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SOCIEDAD - LUNES, 4 DE SEPTIEMBRE DE 2006


Madres ceutíes en una reunión. archivo

nacimientos / estadísticas
 

Ceuta y Melilla suben la tasa de natalidad por encima de los dos hijos

Las mujeres tienen casi 2,5 hijos mientras
que la media nacional que se sitúa en 1,34
 

CEUTA
Verónica Fernández
veronicafernandez@elpueblodeceuta.com

Llegada una determinada edad, los seres humanos tenemos tendencia a emparejarnos y formar una familia, núcleo sobre el que se asienta la sociedad independientemente de la cultura a la que uno pertenezca. Esta edad varía en función de muchos factores tales como la cultura, la economía, los estudios o, incluso, la religión. Es de sobra sabido que muchas tribus y sociedades menos evolucionadas de regiones de África, Asia y Sudamérica tienen por costumbre celebrar los matrimonios en cuanto los contrayentes alcanzan la pubertad o, incluso, aún en la infancia. Sin embargo, esta práctica es del todo impensable en una sociedad como la nuestra.

En eso que se ha dado en llamar primer mundo, los jóvenes alargan su juventud hasta los treinta años con el consiguiente retraso en todas las facetas de la vida: emancipación, matrimonio y paternidad. Así, si en 1975 los españoles se casaban a los 27 años y ellas a los 24, hoy en día esas cifras han variado tanto que ahora los varones se casan pasados los 33 y las mujeres una vez cumplida la treintena.

En la mayoría de los casos, el factor decisivo es la economía ya que pocos son los que optan por seguir viviendo con sus padres teniendo un trabajo y un sueldo estables que le permitirían vivir por su cuenta. Este retraso provoca no sólo que el salto generacional entre padres e hijos sea mayor sino que, además, las mujeres sufran mayores riesgos a la hora de dar a luz a sus primogénitos. En Ceuta la realidad no es muy distinta aunque las mujeres aquí se casan con 28 años, lo que las convierte en las más precoces junto a las de Almería, Córdoba, Jaén y Melilla.

Como consecuencia de esta nueva tendencia, la creación de los nuevos núcleos familiares también se ha retrasado desde los 28 del año 1975 hasta los casi 31 del año 2004. Una media que en Ceuta no ha experimentado una variación tan grande ya que se ha pasado de los 28 años a los 29 años y medio.

Otra forma de concebir la maternidad que ha cambiado con el paso de los años se refiere a las madres solteras, en el año 1975 tan sólo 2 de cada 100 niños nacidos en España era hijo de una mujer que no estaba casada. Hoy en día ha desaparecido la estigmatización que recaía sobre estas mujeres y es uno de cada cuatro niños nacidos el que lo hace en el seno de una familia monoparental con la mujer como único motor.

En Ceuta el cambio ha sido de apenas 2 niños de cada 100 a 21.

Sin embargo, la cifra negativa se refiere al número de hijos por mujer. Uno de los principales problemas de las sociedades avanzadas es la falta de niños ya que en muchos países europeos la tasa de natalidad se sitúa por debajo de los 2 hijos por mujer.

Concretamente en España, en 2005, la cifra era de 1,34 hijos una cifra preocupante si se tiene en cuenta que en Asturias ni siquiera se llega a 1. En el otro extremo, Ceuta y Melilla suben la media con casi 2,5 hijos por mujer.
 


El trabajo, la mayor preocupación

El trabajo es la principal preocupación de los jóvenes ceutíes que en un 64% ven en la precariedad laboral el único obstáculo para lograr la emancipación. Un 54,4% de los jóvenes mayores de 25 años cambiaría su lugar de residencia por motivos laborales algo que no gusta tanto a los más jóvenes: tan sólo un 31,5% de los menores de 20 años dejaría Ceuta por trabajo y un 24,4% no abandonaría la Ciudad Autónoma bajo ningún concepto. El rechazo a residir fuera de España aumenta hasta el 54,8% frente a la media nacional que se sitúa en el 39,7%.
 

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