La Plataforma de afectados por el presunto fraude del Fórum
Filatélico y Afinsa comienza a caminar a paso firme. El
salón de actos de los sindicatos fue ayer, a lo largo de
cuatro horas, un frenético ir y venir de personas que,
aunque con el temple sereno, reconocían un sentir general:
gran incertidumbre. La expectación ante la dimensión de la
presunta estafa es el denominador común. Algunos dan todo
por perdido, otros optan por la prudencia hasta que
dispongan de más información. La mayoría de los socios
contemplaban su inversión como un proyecto fiable a largo
plazo. Los casos de expertos filatélicos eran los menos. La
constitución oficial de la plataforma busca resultados. Sino
se recupera el 100% del dinero, al menos esperan que el
presunto fraude “no quede en saco roto”, explica el portavoz
de la agrupación, Narciso Colmenar.
Plan de abono
Más de 300 personas se personaron ayer en la sede sindical.
Muchos de ellos tenían hasta cuatro cuentas. A pesar del
número de implicados con los que se ha empezado a trabajar,
“sabemos que hay muchos más, esto va claramente en aumento”,
apunta Colmenar. Tras la cancelación general de las cuentas,
llega la reflexión. “No me lancé a lo loco, el Fórum parecía
una sociedad creíble, no presentaba ninguna anomalía
aparente”, explicaba uno de los afectados. La mayoría de
socios apostaron por los planes de abono. La cantidad
inicial barajada oscila entre 1.000 hasta, en algunos casos,
60.000 euros. Diferencias inversoras sustanciales que se
observaban en las actitud con la que algunos socios acudían
a la plataforma. “Primero me agobié, -continúa- había
perdido 12.000 euros, pero lo peor es la culpabilidad moral
que siento porque convencí a mi madre para que invirtiese”.
“Tengo 2.247 euros menos”, dice otro socio del Fórum. Hace
dos años, se hizo otro plan de abono, pero lo rescató. “Sino
hubieran sido más de 10.000 euros”, añadió medio
esperanzado.
“Timado, me siento profundamente timado”, sentenció otro
afectado. Él es una de las personas que da “todo por
perdido”. Y ‘todo’ son 22.000 euros. A su juicio, los fondos
de garantías hubieran solucionado el problema. “Estamos
hablando de miles de euros. No entiendo como no se ha
regulado antes”, señalaba.
La incógnita ante el incierto futuro de sus inversiones
plantea numerosas hipótesis. “Cómo adelantar lo que va a
ocurrir; son los ahorros de muchos años de trabajo, ¿quién
sabe si se darán casos de depresiones o intentos de
suicidio?, apuntaba preocupado uno de los afectados. Una
mujer reconocía sentirse tranquila (1.000 euros anuales por
un lustro). “No puedo hacer nada más que creer en la fuerza”
de la plataforma. “Tiene que ser algo reciente, un cambio en
la directiva ha podido ser la causa. Sino, ¿en qué manos
estamos?, concluyó otro socio.
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