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					El absentismo escolar está alcanzando sus cotas más altas en 
					cuanto a denuncias judiciales se refiere ya que, hasta la 
					fecha y en lo que va de año, la Fiscalía continúa 
					investigando siete casos que han llegado a través de la 
					información facilitada por los directores de los centros 
					educativos y una de las trabajadoras sociales, quienes han 
					puesto de manifiesto la continua falta de asistencia a las 
					clases de los alumnos, todos ellos, con edades de entre 14 y 
					16 años y en ciclos de Educación Secundaria Obligatoria 
					(ESO). 
					El representante del Ministerio Fiscal en la ciudad ya ha 
					iniciado la investigación de siete casos de absentismo 
					escolar que han llegado a sus manos tras las denuncias 
					interpuestas por los propios directores de los centros 
					educativos y una de sus trabajadoras sociales. Todos ellos, 
					desde enero hasta la fecha actual lo que supone un 
					crecimiento bastante notable con respecto a años anteriores 
					según los últimos datos facilitados por la Fiscalía en los 
					que habían sumado cinco este tipo de procedimientos pero en 
					el margen comprendido desde 2007 hasta 2010.  
					 
					Estas siete denuncias interpuestas desde los centros 
					escolares tienen en común no sólo la forma en la que la 
					Fiscalía ha tenido conocimiento de la continua falta de 
					asistencia a clase por parte de los alumnos sino que además 
					todos ellos tienen edades comprendidas entre los 14 y 16 
					años y se encuentran cursando diferentes niveles de la 
					Educación Secundaria Obligatoria (ESO).  
					 
					Por su parte, el representante del Ministerio Público ya ha 
					tomado declaración a los progenitores de los menores y antes 
					de iniciar un procedimiento penal contra los mismos, ha 
					decidido darles un voto de confianza por lo que, en un 
					periodo de tres meses aproximadamente, desde la Fiscalía 
					controlarán el que los menores regresen al colegio, 
					solicitando informes periódicos a la dirección del mismo, 
					según confirmaron fuentes judiciales cercanas a los 
					procedimientos.  
					 
					En el caso de que los padres no cumpliesen con ello, podrían 
					incurrir en un delito de incumplimiento de las obligaciones 
					paterno-filiales, recogido en el artículo 226 del Código 
					Penal.  
					 
					Según se desprende de dicho texto, este delito penaliza a 
					los tutores del menor que dejasen de cumplir los deberes 
					legales de asistencia inherentes a la patria potestad, 
					tutela, guarda o acogimiento familiar, o de prestar la 
					asistencia necesaria legalmente establecida para el sustento 
					de sus descendientes, ascendientes o cónyuge, que se hallen 
					necesitados, con penas de prisión de tres a seis meses o 
					multa de seis a 12 meses.  
					 
					Además, en este caso el juez o tribunal podría imponer, 
					motivadamente, la pena de inhabilitación especial para el 
					ejercicio del derecho de patria potestad, tutela, guarda o 
					acogimiento familiar por tiempo de cuatro a diez años.  
					 
					De los siete procedimientos que permanecen abiertos en la 
					Fiscalía, uno ha quedado archivado bajo la supervisión 
					directa de la Dirección Provincial del Ministerio De 
					Educación (MEC) que, se común acuerdo con el fiscal, han 
					dado luz verde para que el alumno cursara otro tipo de 
					cursos equivalentes a la ESO tales como los Programas de 
					Cualificación Profesional Inicial (PCPI).  
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