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					Juan Carlos Querol, gerente del Área Sanitaria del Ingesa en 
					Ceuta, confirmó las deficiencias materiales en el Hospital 
					Universitario que los usuarios, los trabajadores y los 
					sindicatos denuncian y que EL PUEBLO ha recogido en sus 
					páginas esta semana. Querol explicó que están teniendo 
					“problemas con las incubadoras” y que no saben cuándo 
					arreglarán el densitómetro. 
					Es lo que pasa con las incubadoras: “Que si la lámpara no sé 
					qué, que si se cae el tornillo no sé cuánto...”, reconoce el 
					gerente del Área Sanitaria del Ingesa (Instituto Nacional de 
					Gestión Sanitaria) en Ceuta, Juan Carlos Querol. “Ahí 
					estamos, a ver por qué nuestras incubadoras están teniendo 
					algún problema cuando, realmente, llevan dos años en el 
					mercado”, continúa el gerente, en declaraciones a este 
					medio, durante su participación, el pasado viernes, en unas 
					jornadas sobre enfermedades tropicales desatendidas, 
					organizadas por la ‘Fundación para el Desarrollo de la 
					Enfermería’.  
					 
					Querol reconoce deficiencias en los materiales del Hospital 
					Universitario de Ceuta, y empieza por las incubadoras: “Nos 
					han dado algunos problemas”, explica. “La gente quiere más 
					las antiguas, pero están descatalogadas”. El Hospital 
					Universitario adquirió hace algunos años, mediante concurso 
					público, dentro de lo que estaba “al mejor precio”, lo que 
					“había mejor”. Desde entonces, trabajadores de la planta de 
					Maternidad y sindicatos protestan de que estas nuevas 
					incubadoras tienen menos prestaciones que las que había en 
					el antiguo Hospital de la Cruz Roja. “Sobre eso hay mucho 
					que opinar, pero nos llega que la gente quiere más las 
					anteriores”, explica el gerente. 
					 
					Ante estas deficiencias, Querol anota que, desde la 
					gerencia, están en contacto con la empresa de fabricación, ‘Dräger’, 
					“para ver si ha habido algún problema en la cadena de 
					producción o a ver que está pasando”. 
					 
					Servicios concertados 
					 
					En torno al 20% de los pacientes del servicio de Radiología 
					del Hospital tienen que ser trasladados a la clínica privada 
					de Radiología porque la densidad del aparato de resonancia 
					magnética nuclear del Universitario es sólo “de 0,24 
					teslas”, mientras que en el centro privado es “de 1,5 
					teslas”, según explicó Querol. 
					 
					“Hay pacientes que por la patología que presentan necesitan 
					un aparato de mayor intensidad, y esta clínica lo adquirió 
					de 1,5, así que un 20% lo concertamos”. 
					 
					Fue éste, precisamente, “el primer aparato que el Hospital 
					compró, hace tres años y medio”, y “es de bajo campo”, es 
					decir, que no es de alta resolución, según explica Querol, y 
					agrega: “Se puede decir que no tiene todos los teslas, toda 
					la intensidad que nos hubiera gustado tener”. Tras esta 
					primera adquisición, la mayoría de los materiales se 
					compraron hace dos años, explica el gerente: “Fue mediante 
					concurso público, se compraron cuando empezamos a dotar. Sea 
					como fuere para que no se demorara mucho en el tiempo la 
					apertura del Hospital, solapamos la terminación física y 
					estructural del edificio con la dotación del material que se 
					ha hecho en un tiempo récord”. 
					 
					Una tecnología que “no es que esté obsoleta, si no apaga y 
					vámonos”, sino que, “posiblemente, en algún sitio, habrá un 
					aparato mejor”. 
					 
					“Estas cosas pasan” 
					 
					Uno de los últimos problemas materiales que ha sufrido el 
					hospital es la avería, hace ya varios meses, del 
					densitómetro, que mide la densidad ósea y que permite 
					diagnosticar enfermedades como la osteoporosis.  
					 
					“Ya se dio aviso en tiempo y forma a la empresa que nos 
					tiene que dar cobertura, y se que han mandado ya las piezas 
					y el técnico venía de camino estos días”, explica el 
					gerente, aunque no ha sabido concretar su “estos días” en un 
					plazo de resolución concreto. La justificación de la 
					gerencia a tal demora es que la densitometría “no es una 
					técnica de urgencia, por tanto, aunque sea incómodo para los 
					pacientes y tengan que esperar un tiempo no es vital”. En 
					ese sentido, añade: “No se tenía que haber averiado, pero 
					estas cosas pasan con los aparatos”. 
					 
					Mientras los pacientes esperan a que el aparato sea 
					arreglado y ven como el Hospital se ve obligado a anular 
					todas las citas, sin fecha de emplazo, desde la gerencia del 
					Universitario no contemplan trasladar a los pacientes. “Si 
					se demorase mucho y hubiese aquí un aparato que nos diera 
					cobertura pues lo haríamos, pero en Ceuta no hay ningún otro 
					aparato que lo realice”, vaticina el gerente . “Tenemos 
					densitómetro en Primaria pero es muy limitado, hace 
					densitometría de los pies”, añade, y finaliza: “Yo entiendo 
					que es preferible esperar a hacerlo con un aparato magnífico 
					que tenemos pero que está averiado. Porque esperemos quince 
					días o un mes tampoco va a pasar nada”.  
					 
					Al margen de arreglar este aparato, el centro de Loma 
					Colmenar no tiene previsto mejoras: “No hay contempladas ni 
					grandes inversiones ni adquisiciones”. 
					 
					En ese sentido, el gerente agregó que las instalaciones y 
					los materiales de un hospital dependen también de su 
					clasificación, y que ni siquiera se planten, desde este 
					centro, ofertar algunas especialidades: “Nuestro hospital, 
					aunque tiene mucha autonomía, es un comarcal, y no todos los 
					centros comarcales tienen neurocirugía y cirugía de 
					transplantes. Nosotros, aunque a mí me gustaría como 
					ciudadano de Ceuta, como caballa, tenerlo, hay que ser 
					objetivo y lo que nos gustaría no significa que sea lo mejor 
					para los pacientes”.  
					 
					Al respecto, Querol añadió que el centro hospitalario de 
					Loma Colmenar cuenta con “especialistas en neurología y en 
					nefrología que no tienen los hospitales de nivel 1” y que 
					intentarán “conseguir a corto o medio plazo neurofisiología, 
					y en un futuro próximo hemodinamica”. No así con otras 
					especialidades: “Si yo traigo aquí a un cirujano cardiáco, 
					operearía cuatro o cinco corazones al año, y si un cirujano 
					no opera, tendríamos problemas; ya no sólo por la 
					rentabilidad económica sino por eficacia y efectividad”. 
					 
					Desde que el Hospital Universitario se inauguró hace poco 
					más de un año, han sido constantes las protestas emitidas 
					por los usuarios, así como las críticas y las denuncias del 
					propio personal sanitario del centro y de sus representantes 
					sindicales. Entre estas, son muchas las enfocadas a 
					deficiencias materiales; aparatos que no ofrecen la 
					suficiente cobertura o máquinas que se estropean al poco 
					tiempo de adquirirlas. Y es que, como el mismo gerente del 
					Ingesa reconoció, “los aparatos cuanto más sofisticados 
					sean, son más duraderos”. 
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