sociedad - JUEVES, 18 DE MARZO DE 2010

CEUTA
José García
ceuta@elpueblodeceuta.com

A pesar de la inquietud por el mal estado de la mar, que sobresaltó la llegada de los investigadores a Ceuta, el II Foro y IV Curso Internacional de Atención Integral al Mayor arrancó ayer con una recepción en el Salón del Trono del Palacio de la Asamblea. La presidenta accidental de la Ciudad, Yolanda Bel, destacó la importancia de las personas mayores como “ejes fundamentales de la sociedad”.

Una comitiva de los destacados investigadores internacionales que han acudido a Ceuta para participar en el II Foro y el IV Curso de Atención Integral al Mayor que organiza la Asociación Medicina y Tercera Edad fue ayer objeto de un caluroso recibimiento por parte de la presidenta accidental de la Ciudad, Yolanda Bel.

La recepción se celebró en el Salón del Trono del Palacio de la Asamblea y antecedió a la conferencia inaugural sobre los efectos dermatológicos del envejecimiento que ofreció el especialista ceutí Rafael Vivas ya en el Hotel Tryp.

El primero en intervenir durante el acto de recepción fue el psiquiatra y presidente de la entidad organizadora, Antonio Carrión, que no tuvo más que palabras de elogio para Bel y para los científicos que participan en este encuentro de manera altruista. “Hay más pero no mejores que ellos”, destacó Carrión.

A continuación tomó la palabra el también psiquiatra y neurólogo uruguayo Roberto Ventura, quien aseguró entender el porqué de la insistencia de Carrión por reunirlos a todos en Ceuta.

La gerontóloga brasileña Myriam J. J. S. Lima recordó que “ser anciano no es el final de la vida” y que “debemos trabajar para que deje su legado”.

Bel pidió disculpas por las molestias que haya podido acarrear el mal tiempo de la mar a los investigadores que en la noche del miércoles debieron cruzar el Estrecho para llegar hasta Ceuta. La presidenta accidental apuntó que en Ceuta, como en cualquier parte del mundo, los mayores son los “ejes fundamentales de la sociedad”.
 

Un banco para desentrañar los entresijos del cerebro

El neuropatólogo mejicano Raúl Mena leyó ayer una comunicación sobre la importancia de los bancos de cerebros para el estudio del envejecimiento cerebral patológico. Este banco se logra a través de las donaciones de pacientes fallecidos y supone un hito en la investigación del Alzheimer, cuyas causas se desconocen, lo que deriva en la falta de tratamientos farmacológicos para el afectado. A esto se suma la ausencia de modelos animales. Sin embargo, la enfermedad de Alzheimer requiere de estudiar los cerebros en el mismo entorno donde se da, porque muchas de sus posibles causas se atribuyen a factores ambientales. “No obstante, en ninguna parte del mundo hay una comunicación entre los investigadores y la sociedad. Ni entre los primeros y los médicos. Había que vencer este problema”, apuntó el doctor Mena. En España hay bancos de cerebros desde hace cuarenta años. El problema es como en cada parte del mundo las pruebas diagnósticas difieren, no se pueden comparar los datos de un banco y de otro. Por eso los bancos de cerebros del mundo están experimentando una importante reestructuración. En cualquier caso, el neuropatólogo fue claro sobre la imposibilidad de que la ciencia llegue algún día a trasplantar un cerebro. “Nosotros somos cerebros. El cerebro no envejece como nosotros. Una persona de noventa años no tiene dientes, tiene la cara arrugada, pero su memoria, su cognición, no envejece. Es uno de los grandes enigmas”, apunta. Es por ello que el Alzheimer se considera un envejecimiento patológico del cerebro, que no enfermaría en condiciones normales. Sin embargo, jamás podría llegarse a alterar la conciencia de uno mismo.