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OPINIÓN - DOMINGO, 7 DE MAYO DE 2006

 

OPINIÓN / EL OASIS

Bernd Schuster
 


Manolo De la Torre
manolodelatorre@elpueblodeceuta.com
 

La Liga está dando las boqueadas con un Barcelona metido en celebraciones y mirando ya hacia Saint Denis, y varios equipos pasando el Equinoccio porque el descenso lo llevan pegado en el equipamiento, como sambenito de las últimas semanas.

En esta ocasión, además del Málaga descendido, Cádiz y Betis están pasando las de Caín. De perecer ambos en el intento de salvarse, el fútbol andaluz se quedaría sin tres representantes en la máxima categoría. Duro varapalo para una tierra que está empezando a vivir su “realidad nacional”.

Pero esta Liga ha vuelto a evidenciar que el Madrid pasa por una crisis en muchos aspectos. Para mí es que ha perdido la identidad; la que le hizo ser considerado el mejor equipo del mundo. Y, desgraciadamente, se ha convertido en un calco de lo que era el Barcelona, más o menos antier, como quien dice.

En cambio, es la temporada en la cual el Sevilla, prescindiendo de la dureza innecesaria que exhibían algunos de sus jugadores, con Joaquín Caparrós, está consiguiendo logros impensables para un club que puede acabar a lo grande: siendo Campeón de la UEFA.

Del milagro del Villarreal ya hablamos en su día. Y qué decir de Osasuna; si bien todo lo bueno que cabría destacar del conjunto navarro, en los últimos tiempos, se ve empañado cuando sus futbolistas confunden garra y virilidad, con entradas capaces de asustar a un búfalo.

Extraordinaria también la campaña del Celta. Y, desde luego, está demostrado que el Deportivo de la Coruña necesita algo más que el revulsivo de un Caparrós que a veces se parece en el banquillo a Chiquito de la Calzada. Lo digo por sus gestos. Y lejos de mí la intención de mofarme de uno de los mejores entrenadores del fútbol español.

En lo tocante al Atlético de Madrid, mi diagnóstico ha venido siendo siempre el mismo desde hace ya bastantes temporadas: es un equipo grande de nombre pero con muchos jugadores incapaces de asumir el prestigio que supone lucir ese escudo.

No me sorprenden las camballadas que vienen dando el Athletic y la Real Sociedad. Lo que sí me ha extrañado es comprobar de qué manera Javier Clemente se ha quedado casi sin habla y ya no es aquél que pontificaba en la COPE. Se nota que está sufriendo de lo lindo y cuando terminan los partidos se queda exhausto y pensando que mejor se pasa jugando al golf.

El Español de Lotina tiene ahora el miedo pegado al trasero por haberle perdido la cara a la Liga mientras jugaba por Europa y batallaba en la Copa del Rey. Obtuvo premio y lo celebró olvidándose de que no estaba en condiciones de distraerse lo más mínimo. Y está ahora en igual situación de pánico que Alavés y Santander.

El Valencia de Quique Flores ha sido un equipo irregular. Pero el técnico que tan bien trabajó en el Getafe ha confirmado su cartel en una plaza difícil. A propósito: la temporada del Getafe es para rendirle homenaje a Bernd Schuster.

En principio, debo aclarar lo siguiente: después de su tormentosa salida del Levante, había que tener muchas agallas para fichar por un Getafe donde parecía imposible repetir la clasificación conseguida la temporada anterior. A partir de ahí, el alemán sólo merece elogios. Y hace, además, que me acuerde de una conversación que mantuve yo con Agustín: portero del Real Madrid, allá en los años 80 y siendo entrenador Toshack. Me dijo textualmente que era la mejor persona de la plantilla y la de más personalidad. De lo que me contó en relación con Butragueño y otros futbolistas, chitón.

Schuster, capaz de poner en su sitio al lucero del alba, en este caso a Luis Aragonés, ha hecho méritos para regresar al Bernabéu.
 

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