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					La número dos de la lista del Partido Popular y 
					coordinadora de su campaña para los comicios del 22 de mayo 
					asegura que la libertad de la que presume se debe al hecho 
					de no haber pedido nunca un cargo ni un puesto determinado 
					en una candidatura. En esta entrevista explica que siempre 
					ha tenido claro que no quiere ocupar el número uno y 
					respecto a su futuro político dice que no reflexiona sobre 
					él más allá de cada legislatura que afronta y que se siente 
					afortunada de estar donde está a sus 35 años. Del candidato 
					del PSOE señala que al ser nuevo tendrá que demostrar qué 
					quiere para Ceuta y de Caballas, que ha desvirtuado la forma 
					de actuar de UDCE para pasar al insulto y la mentira. 
					 
					Pregunta.- -¿Cómo ha vivido las crisis de Gobierno de esta 
					legislatura, que han supuesto la salida del equipo de tres 
					de sus miembros? 
					 
					Respuesta.- En esto separo las dos facetas, como consejera 
					las he vivido como el resto de compañeros, nunca es 
					agradable que del equipo de gobierno se vaya un compañero, 
					por los motivos que sea, porque al final somos todos 
					compañeros, pero las decisiones en política hay que tomarlas 
					y se toman y nada más, hay que sobreponerse. Pero al margen 
					de haberlo vivido unidos todos los compañeros al presidente 
					de la Ciudad, a mi me ha tocado ese plus extra que se lleva 
					una como portavoz, que es anunciarlo públicamente, dar las 
					explicaciones y responder a todas las preguntas en cada 
					momento. Por lo tanto, siempre con la responsabilidad 
					añadida de explicar al ciudadano qué es lo que ha ocurrido. 
					 
					P.- -¿Y cómo cree que se ha salido de esas 
					circunstancias? 
					 
					R.- Creo que el Gobierno lo que ha hecho es lo que debe, 
					afrontar cada circunstancia en su momento. Darle la espalda 
					a las situaciones más agradables o más desagradables es un 
					gesto de irresponsabilidad, y en todos los hechos que se han 
					producido, el gobierno ha actuado de frente, de manera clara 
					y contundente, y creo que eso es lo que realmente le importa 
					al ciudadano, que no se titubee y que se sea claro a la hora 
					de actuar y directo, y además actuando con la diligencia que 
					siempre se ha hecho. Nunca se ha demorado una decisión, se 
					puede o no compartir las decisiones tomadas, pero nosotros 
					hemos considerado que en cada momento había que tomar la 
					decisión tomada y la hemos aplicado de manera directa y sin 
					titubeos. 
					 
					P.- -En alguna ocasión le he oído decir que no aspira o 
					no es su intención ser presidenta de la Ciudad. ¿Qué 
					cualidades e intereses se han de tener para aspirar a esa 
					responsabilidad? 
					 
					R.- Antes de hablar de poder, porque a mí siempre me han 
					dicho ¿podría ser usted?... Hombre, como poder, puedo ser yo 
					o podrían ser muchas personas, pero la pregunta clave es 
					¿quiere ser usted? o ¿querría ser usted la futura 
					presidenta? Yo ese tema siempre lo he dejado muy claro, y 
					siempre he contestado rotundamente que no, y ¿por qué?, pues 
					mire usted, explicaciones hay muchas y sería muy largo darle 
					todos mis motivos, pero uno en la vida sabe lo que quiere y 
					lo que no quiere, y ya con mi edad, con 35 años, uno más o 
					menos va teniendo claro lo que quiere y esa responsabilidad 
					no la quiero, ni aspiro a ella, y eso lo he dicho muchas 
					veces y no me cansaré de repetirlo. A mi me parece legítimo 
					todas aquellas personas que tienen las aspiraciones de ser 
					presidente de esta ciudad, si se va por derecho y sin hacer 
					daño a nadie, que esa para mi es la premisa fundamental, 
					porque nunca entenderé que una persona para conseguir su 
					aspiración a ser presidente de la Ciudad o a cualquier otra 
					cosa tenga que utilizar malas artes o hacer daño a los 
					demás, eso no entra en mis principios. Pero yendo por 
					derecho y haciendo las cosas correctamente y con buenas 
					intenciones, todas las aspiraciones me parecen legítimas, 
					pero aún pareciéndomelo, creo que tan respetable y tan 
					legítima es mi decisión de no querer ser presidenta de esta 
					ciudad y es algo que yo tengo muy claro y lo dejo claro para 
					todos, para aquellos que tienen la aspiración de serlo, que 
					saben que en mi no van a tener una competidora ni una rival 
					y por lo tanto (ríe) tienen una competidora menos. Pero aún 
					así creo que eso no es falta de ambición, entendida la 
					ambición en el buen término de la palabra. Porque mire 
					usted, yo siempre digo cuando me hacen esta pregunta, ¿le 
					parece a alguien poco que yo fuera consejera con 27 años, 
					que tuviera responsabilidades en un partido desde los 18 
					años y que tan joven, porque creo que todavía soy joven, 
					esté ya donde estoy habiendo pasado por una portavocía, por 
					dos consejerías? Creo que soy una privilegiada y yo ese 
					privilegio primero se lo agradezco al ciudadano de Ceuta, 
					que decide quién está aquí, y luego al presidente de la 
					Ciudad que es quien confía inicialmente en mi. ¿A qué más 
					puedo aspirar? No es mi aspiración, la verdad, ser 
					presidente de la Ciudad... 
					 
