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					Desde el pasado 1 de junio y durante los próximos cinco 
					meses, hasta el 2 de noviembre, está absolutamente prohibido 
					hacer fuego “en todo tipo de espacios abiertos”, lo que 
					incluye los merenderos o zonas recreativas. En la resolución 
					que, a fin de prevenir los incendios forestales, emite cada 
					año la autoridad competente, en este caso, la Consejería de 
					Medio Ambiente, se especifica que la prohibición afecta “con 
					carácter general a todos los terrenos de vocación forestal 
					(Campo Exterior y Monte Hacho), así como a zonas periurbanas 
					de la ciudad”. 
					 
					En los seis meses de vigencia de la resolución se prohibe la 
					quema de rastrojos, hacer fogatas u hogueras y barbacoas, 
					“cualquiera que sea su fin, inclusive en zonas habilitadas 
					para ello (áreas recreativas y de acampada)”. Tampoco puede 
					llevarse a cabo “la eliminación de cualquier tipo de residuo 
					mediante quema al aire libre”. Una vez terminado el periodo 
					de prohibiciones, desde el 3 de noviembre, sólo puede 
					encenderse fuego en las zonas habilitadas “y siempre en los 
					equipamientos instalados en dichas zonas al efecto o en 
					barbacoas portátiles”. “En todo caso, no podrán abandonarse 
					la fogata o las brasas hasta que estén totalmente apagados 
					los rescoldos”, agrega la parte dispositiva de la 
					resolución. 
					 
					Las sanciones aplicables a quienes incumplan esta normativa 
					son las que establece la Ley 43/2003, de 21 de noviembre, de 
					Montes. 
					 
					El coordinador de la Brigada forestal, Carmelo Navarro, 
					indica que este año, la época de mayor riesgo de incendios 
					se ha retrasado gracias a las lluvias caídas en junio, un 
					mes que además está siendo más “fresco” que otros años. De 
					continuar así las cosas, Navarro considera que el peligro 
					crecerá a partir de julio.  
					 
					A pesar de que aún se encuentra a ciudadanos que desconocen 
					o incumplen la prohibición de hacer fuegos en el monte, 
					Navarro cree que la labor desarrollada en los cinco años de 
					funcionamiento de la actual brigada forestal, tanto en el 
					ámbito de la prevención como en el de la información al 
					público y vigilancia del cumplimiento de la normativa están 
					dando sus frutos. 
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