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OPINIÓN - DOMINGO, 19 DE NOVIEMBRE DE 2006

 
ANÁLISIS

Apuntes de seis días

Por Manuel de la Torrre


13. LUNES

Me fue imposible ir al Murube para ver el partido entre la Asociación Deportiva Ceuta y el Portuense. Una lumbalgia tuvo la culpa de ello. Tampoco pude recordar viejos tiempos con algunos aficionados que arribaron a la ciudad para ver a su equipo. Paisanos que deseaban saludarme y comprobar si todavía el fútbol sigue siendo una de mis pasiones. Lo sentí de veras. Pero las molestias lumbares me quitaron esas ganas de alternar que uno necesita cuando ha de relacionarse con los demás. Acerca del partido, decir que ganó el equipo que menos lo necesitaba y perdió, como es ya costumbre, el conjunto que no acaba de saber a qué juega. De los doce partidos que se han celebrado, yo he visto nueve. Y mi impresión es que la plantilla está descompensada y los futbolistas actúan como si carecieran de misiones concretas. Es hora de que los directivos dejen de ver fantasmas donde sólo hay ganas de no engañar a los aficionados. Les conviene, además, hacer todo lo posible para que el Cerro Reyes, que lleva 29 goles en contra, salga derrotado. Pues otro resultado negativo, como ustedes comprenderán, podría catalogarse ya de hecatombe.

14. MARTES


José Luis Morales, consejero de la Presidencia, después de haberse visto sambenitado durante varios días, debido a unas declaraciones innecesarias contra Gonzalo Sanz, secretario de Movimientos Sociales del PSOE, de Ceuta, decidió que lo mejor era pedirle disculpas a éste. Me imagino, conociendo la forma de ser de JLM, que habrá pasado un mal trago. Pero hay situaciones en las cuales, si se ha metido la pata hasta el corvejón, lo mejor es revestirse de valor y dar la sensación de estar arrepentido de lo que se ha largado. Sobre todo si por culpa de su salida de tono todos los partidos políticos se han echado encima del presidente de la Ciudad. A partir de ahora, el consejero de la presidencia deberá medir bien sus palabras. Pues ha de saber que, por cualquier nimiedad contraproducente que salga de su boca, habrá revuelta general y volverán los opositores a pedir su cabeza.

15. MIÉRCOLES


Acabo de enterarme de que Manolo Coronado ha ingresado en el hospital por problemas respiratorios. Debido a la enfermedad que padece y que le tuvo, tiempo atrás, postrado en cama y pasando un calvario. Manolo Coronado es, desde que Juan Juan Vivas decidió reformar el Gobierno, consejero de Gobernación. Una consejería que no se distingue por proporcionarle tranquilidad a quien esté al frente de ella. Sino todo lo contrario. El consejero de Gobernación ha de ser persona dispuesta siempre para afrontar los problemas con gran entereza y, desde luego, es recomendable que esté sobrado de facultades en todos los sentidos. Por lo tanto, me parece que esa consejería no es la más adecuada para un consejero necesitado de tranquilidad. Un consejero que ha de evitar, seguramente, los sobresaltos. Por tal motivo, y sin querer ser más papista que el papa, bien haría Juan Vivas en ir pensando si no sería conveniente evitarle a Coronado que siga padeciendo contratiempos innecesarios.

