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					Una de las opciones de inserción laboral de una parte de los 
					alumnos de la Escuela de la Construcción va a ser la de 
					trabajar en el manejo de las 10 o 12 grúas que harán falta 
					para levantar los diferentes edificios que compondrán el 
					complejo penitenciario. 
					 
					La escuela dispone de una grúa de obra en una parcela 
					contigua a su recinto y allí se está impartiendo el curso de 
					técnico gruista. 
					 
					Uno de sus alumnos, Ricardo de las Heras, de 27 años, cuenta 
					que “ví en un periódico el anuncio y me metí en esto porque 
					quiero trabajar de gruista. Estaba estudiando, pero 
					necesitaba trabajar y esta ha sido una buena oportunidad”. 
					 
					El resto de las especialidades que se imparten se enseñan en 
					las aulas teóricas y en los espacios dedicados a las 
					practicas. 
					 
					En un gran hall de la planta baja del edificio, se levanta 
					una estructura metálica sobre la que un grupo de alumnos 
					está colocando planchas de pladur. Jorge Valerio, monitor de 
					esta especialidad, explica los conocimientos que imparte a 
					los jóvenes. “Ellos ya saben de diseño. Primero colocan las 
					perfilerías de aluminio y después el pladur. Se les prepara 
					para hacer instalaciones eléctricas y colocar sanitarios, 
					repaso, acabado y techos desmontables. También a poner 
					ventanas, muebles y chimeneas de pladur y prevención de 
					riesgos laborales”. En un espacio cercano al anterior, se 
					trabaja en el aprendizaje de la especialidad de perlista 
					yesista a los que se adiestra en “revestir paredes, techo y 
					pavimentos con yeso y a su colocación con un retardante”, 
					explica el monitor Rafael Romero. Los alumnos hacen el curso 
					con la ilusión de colocarse luego o crear su empresa. 
					 
					Como explica, Abdelmalik, de 34 años, “yo había trabajado de 
					peón y también en esto del yeso con mi hermano. Este curso 
					me está permitiendo especializarme para trabajar para 
					empresas. También me vendría bien montar una empresita de 
					mantenimiento”. 
					 
					El patio exterior del edificio de la Escuela de la 
					Construcción tiene marcadas las diferentes zonas destinadas 
					a la descarga de materiales según sean ladrillos, ferralla, 
					arenas y la hormigonera. 
					 
					Antes de la construcción de la escuela, responsables de 
					Procesa estuvieron visitando la Escuela de la Construcción, 
					dependiente de la Fundación Laboral de la Construcción, que 
					funciona en Jerez de la Frontera y de ella tomaron ideas 
					para el diseño del proyecto ceutí. 
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