					P.- Bueno, en cualquier caso, en estos momentos el PP 
					tiene claro cuál es su candidato, con lo cual estaríamos 
					hablando de un futuro más lejano... 
					 
					R.- En estos momentos tampoco veo yo a nadie ni me entra en 
					la cabeza nadie porque hay un líder claro, que es Juan 
					Vivas, y ojalá este debate no se abra en muchísimos años, 
					muchos años, ojalá Ceuta pueda seguir contando con el 
					presidente Vivas durante muchas legislaturas más, porque hoy 
					por hoy creo que no hay mejor opción que la del presidente, 
					pero no sólo en el presente, sino que veo difícil que de 
					cara a un futuro inmediato pueda haber una opción mejor. 
					 
					P.- Pero lo cierto es que la trayectoria de Yolanda Bel 
					en política ha sido siempre ascendente en cuanto a 
					responsabilidad y también en la lista del Partido Popular. 
					¿Dónde está entonces su límite? 
					 
					R.- Una de las cosas que me llama la atención, que también 
					lo pueden o no creer, es que yo en este ascenso nunca he 
					pedido nada, nunca lo he hecho ni tengo la intención de 
					conseguir algo, todo ha venido de manera natural, porque a 
					lo mejor otros han visto que me he dedicado a trabajar y he 
					respondido al nivel que querían. El criterio lo han puesto 
					otros, en este caso, los presidentes que ha habido en el 
					partido en la ciudad. Pero nunca he trabajado con la 
					intención de que me den un cargo o de pedir algo. A estas 
					alturas, todavía puedo decirlo con la boca llena. El día en 
					que yo hiciera eso creo que tendría que cerrar la boca y 
					estaría incluso yo poniéndome una traba a mí misma en mi 
					libertad de expresión. Creo que ese es el gran valor que 
					debe tener un político, la libertad de expresión, y los 
					hechos y las actitudes que va teniendo por el camino le 
					permiten tener libertad o no, y yo a día de hoy, la tengo y 
					para conseguir lo que puedo tener en este momento, nunca he 
					hecho daño a nadie, o al menos intencionadamente, y si yo 
					soy consciente de que he hecho daño a alguien nunca me van a 
					doler prendas en pedir perdón, nunca, ya sea a alguien de mi 
					propio equipo de gobierno ya sea de otro, ante todo soy 
					persona y no quiero fastidiar a nadie.  
					 
					P.- ¿Piensa dedicarse muchos más años a la política?, ¿se 
					ve fuera en un futuro? 
					 
					R.- Lo que tengo claro es que la política no es una carrera, 
					que no es eterna y que, claro, llegará mi punto final. Lo 
					único que en lo que me pongo a sopesar y a reflexionar es en 
					periodos de cuatro años. Igual que le digo que es muy 
					difícil que yo un periodo de cuatro años, porque ese es mi 
					compromiso, lo deje a mitad de camino. Para que yo lo deje a 
					mitad de camino tiene que ocurrir algo muy gordo porque no 
					rompo mis compromisos, pero también le digo que no hago 
					reflexiones más allá de los cuatro años. Cada vez que llega 
					el punto y final de una legislatura, siempre reflexiono para 
					saber qué voy a hacer en la siguiente, por lo tanto, todavía 
					no se lo que va a ocurrir no ya en esta, sino en las 
					próximas que vendrán. No sé, no sé..., el futuro creo que 
					hay que pensarlo en cada momento.  
					 
