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SUCESOS - SÁBADO, 20 DE MAYO DE 2006


el abogado marcos garcía montes.nicol's.

  audiencia provincial / CASO ‘KIMBI’
 

García Montes: “Acudir a Dios
para justificar un asesinato
es algo muy fuerte”

El letrado no entiende que algunos acusados
pongan a la religión como coartada
 

CEUTA
Verónica Fernández
veronicafernandez@elpueblodeceuta.com

Tras la exposición de las conclusiones finales del Ministerio Fiscal le llegó el turno a la acusación particular, representada por Marcos García Montes, quien, una vez más, quiso dejar claro que “no ha habido ningún contubernio judeomasónico como se ha querido hacer ver”. Se refiere así a la supuesta coordinación entre Policía Nacional, Delegación del Gobierno, testigo de cargo y familia de la víctima para inculpar a las catorce personas que se han sentado en el banquillo de los acusados de la Audiencia Provincial en las últimas semanas y que fue denunciada ante el tribunal por algunos de los acusados.

“No hay preparación de nada porque la declaración del testigo de cargo fue inmediatamente posterior a la comisión de los hechos”, señaló el letrado que, además, dijo que A.A.D. “pasó por encima de esta sala cuando vino a declarar porque cuanto más se le preguntaba más decía la verdad”.

Para el abogado madrileño está claro que la elección de la fecha no fue aleatoria y que todo respondió a un plan perfectamente previsto: “se buscó el día, las armas, los cartuchos, el lugar en El Príncipe y la celada de la chica para preparar el asesinato”. Precisamente respecto a la fecha señaló al tribunal que aquel no era el día 26 del Ramadán sino el 22 y que, por tanto, “esa historia de la comida especial es absolutamente mentira”, además, dijo no entender porqué se metía lo religioso de por medio: “acudir a Dios para justificar un asesinato es muy fuerte”.

La acusación particular tiene muy claro que todos los acusados mienten cuando niegan su participación en los hechos aunque reconoce su derecho a mentir para defenderse: “una cosa es que las personas tengan derecho a contar mentiras cuando se les impute un delito y otra cosa es que nos las creamos”.

Por cierto que respecto a las reiteradas insinuaciones efectuadas en la sala acerca de que el testigo de cargo se hubiera podido disparar a sí mismo el letrado aseguró que se reservaba el derecho a llevar a cabo acciones criminales “si se vuelve a decir que llevó al ‘Kimbi’ a la emboscada a propósito o si se vuelve a insinuar que se autolesionó porque, además, los peritos ya dejaron claro que es una posibilidad que no se sostiene científicamente”.

En cuanto a los dos acusados de ser inductores del crimen, García Montes tiene claro que la hora de las llamadas a Ceuta, justo después de que se produjera el tiroteo, constituyen “una prueba indiciaria irrefutable de que éstas se produjeron para ratificar la ejecución del asesinato”.

Pastelera

Con respecto a la principal coartada de A.A.M., la pastelera, la acusación particular indicó que mentía al tratar de culpar al propio García Montes de estar detrás de las supuestas amenazas: “cuando le pregunté porqué afirmaba eso me dijo que no lo sabía y que sólo lo suponía porque yo era el abogado de la familia”. Los motivos expuestos por ésta para justificar su marcha de la ciudad -las supuestas amenazas de Malika con respecto a su hija- son falsos según el letrado que asegura que la marcha a Granada se debe exclusivamente a que “la madre biológica de la niña la está buscando”.

Ésta sería sólo una de las personas que se han contradicho a lo largo de todo el juicio un hecho que, según la parte acusadora, “sigue la línea habitual: o les pagamos para que se retracten de lo dicho anteriormente o para que mientan en el plenario -aquellos que han aparecido seis años después y que nunca antes habían declarado- porque sabían que A.A.D. no se iba a echar atrás”. Sorprendentemente, uno de los testigos que hubieran sufrido esas presiones para cambiar su testimonio y “no contar todo lo que sabía” sería el ex cuñado de Malika.

Defensa

García Montes dijo no entender los motivos que habían llevado a la defensa a impugnar ahora la prueba de la reconstrucción de los hechos porque esta fue realizada en presencia de todos los letrados, el fiscal, la juez y los propios acusados entre grandes medidas de seguridad y “ninguno recurrió entonces esta prueba”.

En sus conclusiones también hizo referencia al silencio de algunos de los acusados ante las preguntas formuladas por la acusación particular y la Fiscalía y dijo que éste está interpretado por el Tribunal Supremo como una evidencia “de su culpabilidad” y no puede ser interpretada como prueba de “su no culpabilidad” ya que, por jurisprudencia, “el derecho a no declarar contra sí mismo debe verse como un indicio corroborador o periférico de la culpabilidad”. Por último, la decisión de la abogada de A.M.A. de solicitar una pena de seis meses o, alternativamente, de un año en caso de no tener en cuenta los atenuantes de drogadicción supone “la admisión de que su defendido participó”.
 


“Ceuta debe estarles muy agradecida”

Para García Montes todo esto es un cúmulo de “falsedades y de faltas a la verdad” por eso entiende que la postura de sus clientes es muy valiente y debe ser reconocida por todos: “antes de los hechos había asesinatos y tiroteos pero había maletines y aquí no pasaba nada”. Sin embargo, el letrado estima que la lucha de Malika Mohamed Sedik y A.A.D. porque se hiciera Justicia con el ‘Kimbi’ es la razón por la cual la ciudad “ha logrado alcanzar la paz en un 95%”.

“Ceuta debe estarles muy agradecida por no haber hecho caso a unas amenazas que serán debidamente denunciadas”.
 

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