16. JUEVES


La llamada no me sorprende. Es de alguien a quien le gusta analizar todo cuanto se dice de los políticos. “¿Has leído El dardo de los jueves?...”. Le respondo que sí. Y que una vez más he comprobado de qué manera Juan Luis Aróstegui pone de vuelta y media a Juan Vivas. La verdad, Manolo, me dice mi comunicante, que me cuesta trabajo entender los motivos que tiene el presidente para permanecer en silencio. Es decir, que no acabo de comprender a qué se debe que JV no le pare los pies a un tío que no cesa de decirle impropios. Será, pienso yo, porque el presidente considera que ha de dar ejemplo en cuanto a permitir que los demás ejerzan la libertad de expresión hasta más allá de lo permisible. O sea, que incluso le concede a Aróstegui el derecho a dañar continuamente su imagen como persona. Bien, Manolo, pero hay algo que te voy a recordar: el presidente sabe tela marinera sobre los métodos chanchulleros de quien no para de ponerle como chupa de dómine. Y yo me pregunto: ¿Por qué no larga JV por la boquita? Porque a lo mejor le viene bien el papelito que está desempeñando el amigo de algunos empresarios.

17. VIERNES

Muere Ferenc Puskas, a los 79 años, después de haber estado seis padeciendo Alzheimer. Con su fallecimiento desaparece uno de los más grandes jugadores del mundo en todos los tiempos. El único a quien Alfredo Di Stéfano le permitía correr lo justito, para que se dedicara sólo y exclusivamente a lo suyo: a meter goles. De esa manera, a la chita callando, consiguió el húngaro159 tantos y obtuvo cinco Ligas y tres Copas de Europa. En una de ellas, la jugada contra el Eintracht de Franfurkt, se entretuvo en marcar cuatro de los siete tantos logrados por su equipo. Sin embargo, lo que yo nunca he olvidado fue la final de Copa del Generalísimo que se jugó en Chamartín, la temporada 1961-1962. Era el Sevilla de Ruiz Sosa y Achucarro un rival temible donde Enrique Mateos, recién fichado del equipo merengue, destacaba por su habilidad y eficacia. Catorce goles avalaban el acierto que había tenido el Sevilla en contratarlo. Jugó el equipo de Nervión un partidazo. De ahí que se pasara casi todo el tiempo ganando por uno a cero. Además de haber fallado Mateos un penalti. De pronto, cuando Mut (portero) y Maraver (defensa) se entretenían en perder tiempo con un saque de meta, llegó la genialidad de Puskas. Se situó de espalda a Maraver y cuando éste recibía el balón de su guardameta para devolvérselo, el fenómeno madridista les ganó la partida en una jugada aún inconcebible para mí. A partir de ese momento, el Madrid mejoró su juego y Puskas volvió a marcar. Lo de Puskas, ese día, fue increíble. Y, desde luego, hubo una extraordinaria lección de fútbol a cargo de Ruiz Sosa y Achucarro.

18. SÁBADO


Cada vez son más los ciudadanos que destacan a Juan Vivas como el mejor dirigente de esta ciudad. Y más aún: nadie duda de su honradez. Sí: ya sé que esa condición debiera ser una norma cuando se habla de políticos. En cambio, y debido a que en casi todos los ayuntamientos existe un anexo destinado a actividades de patio de Monipodio, las personas dedicadas a la política van perdiendo crédito a pasos agigantados. Aunque todavía los hay que recuerdan a Montesquieu por lo siguiente: porque éste no vacila en defender la venalidad de los cargos: se trata sin duda de un abuso, dice, pero de un abuso útil. A lo mejor es que ya estaba pensando el señor de la Bréde en revivir algún día, en este siglo, como ciudadano de Marbella. A lo que iba: Juan Vivas goza de una gran consideración entre sus paisanos y cuenta con la confianza casi ilimitada de una gran mayoría. Es la suya, pues, una situación privilegiada que no debe inducirle a engaño. Me explico: un buen dirigente no sólo se distingue por su forma de actuar, sino que también es responsable de que su equipo funcione bien. Y el equipo de Juan Vivas comienza a dar muestras de desconfianza. De cualquier manera, y en vista de que muy pronto habrá elecciones, el presidente gozará de la oportunidad de exigir que se elijan los mejores candidatos para que le acompañen en la nueva aventura política. De no hacerlo así, no podrá escurrir el bulto de los despropósitos que cometan los amigos de su amigo. A buen entendedor...
 

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