La “austeridad” a la que obligan las circunstancias
económicas y financieras no han de ser “óbice”para que
“mediante una política adecuada de inversión, el Gobierno de
la Ciudad intente activar la demanda interna al objeto de,
en la medida de lo posible, disminuir el alto paro
existente”. Estos son los principales puntos de partida en
la elaboración del Plan de Inversiones de la Ciudad, en la
que se prevén actuaciones por valor de 203 millones en los
próximos cuatro años, centradas en el urbanismo y los
equipamientos.
Dentro de los Presupuestos Generales de la Ciudad, un
capítulo de especial interés es el de las inversiones, y
buena muestra de ello es el hecho de que las “realizaciones”
del elaborado por el Ejecutivo para el periodo 2012-2015 se
estima alcanzarán los 203 millones de euros. A pesar del
ineludible recorte, de un 25% respecto al plan anterior,
consecuencia, en palabras del consejero de Hacienda,
Francisco Márquez, de las actuales “dificultades
financieras”, queda patente que la austeridad “es la
inevitable salida para adecuar las prioridades de las
políticas de gasto al volumen de recursos disponibles”. No
obstante, ello no es óbice para que “mediante una política
adecuada de inversión, el Gobierno de la Ciudad intente
activar la demanda interna al objeto de, en la medida de lo
posible, disminuir el alto desempleo existente”.
Estas son, de hecho, las premisas de las que se ha partido,
según destaca el consejero del área más inversora, la de
Fomento y Medio Ambiente, Guillermo Martínez, a la hora de
elaborar el plan de inversiones, un trabajo realizado a
través de la Gerencia de Infraestructuras y Urbanismo (GIUCE).
A partir de ahí, los objetivos genéricos que se han marcado,
a través de los presupuestos de la Ciudad desde este área
comienzan por “avanzar en la activación de la economía local
y la creación de empleo, en un contexto especialmente
delicado para el sector de la construcción, a través de
nuevos instrumentos de colaboración publico-privada”.
Por otra parte, el plan trata también de avanzar en la
construcción de nuevas infraestructuras previstas para
“seguir haciendo realidad un ambicioso modelo de ciudad que
cuenta con un amplio respaldo ciudadano”.
“Finalizar aquellas infraestructuras y equipamientos urbanos
actualmente en ejecución”, como puedan ser el Campus
Universitario del 54 y el parque urbano que se creará sobre
el antiguo vertedero de Santa Catalina, es otro de los
objetivos del Plan de Inversiones.
Los responsables de este importante capítulo presupuestario
han tenido en cuenta también las directrices marcadas por el
Gobierno popular en cuanto a la cohesión social, de modo que
se avance también en la “integración de aquellos barrios de
la ciudad que, desde las perspectivas urbanísticas y
socio-económicas, presentan déficits de infraestructuras y
equipamientos públicos”.
Para los responsables del Ejecutivo es importante asimismo
la “conservación y mejora del espacio colectivo”, en la
convicción de que el progreso de la ciudad “se mide por el
progreso en la cantidad y calidad de sus espacios públicos”.
La “sostenibilidad del sistema urbano” es otro de los
objetivos al que no se quiere renunciar, y que se traduce
“en la aplicación de criterios medio-ambientales en todas
las actuaciones, así como en inversiones encaminadas
específicamente a la regeneración y creación de nuevos
espacios verdes”.
Por último, entre los objetivos planteados a la hora de
elaborar el Plan de Inversiones figura “la gestión
sostenible del Patrimonio Municipal del Suelo al servicio de
la construcción de un modelo de ciudad y asegurando la
participación de los ciudadanos en los beneficios generados
por la acción urbanística”. En este apartado destaca
especialmente el comienzo de las acciones de urbanización de
los terrenos del Brull para el próximo ejercicio.
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Unos presupuestos marcados “profundamente” por la crisis
Los Presupuestos Generales de la
Ciudad para 2012 siguen, según sus redactores,
“profundamente marcados” por la situación de crisis
económica y financiera que afecta al país, que sigue
teniendo un importante efecto en el sector público,
afectando significativamente a los ingresos desde el año
2009, lo que ha supuesto la necesidad de “importantes
ajustes” en los últimos ejercicios presupuestarios. Además,
las medidas extraordinarias para la reducción del déficit
público adoptadas con la publicación del Real Decreto-ley
8/2010, de 20 de mayo, estableciendo la limitación de la
posibilidad de endeudamiento durante el ejercicio 2011,
suponen que el margen de actuación de las entidades locales
sea menor.
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