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SUCESOS - MIÉRCOLES, 24 DE MAYO DE 2006


antonio navas. nicol's.

audiencia provincial / caso ‘kimbi’
 

“Se excluyeron los nombres de quienes no estaban en Ceuta”

Antonio Navas hizo referencia a una lista de
acusados que se habría ido modificando para
“sentar a los acusados”
 

CEUTA
Verónica Fernández
veronicafernandez@elpueblodeceuta.com

Para el letrado malagueño Antonio Navas Martínez, encargado de la defensa de A.A.M., S.A.A. y A.A.M., la tesis del fiscal carece de la fuerza suficiente para obtener el resultado propuesto en sus conclusiones (33 años de prisión para cada uno de ellos por su presunta participación como pistoleros en los hechos del 31 de diciembre de 1999) y el testimonio del testigo de cargo no puede tenerse muy en consideración porque a lo largo de sus 17 declaraciones (16 en el sumario y una en el acto del juicio) “ha ido cambiando vehículos, encapuchados y personas”. Partiendo de esta base el abogado expuso ayer sus conclusiones solicitando la libre absolución de sus defendidos.

En lo que se refiere a S.A.A., recordó que el nombre de éste no apareció en ninguna de sus formas en la primera declaración prestada en el hospital y que no fue hasta la tercera declaración del testigo, prestada el 1 de enero por la tarde, cuando “empieza el baile de nombres, vehículos y pistolas”.

Para Navas lo que está bien claro es que el testigo de cargo va incorporando o quitando los nombres de los acusados conforme se va enterando de que no estaban en Ceuta: “cuando se entera de que M.A.A. está en La Meca dice que lo ha confundido con N.A.M. (juzgado en Marruecos) y no es hasta la tercera declaración cuando dice que lo confunde con otro de los acusados”. “Luego -prosigue- el hecho de que confunda al ‘Pincho’ con el ‘Tarrina’ es absurdo porque ninguno estaba y ni siquiera se parecen”. Para concluir, el abogado hace notar que, casualmente, “las personas que fueron confundidas y descartadas son las que fehacientemente han demostrado que la noche de autos no estaban en Ceuta”.

En cuanto a los coches, varios letrados hicieron notar ayer a la sala que el testigo de cargo también varió su testimonio sobre la ubicación de los mismos diciendo primero que estaba en forma de Y luego de X y finalmente aparcados en paralelo.

Tampoco coincide el relato de A.A.D. con el de algunos testigos presenciales de los hechos que señalan que había dos o tres encapuchados.

Con respecto a la supuesta situación de rebeldía en la que estuvo S.A.A., el letrado señaló que no había “ninguna prueba documental o citación judicial o policial” hasta agosto de 2000, en que es detenido en su casa, y “entendemos que esa sombra de sospecha de rebeldía que se quiere poner sobre él no está justificada”.

Precisamente sobre este acusado, su representante legal dijo que el hecho de que los testigos que presentara como coartada fueran sus parientes no debía tenerse como algo extraño teniendo en cuenta que era una fiesta familiar y que si esos fueron los que estuvieron con él “no tenía por qué haber otros testigos”.

Accidente Regulares

El accidente que tuvo lugar ante el cuartel de Regulares entre un camión militar y un vehículo que se encontraba aparcado fue visto por los otros dos representados por esta defensa. Uno de ellos se quedó en el interior del local pero el otro salió a ayudar con el papeleo y fue reconocido por uno de los soldados cuando fue a declarar a sede judicial “sin saber aún que lo hacía por un asesinato”. Las dudas manifestadas con posterioridad por el soldado se deben, según Navas, no sólo a la presión de la situación a la que se enfrentaba (ya no se trataba de un mero accidente de tráfico) sino también a la presión ejercida por la jueza de instrucción para lograr un reconocimiento firme del sospechoso: “el soldado lo reconoce fotográficamente como la persona que le dio los datos del coche pero luego se pone muy nervioso aunque, en todo momento, dice que le suena su cara”.

En definitiva, el letrado representante de los tres acusados solicitó del tribunal su absolución por entender no sólo que no participaron en los hechos y que, por lo tanto, son inocentes sino que, además, así ha quedado acreditado con los testimonios presentados y que la declaración del testigo de cargo no puede tenerse como válida porque incurre en múltiples contradicciones, es resultado de un aprendizaje y porque ha quedado demostrado que se trata de “un delincuente capaza de liarse a tiros en la puerta de un local porque no le dejaron entrar”, hecho por el cual fue condenado en febrero de 2000 y que le hizo pasar seis años en prisión.
 

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