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					Cruz Roja, ‘El Rumor’, ‘Luna Blanca’, ‘Digmun’, ‘Elín’, ‘Accem’, 
					‘Mujeres Progresistas’, ‘Cardijn’ y el resto de asociaciones 
					que integran en la ciudad autónoma la Red europea de lucha 
					contra la pobreza y la exclusión social (EAPN) conmemoraron, 
					ayer en la Plaza de los Reyes, el ‘Día del Refugiado’. 
					Además, los residentes del CETI realizaron diversos talleres 
					de pulseras, trenzas y música. El director de dicha 
					institución, Carlos Bengoechea, explicó que Ceuta “es una 
					ciudad humanitaria, que da protección internacional a todas 
					aquellas personas que alegan ser perseguidas por violaciones 
					de sus derechos humanos”. 
					 
					EAPN (European Anti Poverty Network). Las siglas sonaban aún 
					desconocidas ayer, en la Plaza de los Reyes, entre los 
					transeúntes. No así, sin embargo, los nombres de las trece 
					asociaciones que integran en Ceuta esta red europea de lucha 
					contra la pobreza y la exclusión social. Con motivo del ‘Día 
					del Refugiado’, que se conmemoró ayer, EAPN instaló una 
					serie de puestos informativos y talleres que tenían como 
					objetivo “sensibilizar a la sociedad y concienciarla de que 
					la problemática del refugiado sigue existiendo”.  
					 
					De este modo lo explicó Abel García, presidente de dicha 
					entidad, así como de ‘El Rumor’. “Los refugiados podemos ser 
					cualquier persona, como tú y como yo”, agregó. “Queremos 
					acercar la vida del refugiado a la población, así como 
					enseñar el trabajo que realizan las asociaciones”, añadió Mª 
					Ángeles, de Cruz Roja. Mustafa Abdelkader, de ‘Luna Blanca’, 
					relacionó la inmigración con la pobreza: “La pobreza es una 
					lacra que provoca que el sistema no cuente contigo”. Por su 
					parte, desde ‘Digmun’, Carmen Mancillas destacó los talleres 
					de nuevas tecnologías y de alfabetización con las mujeres 
					transfronterizas como un apoyo a las personas excluidas y 
					recordó que aún quedan campamentos de refugiados “que viven 
					en condiciones infrahumanas donde no se consideran ni los 
					mínimos derechos”. 
					 
					Ante esta situación, Paula Domínguez, coordinadora de la 
					asociación ‘Elín’, considera que Ceuta “puede ser un oasis 
					en mitad de un desierto”. También el responsable en Ceuta de 
					‘Accem’, Driss Raougrui, destacó la necesidad de la 
					orientación laboral.  
					 
					María Sánchez Miaja, de ‘Mujeres Progresistas’, matizó que 
					las mujeres refugiadas “sufren mucho más que los hombres 
					porque en el camino se encuentran con hechos que la hacen 
					más vulnerable”. 
					 
					Además de los stands, los inmigrantes residentes en el CETI 
					realizaron talleres y actuaciones musicales. El director de 
					dicha institución, Carlos Bengoetxea, explicó que Ceuta “es 
					una ciudad humanitaria, que da protección internacional a 
					todas aquellas personas que alegan ser perseguidas por 
					violaciones de sus derechos humanos”. 
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