					P.- Y ya en este futuro más inmediato, ¿qué 
					característica destacaría de la oposición que tiene en estas 
					elecciones el Partido Popular, al menos de la que ha tenido 
					representación en esta legislatura como es UDCE, ahora en la 
					coalición con el PSPC que conforma Caballas, y del Partido 
					Socialista? 
					 
					R.- En el caso del Partido Socialista, creo que sigue en su 
					tónica habitual, teniendo en cuenta que es un nuevo 
					candidato. Es cuestión de tiempo ver la trayectoria que ese 
					candidato va a llevar a lo largo del tiempo. Yo siempre digo 
					que el camino se demuestra andando y ese nuevo candidato 
					tendrá que demostrar qué es lo que pretende para Ceuta. Al 
					ser nuevo tampoco puedo hacer una gran valoración, sí lo 
					hago en cuanto a lo que ha hecho hasta ahora desde el 
					partido, qué ha dicho en sus ruedas de prensa y, bueno, creo 
					que no es lo mismo hablar que gestionar, y tendrá que 
					demostrar qué quiere hacer en la oposición, porque espero 
					que esté en la oposición (sonríe de nuevo), eso será 
					indicativo de que nosotros seguiremos siendo gobierno. Creo 
					que la oposición también tiene un papel importante.  
					 
					P.- ¿Y de Caballas? 
					 
					R.- Caballas es nuevo y no es nuevo, aunque no sea un nuevo 
					partido, es una nueva coalición. Caballas me ha sorprendido, 
					porque no es una coalición que yo vea que se da 
					naturalmente, creo que hay interés por una parte más que por 
					la otra y no la entiendo ni le encuentro mucha razón de ser 
					porque no comparten los fundamentos y los principios 
					básicos, en este caso, el PSPC, el señor Aróstegui, no tiene 
					los mismos principios que UDCE, que el señor Alí. Por lo 
					tanto, yo ahí sólo puedo ver una coalición de conveniencia o 
					para estar sentados en el ayuntamiento en un escaño o para 
					otras muchas cosas, pero no le veo mucho encaje. Y su forma 
					de proceder también me ha sorprendido porque tengo que 
					reconocer que UDCE en solitario había hecho una oposición 
					que podía ser mejor o peor pero que en la mayoría de los 
					casos había sido responsable, pero desde que existe 
					Caballas, la oposición está siendo la del insulto, la de 
					convocar ruedas de prensa, la de mentir y la de apuntar con 
					el dedo injustificadamente a muchos miembros del gobierno. 
					Por tanto, creo que no están haciendo una labor limpia, el 
					ciudadano quiere otra cosa. Caballas me ha sorprendido 
					porque yo creía que iba a prevalecer la forma de ser de UDCE, 
					pero al final la coalición se ha desvirtuado un poco y es lo 
					que estamos viendo, tristemente. 
					 
					P.- ¿Y cómo afronta estas elecciones, con una 
					responsabilidad nueva como coordinadora de campaña? Las 
					campañas electorales parecen también muy desprestigiadas... 
					 
					R.- Creo que al final una campaña que dura quince días no es 
					lo que te hace perder o ganar unas elecciones, eso es 
					absurdo, quince días no son definitorios. El ciudadano mira 
					más atrás y pregunta, ¿bueno, esta gente qué ha hecho?, 
					tanto el gobierno como el resto de partidos que también se 
					presentan. Y esa es la carta de presentación, la labor que 
					se ha hecho en cuatro años. Es absurdo que aquellos que no 
					hayan hecho absolutamente nada en cuatro años, ahora en 
					quince días se preocupen de las barriadas y de todo. Creo 
					que hay que mirar mucho más atrás. La campaña sí es cierto 
					que son quince días concentrados y que existe un periodo de 
					precampaña en el que también trabajamos los partidos, pero 
					la nuestra no va a ser forzada ni ficticia. Hay que mostrar 
					a un candidato tal como es y hacerle llegar el mensaje al 
					ciudadano de qué se pretende hacer en los próximos cuatro 
					años si usted decide que yo soy quien gobierna en esta 
					ciudad, si el presidente Vivas es quien gobierna, esto es lo 
					que pretendemos hacer. Y por otro lado, mostrarles al 
					candidato que ya conocen, porque nosotros partimos de esa 
					ventaja, que ya conocen al candidato y todo el mundo sabe 
					que Juan es una persona cercana, honrada, humilde, 
					trabajadora, y que por lo tanto no hay que mostrar un 
					candidato de cartón piedra o basado en la mentira ni en la 
					ciencia ficción, todo el mundo a estas alturas sabe quién es 
					Juan Vivas y qué es lo que ha hecho este gobierno en Ceuta 
					durante muchos años. 
					 
