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					El último Pleno ordinario del año no iba a ser diferente de 
					los celebrados en esta nueva legislatura y la condición de 
					maratón ‘infumable’ para los ciudadanos fue, una vez más la 
					nota característica, de una sesión que sigue sirviendo para 
					el lucimiento personal de algunos políticos que aprovechan 
					el foco para obtener el ‘minuto de gloria’ y aplacar las 
					ansias personalistas. Con estas premisas, permitidas por el 
					Reglamento y por la ‘generosa’ Mesa Rectora con su 
					Presidencia a la cabeza, se celebró otro Pleno de tedio. 
					 
					El Pleno de la Asamblea ha aprobado la Cuenta General de la 
					Ciudad de 2009, “traída con retraso”, reconoció el consejero 
					de Hacienda, Francisco Márquez de la Rubia y criticado por 
					el líder natural de Caballas, que ayer ejerció de portavoz 
					en estos asuntos de Economía y Hacienda, Juan Luis Aróstegui. 
					Con sus primeros dimes y diretes, de calentamiento de una, 
					al final, extensa jornada, la sesión plenaria iba cogiendo 
					ese aspecto de lona de lucha dialéctica donde el afán 
					protagonista de quienes gustan de manejarse y están 
					encantados de haberse conocido pasan a primer término con el 
					líder natural de Caballas como estrella principal. Alí, la 
					invitada. 
					 
					El primer ‘trompicón’ serio se produjo a la hora de dar paso 
					al punto donde debía darse conformidad a la propuesta del 
					Gobierno de dos modificaciones de créditos para el ejercicio 
					2011, que quedaron condensados en uno a la hora del debate 
					aunque diferenciado a la hora de ser votado. Mucho debate, 
					mucha crítica ácida y árida de Caballas para finalmente 
					abstenerse en el tiempo de votación. Un punto cuya duración 
					de debate se prolongó hasta casi los sesenta minutos por esa 
					concepción tan generosa de los tiempos donde, entre otras 
					cuestiones, los supuestos debates de altura se convierten en 
					descalificaciones permanentes, falta de respeto y 
					pontificaciones varias desde la bancada que comanda el 
					adalid de las buenas causas, Juan Luis Aróstegui. 
					 
					Márquez explicó en su primer turno de palabra el porqué de 
					traer las modificaciones de crédito que se destinarán, en la 
					primera de ellas, a obras de contención de un muro (200.000 
					euros) en las obras de Cine África y a crear una partida 
					para Nuevas Tecnologías de 900.000 euros extraída de 
					remanentes del presupuesto por un importe de 1,1 millones de 
					euros. La segunda modificación servirá para abonar gastos de 
					sentencias judiciales “que proceden desde el año 99 hasta 
					ahora”, cuya suma asciende a los 8,8 millones de euros y 
					otro 1,4 millones para afrontar deudas con proveedores. 
					 
					Aróstegui arremetió contra el Ejecutivo por ir afrontando 
					deudas extrajudiciales como modo de “pagar” a amigos y “para 
					que algunos monten a caballo”... El líder de Caballas 
					insistió en la idea de que este gobierno “lleva 10 años 
					malgastando el dinero”. Le reprendió Márquez por no estar 
					“nunca conforme con ninguna explicación”. La voz de la 
					congruencia desde la bancada de la oposición la puso el 
					Grupo Socialista, con un José Antonio Carracao pragmático, 
					afeó el hecho al Gobierno sobre las deudas juiciales “¿cómo 
					hemos llegado a eso?”, se preguntó y se respondió a 
					continuación: “ineficacia de la Administración”. No conocía 
					las sentencias (se las enviará el Gobierno), y manifestó su 
					contrariedad por este crédito, que no votó en contra “porque 
					las sentencias judiciales hay que abonarlas”, aunque sí 
					aprovechó para dar un ‘tirón’ de orejas sin insultos, sin 
					descalificaciones y con evidente clase política. 
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					Cruce de palabras entre Márquez y Vivas, por una cuestión 
					formal 
					El debate unido sobre las dos 
					modificaciones de créditos planteadas al Pleno por el 
					Gobierno, tuvo un inicio de cierto rifi rafe en el que la 
					Secretaria General constató que aunque no se le había dado a 
					la oposición durante 15 días los documentos para su estudio, 
					sí habían estado expuestos públicamente, lo que acorde a 
					numerosas sentencias del TS, no implicaba que estos puntos 
					del orden del día quedase fuera, sino que podía ser debatido 
					y votado. La intervención de la secretaria general se debió 
					a la petición de Caballas que empleó la fórmula previa de 
					“por una cuestión de orden”, que recogió el presidente de la 
					cámara, como no podía ser de otro modo aunque no fue tan 
					benévolo, por su parte, con el diputado del Grupo Popular, 
					Márquez de la Rubia que, aunque al final sí pudo expresarse, 
					recordó a Vivas que los diputados de la bancada popular 
					tenían los mismos derechos de emplear esa fórmula y recibir 
					el mismo criterio de la Presidencia. 
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