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ACTUALIDAD - MIÉRCOLES, 1 DE NOVIEMBRE DE 2006


mimebros del 061. nicol's.

frontera / PASO DE MERCANCÍAS
 

El caos en el paso del Biutz obliga
a la Policía a reforzar el operativo

Siete miembros del Cuerpo Nacional
de Policía trabajaron ayer con los agentes
de la UIP en el control de los porteadores
 

CEUTA
Verónica Fernández
veronicafernandez@elpueblodeceuta.com

La situación en el Biutz no es nueva. Cada día, entre las seis de la mañana y la una de la tarde, once agentes de la Unidad de Intervención Policial de Sevilla se encargan de controlar el paso de los porteadores que llevan mercancía a Marruecos. A pesar de no ser ninguna novedad y de que las críticas de los comerciantes e, incluso, de los propios agentes son constantes, nada parece haber cambiado en este año y medio que lleva abierto, desde luego no para bien.

El paso estaba pensado para el tránsito de 2.000 porteadores pero esta cifra ha ido creciendo en los últimos meses hasta situarse en los 8.000. Un dato que no es real si tenemos en cuenta que cada uno de ellos realiza, al menos, cuatro viajes cargando bultos que llegan a pesar hasta 70 kilos de modo que no estaríamos de 32.000 personas.

Para controlar a esta masa de gente, ansiosa por cruzar y que no suele respetar las colas establecidas (una para hombres y otra para mujeres), tan sólo hay once agentes destinados que, en días de mucha fortuna como el de ayer, se ven apoyados por otros siete compañeros de la Jefatura Superior de la Policía Nacional de Ceuta. Pero esto sucede en raras ocasiones por lo que los golpes y las discusiones con los porteadores se hacen inevitables para hacer frente a avalanchas incontroladas que sumergen a los agentes en auténticas mareas humanas ávidas de cruzar a Marruecos cargadas con todo tipo de bultos y sin importar a quién se lleven por delante en su avance.

Además de canalizar el paso de los marroquíes, los agentes tienen una tarea extra que realizar: controlar a las mujeres que cruzan ya que muchas lo hacen con sus hijos pequeños a cuestas. Ante la imposibilidad de dejar a sus hijos al cuidado de alguien, muchas optan por camuflarlos con cajas de cartón y cargar las mercancías con ellos a cuestas lo que pone en serio peligro la vida de los pequeños.

“Si no esto no era bastante, ahora tenemos que estar muy pendientes para retirar de la cola a las que llevan a los niños porque cualquier día se nos muere uno por aplastamiento”, explican algunos agentes.

La cifra de policías obviamente es insuficiente pero no parece que vayan a notarse cambios a pesar de que cada vez hay más porteadores.

Pasaportes

Sólo en los dos últimos meses se han expedido 2.000 nuevos pasaportes en Marruecos para permitir el paso de más tetuaníes que buscan así un sustento para sus familias. Tanto trabajo apenas les reporta 30 euros diarios y muchos aprovechan la confusión y la escasa presencia policial para robar parte de las mercancías que otros llevan a sus espaldas.

Mientras esto sucede, los comerciantes asisten impotentes a un espectáculo que califican de “tercermundista” y para el que siguen si aportarse soluciones ya que los camiones de transporte siguen sin poder circular con libertad por el polígono (uno de ellos quedó ayer atrapado entre la gente y tuvo que esperar más de dos horas para poder mover su vehículo en alguna dirección) y los clientes tampoco pueden acceder al interior de la mayoría de los establecimientos que se ubican en los aledaños de este paso fronterizo.

Esta situación, que para muchos comienza a tener tintes de crisis económica, se recrudece cuando se aproxima la hora del cierre. Policías marroquíes de incógnito cruzan para seleccionar a aquellos que, previo pago, van a poder transportar las últimas mercancías de la jornada, esto provoca aún más aglomeraciones y peleas por cruzar cuanto antes por lo que, en días realmente duros como el de ayer, la Policía se ve obligada a cerrar el paso minutos antes de la hora establecida “para evitar males mayores”.

Esto es lo que sucede en días ‘normales’. Jornadas como la de mañana, después de un festivo y teniendo en cuenta que no vuelven a transportar hasta el martes (ya que el lunes se celebra el aniversario de la Marcha Verde), serían merecedoras de un refuerzo policial realmente importante para evitar los problemas que, sin duda, se van a producir. Pero nada indica que esto vaya a ser así por lo que seguiremos presenciando esta increíble forma de realizar transacciones comerciales entre dos países fronterizos que avanzan hacia el final de la primera década del siglo XXI.
 

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