					P.- -¿Algo que le gustaría añadir?  
					 
					R.- -Pues simplemente, el romper una lanza a favor de los 
					políticos, porque se que últimamente con todos los casos de 
					corrupción y estas cosas..., y el cansancio, muchas veces 
					justificado, y la apatía que tienen los ciudadanos, han 
					hecho que la política esté desprestigiada. Creo que como en 
					todas las profesiones y en todos los ámbitos hay personas 
					que van por derecho, personas honradas, y las hay que son 
					maquiavélicas y no van por derecho. Pero también yo quiero 
					dejar muy claro, para que el ciudadano no caiga en la 
					desesperanza ni en el desánimo, que en política también hay 
					personas que nos preocupamos por Ceuta, que lo más 
					importante para nosotros es entregarnos en cuerpo y alma en 
					nuestra labor diaria aquí, desde la honradez, que nos 
					podemos equivocar, porque somos humanos, pero gracias a la 
					opinión del ciudadano, podemos rectificar, por lo tanto 
					ellos juegan un papel importante, y que nuestra dedicación 
					es transparente y exclusiva a nuestro trabajo, y que vamos 
					por derecho y en definitiva somos personas como ellos, que 
					circunstancialmente vamos a pasar por aquí, pero que somos 
					iguales, que estamos al mismo nivel, y que poco a poco se 
					entienda que el político no es ni un prepotente ni está por 
					encima del resto; somos iguales, lo que pasa es que con una 
					responsabilidad probablemente mayor porque cualquier 
					respuesta o trabajo que llevemos a cabo repercute en una 
					ciudad entera. Pero que se confíe también en el político, en 
					un político como puede ser Juan Vivas, que ha demostrado 
					honradez, que ha demostrado que no mete la mano en la caja, 
					que tiene las manos limpias, que es cercano al ciudadano, 
					que jamás ha mostrado ni un atisbo de prepotencia, porque si 
					lo fuera, los que no somos prepotentes podríamos fingir 
					durante un tiempo. El que es prepotente o no es limpio y 
					honrado, no lo puede disimular por mucho tiempo, eso al 
					final aflora, y el presidente Vivas durante diez años ha 
					demostrado humildad, cercaní; eso no se puede fingir. Las 
					personas de verdad merecen el apoyo de los ciudadanos, y 
					Juan Vivas de verdad que es recto, honesto, directo y 
					humano, y por lo tanto también se equivoca, pero sabe 
					rectificar y pedir disculpas, que creo que es lo más 
					importante cuando se comete un error. 
					 
					P.- ¿Qué opinión tiene del papel de las mujeres en la 
					política? Es cierto que en el gobierno de Vivas tienen 
					protagonismo... 
					 
					R.- Sí, porque antes de existir la ley de paridad el 
					presidente tenía ya mayoría de mujeres en el consejo de 
					gobierno. A él nadie le ha tenido que decir, ni una ley ni 
					el gobierno de la Nación, cuente usted obligatoriamente con 
					las mujeres. Pero es que él confía en la capacidad de 
					hombres y mujeres. Yo creo que es un error, de verdad, y no 
					quiero que esto se me interprete como machismo ni nada de 
					eso..., pero creo que si verdaderamente alguien tiene que 
					hacer una lista de diez persona y considera que hay ocho 
					mujeres que valen y dos hombres, o al contrario ¿por qué 
					forzosamente va a tener que prescindir de esas personas por 
					cuestión de sexo? Estos casos se han dado en muchos pueblos 
					de España, hay alcaldesas que mayoritariamente tenían 
					compañeras que iban a ir en sus listas y han tenido que 
					dejarlas fuera porque la ley las obligaba a un 60-40... Eso 
					debería dejarse a criterio de cada dirigente. Las personas 
					tienen que estar ahí por su valía, por su capacidad de 
					trabajo y por su dedicación y las virtudes que deben tener 
					un político. En el ámbito de la mujer tenemos que luchar por 
					otras cosas, contra la violencia de género..., pero en 
					política estamos al mismo nivel.  
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