que es valedera
para el Campeonato de Andalucía de Marchas senderistas de
resistencia y finalizando pasadas las ocho de la tarde. Los
participantes disfrutaron de los parajes por donde discurre
esta travesía, muchas consideradas como zonas de acceso
restringidos y que en esta ocasión se autorizan para que
pasen los más de 150 participantes, provenientes de toda
Andalucía y Ceuta.
Los parajes como la garganta del Raudal o el sendero de San
Carlos del Tiradero son de una gran belleza de la que
pudieron disfrutar los participantes. El Puerto de la
Dehesilla, el Río de la Miel, la senda de los prisioneros o
la Garganta del Capitán también hicieron las delicias de
estos aficionados a las pruebas de resistencia.
La larga jornada finalizó, pasadas las ocho de la tarde, con
la entrega de diplomas acreditativos de participación y una
cena de hermanamiento entre los senderistas, donde se
entregaron los trofeos a los clubes con mayor participación
y a los marchadores más veteranos, por cierto este galardón
se lo llevo un participante con 68 años de edad.
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