ACTUALIDAD - MARTES, 26 DE SEPTIEMBRE DE 2006

CEUTA
Antonio Gómez
antoniogomez@elpueblodeceuta.com

El autor del crimen de las ‘caracolas’, el marroquí, Kassen , que fuera pareja sentimental de la madre de la pequeña Suhaila, se entregaba ayer, al filo de la media noche, a la Policía Nacional en la frontera del Tarajal.

La noticia corrió como un reguero de pólvora y centenares de vecinos de la barriada donde vivía la desafortunada niña tomaron posiciones en los altos de la carretera nueva para mostrar toda su furia. Decenas de piedras cayeron cuando la Unidad de Intervención Rápida de la Policía Local, pertrechada con material antidisturbios, acudía presta a la llamada de colaboración de la Policía Nacional. Algún vehículo Patrol de la Guardia Civil sufrió la rotura de sus lunas.

En la frontera del Tarajal, en la zona española, aguardaba detenido el presunto autor del suceso en el interior de un vehículo policial. El Jefe Superior de Policía, José Luis Torres y sus mandos operativos de la Brigada de Policía Judicial montaban la estrategia para evitar cualquier incidente del que pudiera derivarse daños físicos al detenido. La Policía montó un serio dispositivo para ofrecer seguridad al presunto asesino de Suhaila. Mientras, los vecinos con actitud tensa, clamaban venganza en las cercanías del Tarajal.

Entre tanto, la larga espera conseguía que la Policía Local cortara a la una de la madrugada las calles aledañas a la Comisaría Central de Policía en Colón, no se permitía el paso de nadie. A la una y veinte de la madrugada aún se mantenía la espera en la Central.

En la frontera, la Guardia Civil se vio obligada a cerrar durante una media hora la valla de entrada, ante la presión de los vecinos, cuyo nerviosismo aumentaba si veían algún movimiento extraño en el interior, junto al puesto de vigilancia de la Policía Nacional.

En un rápido movimiento, miembros de la Policía escoltaron al detenido, que iba tapado con una manta negra y esposado, hasta una estancia habilitada frente al puesto de vigilancia, desde donde se inició la maniobra de evacuación a través del polígono del Tarajal.

Afuera, los vecinos continuaban agolpados, lanzando ráfagas de piedras e ignorando que el sospechoso ya había salido ‘por la puerta de atrás’. Hacia la una y cuarto, el detenido llegó a la comisaría en un coche camuflado, donde se le realizaron las diligencias oportunas. La colaboración de la Policía nacional, Guardia Civil y Local, permitió que la operación se cerrase satisfactoriamente.
 

Los vecinos no entienden qué hacía la pequeña Suhaila sola

El presidente de la barriada ceutí del Príncipe, Mohamed Lahsen, lamentó que la niña de 7 años que fue degollada en su domicilio, estuviese sola en la casa cuando el pasado sábado perdió la vida.

Lahsen quiso incidir en el hecho de que "desde el más anciano al más joven de la barriada lamentamos el crimen cobarde e innecesario, ya que de nuevo la víctima es una menor".

El dirigente vecinal dijo que los mayores deben "proteger a los menores, no dejándolos solos e indefensos bajo ningún concepto, por lo que incumplimos nuestro deber y nuestra responsabilidad".

Mohamed Lahsen afirmó que "existen otros métodos y vías para solucionar los problemas de las parejas sin tener que llegar a la violencia, lo único que se ha producido es el fin de la vida de Suhaila, una niña querida y amada en la barriada".

La menor, como se sabe, vivía en el número 5 de las caracolas de la barriada del Príncipe Alfonso, en unas casas prefabricadas, y en el momento del suceso la madre de la niña se encontraba efectuando unas “compras” en Marruecos. A lo largo de la jornada de hoy será enterrada.
 

La detención se logra por la estrategia de un engaño estudiado

Pendientes de confirmación oficial, según los datos a los que ha podido tener acceso El Pueblo de Ceuta, se sabía que el sospechoso había huido a Marruecos poco tiempo después del macabro acontecimiento.

A lo largo de la jornada de ayer, alguien próximo a la familia de la víctima pudo localizarlo en Tetuan, y es ahí donde se fraguó el engaño.

El interlocutor consiguió, como decimos, hablar con el presunto asesino y, según nuestras fuentes, le habría convencido sobre que la pequeña Suhaila no había fallecido aunque se encontraba hospitalizada en proceso de recuperación.

En este punto, el diálogo se hizo más confiado de manera que se consideró la conveniencia de entregarse a las autoridades españolas ya que se había dado parte a la policía marroquí.

Aún más, y entrando en juego, el trabajo policial que no ha trascendido en su estrategia, el presunto autor avisaba de su llegada al Tarajal sobre las 11’30 horas. A las 12’00 ya se encontraba detenido y entregado a las autoridades españolas.

A partir de aquí este individuo, tras someterse a un exhaustivo interrogatorio policial, pasa a disposición judicial.

La pequeña Suhaila será enterrada a lo largo del día de hoy y sus familiares, al menos, pueden quedar resarcidos al ver al asesino entre rejas.