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SUCESOS - DOMINGO, 14 DE MAYO DE 2006


el forense luis frontela. nicol´s.

entrevista / luis frontela
 

“La repetición del análisis daría claridad sobre si disparó o no”

Frontela defiende que la prueba de la parafina, al estar contaminada, no puede ser determinante para enviar a A.M.A. a la cárcel “sin otras pruebas o testimonios”
 

CEUTA
Verónica Fernández
veronicafernandez@elpueblodeceuta.com

Profesional de reconocido prestigio que ha participado, como forense, en los juicios más relevantes del panorama nacional. Luchador de las pruebas y determinante en los casos más sonados de los últimos tiempos (el proceso de las ‘Niñas de Alcasser’ o el iniciado tras la intoxicación masiva con aceite de colza), Luis Frontela estuvo esta semana en la Ciudad Autónoma para alumbrar dar su opinión profesional acerca de la prueba de la parafina que se le practicó a uno de los acusados en el caso que se sigue por el asesinato del ‘Kimbi’. En el año 2000, la Policía le hizo a A.M.A. la prueba de la pólvora hallando restos de pólvora en sus manos. Este experto en medicina legal planteó ante el tribunal que las muestras tomadas no se hicieron de la forma adecuada y que, por lo tanto, el análisis de una prueba tan determinante como ésta estaba “contaminado” y no tiene “ningún valor para determinar la autoría del acusado”.

- ¿Por qué sostiene que las pruebas no fueron bien tomadas?

- Si usted toca algo que tiene plomo en la palma de la mano es plomo y, por lo tanto, si no se toman muestras de la palma de la mano no se puede saber si ese plomo es de contaminación o de un disparo. La toma de muestras fue una chapuza porque para tomarlas bien tiene que haber una garantía de que no hay falsos positivos ni falsos negativos y para que haya esa garantía, siempre, por lo menos hay que tomar de cada mano, tanto de la palma como del dorso y además una parte de piel que esté a distancia de la mano. Hay que ser muy serio porque muchas veces, de eso depende la libertad de una persona.

- ¿Eso quiere decir que ha habido irregularidades en otros casos?

- No. Yo no hablo de otros muchos casos, lo que digo es que en todas las muestras, sea la Policía o sea quien sea, deben ser muy conscientes de su responsabilidad. Yo no hablo de otros casos sino de que la norma correcta internacionalmente admitida es tomar muestras de la palma, del dorso y de un trozo de piel a distancia de las manos. Todo lo que no sea eso es una chapuza que puede inducir a error.

- Entonces, ¿el hecho de que la muestra esté mal tomada quiere decir que el acusado no fue el autor del disparo?

- No. No podemos decir si determinada persona es el asesino o no, ésa es una competencia de los jueces y los tribunales. Lo que yo hago es pronunciarme sobre si una prueba está bien o mal realizada. Sólo digo que hay que tener una gran prudencia si únicamente eso va a llevar a una persona a la cárcel. Aquí el problema es que, normalmente, los jueces tienen en sus manos muchos elementos de juicio, no sólo determinada prueba, sino otras cosas como los testimonios. Yo tengo fe en los jueces y creo que ellos juzgan en conciencia.

- En un caso como éste, con tantos acusados, peritos y testigos, existe una gran dificultad para discernir la verdad.

- Sí pero si estamos hablando de una prueba fundamental que es de por sí determinante, hay una cosa muy sencilla que no comprendo y es que nosotros solicitamos que, ya que había una duda científica que invalidaba esa prueba que se volviese a analizar porque es una técnica que no destruye la muestra y eso daría claridad respecto a si disparó o no. No puede ser que el simple hecho de tener plomo en la mano pueda llevar a alguien a la cárcel.

Para mi, el resultado también es incorrecto. ¿Cómo va a tener los mismos metales exactamente la mano de la persona a la que se le ha perforado con una bala que la persona que presuntamente ha disparado? Eso da mucho que pensar. La persona que ha disparado debe tener, fundamentalmente, los metales del fulminante, que es la parte de atrás de la munición, que son el bario y el antimonio. Por su parte, la persona que ha recibido el tiro tendrá los metales de la bala. Es extraordinariamente raro que el sospechoso y quien recibe el tiro tengan exactamente lo mismo. Eso hay que aclararlo.

La víctima había sangrado luego los resultados no pueden ser iguales. Me da igual que el aparato de análisis esté homologado pero ya se parte de un error enorme en la toma de las muestras que invalida todo lo demás. Al repetir el análisis se verá la diferencia que hay entre uno y otro y se verá, de verdad, si el sospechoso tiene o no elementos que pueden proceder del disparo. Pero eso es algo que los abogados y los jueces determinarán si es pertinente o no, yo como perito sólo puedo sugerirlo.

- En el crimen de ‘Las niñas de Alcasser’ sus teorías plantearon muchas discrepancias con otros especialistas. ¿Esto es algo que le suceda a menudo?

- Hay cosas que son de sentido común. Si a unos cadáveres les amputan las manos, la cabeza y todas las lesiones para que el perito que venga después no pueda ver nada; eso es canallesco, no es discrepancia.

Si a un cadáver hay que hacerle estudios para ver si hay esperma, de quién es, indagar pelos del homicida y lo primero que se hace es lavarle y todo desaparece, ¿eso qué es? ¿discrepancia? Es una chapuza.

Si en un levantamiento de cadáver de quienes están enterrados no se preocupan de coger un detector de metales y en el lugar indagar si existen balas, pues chapuza.

Entonces, claro, mientras no exista en España una adecuada especialización, habrá lagunas y si hubiese unos observadores internacionales muy cualificados, tendrían las mismas discrepancias que tengo yo.

Porqué no se exige que en medicina legal sea uno especialista, ¿por qué esa discriminación? Exija ser especialista igual que se le exige a un cirujano o a un cardiólogo, proporcione una buena formación, no se den títulos por complacencia o sin un respaldo de una formación sólo para estar colgados en el techo y luego háblese de garantías.

- ¿La mediatización de los casos perjudica la investigación?

- Normalmente, hay medios de comunicación que tienen unas líneas editoriales que escoran un poco determinadas informaciones.

Con el crimen de Alcasser quedé asombrado cuando medios informativos decían cosas que luego no estaban respaldadas por el cien por cien de la realidad de lo que se dijo en el juicio, por eso me quedó un mal sabor de boca.

No obstante, le digo, un medio de comunicación creo que dejaría de hacer sus funciones si no informase. Es bueno que informe y que la gente conozca. Lo que sucede es que los medios de información tienen muchísima influencia en varios aspectos como por ejemplo en los sucesos.

Por ejemplo, el suicidio. El conocimiento de las personas de la modalidad de suicidarse de otros puede inclinar a los indecisos y que se produzcan más suicidios.

Ahora, si es en cuanto a información de lo que en realidad sucede, pues claro, también hay una limitación importante: si los medios de comunicación van a dar pistas para que el asesino o el homicida se escape, pues ahí si que habría que tener una gran prudencia. En los demás casos, si los medios de comunicación son responsables, son profesionales e informan, mientras lo hagan con la verdad y la realidad yo no veo nada malo.

La sociedad tiene que estar informada. Es más, demasiado poco informada está la sociedad de la realidad de lo que está sucediendo en España ante muchos casos.

- ¿Qué opinión le merece la difusión de las imágenes especialmente violentas?

- Eso ya diría yo que por estética habría que tener prudencia para no herir la sensibilidad pero eso ya es una cosa muy personal del medio de comunicación.
 

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