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ACTUALIDAD - DOMINGO, 9 DE NOVIEMBRE DE 2008


momento del acto. reduan.

premio convivencia
 

Ceuta reconoce en la
Fundación Miguel Gil el valor
del periodismo comprometido

La entidad sin ánimo de lucro que lleva el nombre del corresponsal de guerra catalán asesinado en el año 2000 en Sierra Leona recibió ayer el Premio Convivencia en reconocimiento a su labor en pro de la convivencia, la justicia y la igualdad”

CEUTA
Gonzalo Testa

ceuta
@elpueblodeceuta.com

Con las lágrimas en el risco de los párpados de la presidenta de la Fundación Miguel Gil Moreno, Patrocinio Macián, pero también en los del presidente Vivas y su consejera de Educación, Mabel Deu, Ceuta rindió ayer su particular homenaje al periodismo humanitario y comprometido que encarnó como pocos el corresponsal de guerra catalán asesinado en Sierra Leona hace 18 años.

Aunque la realidad se empeñe en llevarle la contraria a Kapuscinski, autor cumbre del periodismo del siglo XX que legó al mundo, entre muchos otros, un librillo titulado Los cínicos no sirven para este oficio, la Ciudad Autónoma de Ceuta rindió ayer un homenaje sentido y sincero a quienes ponen sus ojos y sus palabras al servicio de quienes ni se ven ni pueden hablar en la persona del periodista Miguel Gil (Barcelona, 1967; Sierra Leona, 2000) y de la fundación que lleva su nombre, dedicada a prolongar y extender su compromiso con la convivencia, la solidaridad, la justicia y la igualdad en todo el mundo a través del décimo Premio Convivencia que concede.

Ante un Salón de Actos de la Asamblea repleto de autoridades y representantes de todos los sectores y estamentos de la ciudad el presidente ceutí y su consejera de Educación, Mabel Deu, presidenta de la fundación que otorga el galardón y los 50.000 euros que lleva a aparejados, dedicaron sus elogios más encendidos a la memoria del abogado que un día decidió hacerse periodista y recorrer los rincones más calientes del mundo (Bosnia, Kosovo, Congo, Liberia, Ruanda, Sudán, Chechenia y Sierra Leona...) para mostrar a la comunidad internacional sus vergüenzas.

Cuando llevaba una década entregado al noble oficio de poner cara y voz al sufrimiento cotidiano de la guerra, una emboscada guerrillera le segó la vida en África, el continente al que entregó la mitad de su trayectoria profesional.

En sendos discursos emocionados, Vivas y Deu alabaron los principios vitales de este Don Quijote del siglo XX que hizo de contar las historias que a los poderosos no les gusta oír “una forma de vida”. “Miguel Gil fue la voz clamante de los que no podían hablar ni gritar, extendió la cultura de la convivencia y del amor al diferente frente a la cultura del recelo y ahora la Fundación que lleva su nombre, representada aquí por su madre, Patrocinio Macián, y sus hermanos Patricia y Álvaro, sigue desempeñando esa tarea”, dijo la consejera de Educación, Cultura y Mujer sobre el ganador de un premio que este año reservó también una mención especial para la Plataforma de Mujeres Artistas contra la Violencia Doméstica.

Tras ella, Vivas pronunció un discurso radicalmente distinto al que le obliga a repetir la rutina y glosó los méritos del periodismo de verdad, el que no es “ni ocioso ni estéril” sino que sirve “para pellizcar nuestra conciencia y para movilizar a los que tienen la capacidad de hacer algo para paliar las injusticias”.

“El Premio Convivencia lo han recibido personas como el ex presidente del Gobierno, Adolfo Suárez, por su contribución a restablecer la concordia en democracia entre los españoles; otros por su dedicación a buscar un mundo más justo, más igualitario y mejor repartido; algunos por la forma en que han sufrido la crueldad y la intransigencia del terrorismo y otros, como Daniel Barenboim [ganador el año pasado] por poner a disposición de la convivencia su brillantez”, repasó el presidente, que advirtió a los presentes de que “para convivir hay que querer hacerlo” y subrayó que dado que “no hay nadie superior a nadie” merece la pena “el esfuerzo dedicado a conseguir que los sueños de hoy sean realidades mañana”, invitación que enlazó con la reciente elección de Barak Obama, un negro, cuarenta años después de que Martin Luther King soñase con un mundo sin disquisiciones raciales, todo un “llamamiento a la esperanza”, dijo.

A su lado, soberbia en las formas y en el fondo, conteniendo la emoción, Patrocinio Macián, madre del héroe, cerró el evento subrayando la importancia del trabajo de los corresponsales de guerra que, como su hijo, nos permiten descubrir el peor lado del mundo “y mejorar la vidad de quienes viven allí instando a hacerlo a la comunidad internacional con su trabajo”.

La presidenta de la Fundación Miguel Gil Moreno, constituida hace seis años, repasó brevemente el trabajo que desarrolla, por un lado, en pro de la defensa y formación de los periodistas especializados en conflictos bélicos y, por otro, en apoyo de diferentes proyectos humanitarios en África, a cuyo buen término contribuirá la aportación económica del premio ceutí.

“Es muy esperanzado conocer una sociedad como la ceutí, donde culturas tan diferentes conviven como lo hacen aquí; os llevo en el corazón”, regaló a los presentes para terminar.
 


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