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					A los componentes del PP ceutí se les notaba en el rostro la 
					satisfacción de contar con la presencia de su líder nacional 
					en la ciudad. “Una cita a la que no ha faltado nunca en los 
					últimos años”, decía un orgulloso militante que en el Paseo 
					del Revellín seguía a la comitiva popular en su ‘caminata’ 
					por el centro. 
					 
					“Tres horas y media dan para mucho”, sentenciaban algunos 
					miembros de la Ejecutiva popular ceutí. La presencia del 
					número uno dio, sí, para bastante. El contacto directo con 
					los ciudadanos, tan necesario como inevitable, por la calle, 
					el diálogo y la puesta al día de los detalles de Ceuta, que 
					le pudo transmitir Vivas y el empeño del propio Rajoy por 
					comprometerse con el futuro de Ceuta de quien -según las 
					encuestas- está llamado a ser el presidente del Gobierno de 
					España como máximo en 2012, el mitin ante más de medio 
					millar de personas y el contacto cercano con los populares 
					de la ciudad, son elementos que justifican -para los 
					populares ceutíes- ese argumento. 
					 
					El paseo de Rajoy, Revellín arriba, pese al ritmo, se 
					prolongó casi veinte minutos. Sin embargo a las 13:00 horas 
					cruzaba la puerta principal del hotel. A su ‘hall’ y a la 
					primera planta para un mínimo descanso y tomar impulso. 
					Abajo, un expectante salón aguardaba a la presencia del 
					líder popular. La música animaba la espera, los sones del PP 
					retumbaban caldeando el ambiente que se desbordó cuando, 
					ahora sí, la espigada figura de Rajoy penetraba por el 
					salón. Los aplausos y las voces de “presidente, presidente” 
					atronaban en un exultante y repleto salón de actos. Se dejó 
					querer Rajoy, saludó a todos los que pudo tanto al principio 
					como al final.  
					 
					“En el PP caben todos. No importan de dónde venga, sino a 
					dónde va” entendiendo y aplicando los principios y la 
					filosofía del partido “que está formado por personas, sin 
					importar su origen”, insistió Rajoy en el mensaje. En el 
					salón de actos había caras nuevas, conocidas, las de 
					siempre, pero también de la prehistoria popular ceutí. Allí 
					estaban todos. Felices y dispuestos a subir al escenario 
					-históricos y prehistóricos- junto a los candidatos de estas 
					próximas elecciones. La oportunidad la pintaban calva y el 
					líder había dicho que cabían todos. Nunca antes una 
					expresión fue tomada tan al pie de la letra. 
					 
					Un refrigerio recuperador en horas donde la ‘gusa’ picaba y 
					un compromiso firme con Ceuta, puso fín a la presencia del 
					presidente del PP en Ceuta. Tres horas y media que dieron 
					para mucho. 
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