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					Las numerosas pruebas médicas practicadas a Ángel Moreno en 
					los últimos dos meses, orientadas a buscar la causa de las 
					fiebres que padece el jugador, han dictaminado que el 
					canterano padece una infección de mandíbula, que le provoca 
					las fiebres que lleva padeciendo en las últimas semanas y 
					que le han hecho regresar al hospital. En estos momentos el 
					defensa está siendo tratado, y parece estar evolucionando 
					bien. “Estoy mucho mejor”, reconoce. Por lo que espera que 
					todo pase cuanto antes para poder “empezar a hacer una vida 
					normal y volver a entrenar”. 
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