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					La representante del Ministerio Fiscal en la ciudad ha 
					imputado un delito de tráfico de menores a un matrimonio 
					malagueño y a una marroquí residente en Ceuta que, tras ser 
					detenidos el pasado lunes, declararon ayer ante la titular 
					del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 6, que 
					dejó en libertad con cargos a los tres procesados al 
					entender que el caso presentaba “muchas contradicciones” y 
					con el fin de iniciar una investigación exhaustiva sobre la 
					supuesta compra de un bebé. 
					 
					Una marroquí residente en la ciudad y un matrimonio 
					procedente de Málaga pasaron ayer a disposición judicial 
					tras ser detenidos e investigados por el delito de tráfico 
					de menores que, provisionalmente, les ha imputado la 
					representante del Ministerio Fiscal en la ciudad en base a 
					las pruebas y declaraciones que ya forman parte del caso.
					 
					 
					Los tres acusados fueron interrogados durante la mañana de 
					ayer por la titular del Juzgado de Primera Instancia e 
					Instrucción número 6 que, ante las “muchas contradicciones” 
					que presenta el procedimiento y los numerosos testigos que 
					serán llamados a declarar, dejó a los tres procesados en 
					libertad con cargos a fin de iniciar una investigación 
					exhaustiva sobre la supuesta compra de un bebé, según 
					explicaron a este medio fuentes judiciales cercanas al caso. 
					 
					Con respecto al interrogatorio, la mujer y el matrimonio 
					negaron los hechos que se les imputaban aunque sí 
					reconocieron que se conocían previamente. La joven marroquí 
					explicó que, efectivamente, había estado embarazada y que 
					había dado a luz en el Hospital Universitario en la 
					madrugada del martes mientras que el matrimonio reiteró que 
					nunca habían acordado la compra del bebé a la mujer. Pero, 
					según informaron ayer desde la Jefatura Superior de Policía, 
					a través de un comunicado de prensa, los presuntos 
					compradores se encontraban en la habitación del centro 
					sanitario cuando la joven dio a luz, por lo que el Cuerpo 
					Nacional de Policía desplegó un dispositivo en el hospital 
					que se saldó con la detención de los tres. Según confirmaron 
					desde la Fiscalía, las tres personas permanecían bajo 
					investigación ya que un funcionario en prácticas del CNP 
					había recibido algunas pesquisas sobre lo que podría 
					ocurrir, por lo que comenzaron las sospechas y se informó al 
					grupo. Concretamente, el agente sabía que la compra se 
					efectuaría por valor de 3.000 euros, señalaron desde la 
					Jefatura Superior de Policía. De momento, la fase de 
					instrucción del caso va a seguir la vía judicial pertinente 
					a fin de esclarecer si las sospechas en torno a la compra 
					del bebé fueran ciertas. En este caso, y como ya plantea la 
					Fiscalía de manera provisional, los tres imputados 
					permanecerán en libertad pero con cargos, referidos estos al 
					delito de tráfico de menores, tipificado en el artículo 221 
					del Código Penal. Dicho delito castiga a los que, mediante 
					compensación económica, entreguen a otra persona un hijo, 
					descendiente o cualquier menor aunque no concurra relación 
					de filiación o parentesco, eludiendo los procedimientos 
					legales de la guarda, acogimiento o adopción, con la 
					finalidad de establecer una relación análoga a la de 
					filiación, lo que podría conllevar penas de prisión de uno a 
					cinco años y de inhabilitación especial para el ejercicio 
					del derecho de la patria potestad, tutela, curatela o guarda 
					por tiempo de cuatro a diez años.  
					 
					Según explicaron fuentes judiciales cercanas al caso, tras 
					la fase de instrucción, el procedimiento recaería sobre los 
					Juzgados de lo Penal de la ciudad siempre y cuando no sea 
					archivado antes de llegar a tal trámite por inexistencia de 
					pruebas.  
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					Un delito que contempla cárcel e inhabilitación para la 
					patria potestad 
					La Fiscalía ha calificado 
					provisionalmente los hechos como constitutivos de un delito 
					de tráfico de menores, que castiga tanto a la persona que 
					entrega como a los receptores. Según dicta el artículo 221 
					del Código Penal, los que, mediando compensación económica, 
					entreguen a otra persona un hijo, descendiente o cualquier 
					menor aunque no concurra relación de filiación o parentesco, 
					eludiendo los procedimientos legales de la guarda, 
					acogimiento o adopción, con la finalidad de establecer una 
					relación análoga a la de filiación, serán castigados con las 
					penas de prisión de uno a cinco años y de inhabilitación 
					especial para el ejercicio del derecho de la patria 
					potestad, tutela, curatela o guarda por tiempo de cuatro a 
					diez años. 
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