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					El carácter especial de una persona traspasa la 
					interpretación, la pantalla, el discurso. Y ayer lo especial 
					de Abdelatif Hwidar, el galardonado con la XIV edición del 
					Premio de las Artes y la Cultura de Ceuta, dejó un poso en 
					todos los asistentes a la entrega del premio en el Teatro 
					Auditorio del Revellín.  
					 
					A ‘Hwidar’, como se le conoce entre sus familiares y amigos, 
					lo presentaron como “un fiera”, “un magnífico del cine” que 
					ha sabido perseguir el sueño de ser un activista del arte, 
					con la calidad siempre como compromiso en su pasión por 
					contar historias.  
					 
					Cuando llegó la hora de escuchar sus palabras, el único 
					discurso que se oyó durante el sencillo acto de entrega, 
					amenizado por la Banda Ciudad de Ceuta, lo primero de lo que 
					avisó Hwidar es de que llegaba sin nada preparado.  
					 
					“Tener un discurso te desconecta de lo que estás sintiendo, 
					y lo que yo siento es una grandísima gratitud por todas las 
					personas que están aquí arropándome y haciéndome sentir muy 
					privilegiado”, arrancó. 
					 
					A Abdelatif Hwidar, el ya galardonado como XIV Premio de las 
					Artes y la Cultura de Ceuta no le hizo falta ningún discurso 
					preparado. Con la emoción contenida dedicó el premio a su 
					familia y sus amigos, en especial a sus padres, por haber 
					sabido criar a once hijos. “Después de criar a dos estoy 
					seguro de que ellos tienen el cielo ganado”, aseguró. 
					 
					Con la modestia que le caracteriza, Hwidar dio gracias a sus 
					padres por regalarle a cada uno de sus diez hermanos, “Uno 
					de mis mayores patrimonios. Todos tienen más talento que yo, 
					salvo que yo he sabido aprovechar más el mío”, dijo.  
					 
					Entre aplausos, el cineasta dedicó con mayor énfasis aún el 
					premio a su hermana Zohra “por habernos enseñado lo que es 
					amar incondicionalmente”. 
					 
					Después de dar las gracias también a las instituciones, a su 
					mujer y a sus hijos, Abdelatif Hwidar se despidió emocionado 
					de un auditorio que lo envolvió un cálido aplauso. “A la 
					ciudad que me ha criado, a mi pueblo, mi gente, mis 
					vecinos... gracias”, concluyó.  
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