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La manifestación convocada por la
Federación Provincial de Vecinos -en favor de una reducción
de precios y la aplicación de convenio de intercambiabilidad
por parte de las navieras que operan en el Estrecho-, tendrá
lugar en dos días. La ciudadanía recorrerá la zona portuaria
bajo la consigna de la mejora de un servicio de interés
público vital para cualquier ceutí. Juan Vivas, presidente
de la Ciudad, ha apoyado públicamente el motivo de una
marcha que considera totalmente “justificada”. Es quizá la
primera muestra clara de que el hastío ante la coyuntura del
transporte de pasajeros invade a toda una ciudad. La
incógnita está en el seguimiento que tendrá la convocatoria
de la FPAV, que deja de lado cualquier fondo político y pide
a la ciudadanía que salga a la calle aunque llueva. Los
últimos intentos de concentración en Ceuta no han tenido
demasiado éxito a pesar de que, en ocasiones, el motivo
estaba más que justificado. Pero, en esta ocasión, parece
que la convocatoria ha tocado el punto débil de los ceutíes.
A la FPAV se han unido los sindicatos que piden toda la
participación posible. El último movimiento de las navieras
pasa por un convenio con la administración general del
Estado que reducirá a poco más de un euro el precio de los
pasajes para los militares. Y el resto se pregunta si no les
puede caer algo, teniendo en cuenta que el barco biblioteca
no te lleva a ningún lado de momento, aunque no se descartan
motines.
Sorprende que un colectivo ya profesionalizado como el de
los militares siga obteniendo el favor de las navieras en
contraposición a las legítimas solicitudes de toda la
ciudadanía ceutí que siguen sin entender que los
favoritismos les llegen sólo cuando comienza la OPE, siendo
ellos quienes dan sustento a las navieras durante el resto
del año.
No podemos prever las consecuencias de la movilización pero
sí advertir que los usuarios, unidos y organizados, tienen
más capacidad de acción de la que pueden imaginar. Y de eso
se trata, de imaginación...
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OPINIÓN / EDITORIAL
