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OPINIÓN - SÁBADO, 28 DE ENERO DE 2012

 

OPINIÓN / ANALISIS

Coalición Caballas “se desmotiva” con el Príncipe
 


Nuria de Madariaga
opinion@elpueblodeceuta.com

 

Hay que partir de la base de que el Príncipe es una barriada más de la ciudad en la que viven y conviven todo tipo de personas, aunque predominan las buenas personas y luego existe algún grupúsculo de indeseables que crean problemas, como en todas partes. El gran problema del barrio es que, por intereses políticos claramente espúreos, han tratado de estigmatizarlo y de presentarlo cómo si fuera uno de esos desdichados poblados marginales de chabolas, sin aceras ni alcantarillado, con ratas como leones comiendo de los montones de basura, si acceso a la red eléctrica y con los yonkis pinchándose acurrucados en las esquinas y arrojando las jeringuillas a los charcos. Pero eso se llama Las Barranquillas y lleva el nombre de muchos desgraciados enclaves chabolistas de nuestra geografía, que no son el Príncipe, por supuesto. Para los que viven entre cartones, chatarra y techos de plástico, esa barriada, con sus bloques y viviendas de pisos, farmacia, comercios y bares con algunas casas de apariencia francamente cara, el Príncipe es poco menos que la Puerta de Alcalá de Madrid y el distrito entero del barrio de Salamanca.

¿Y por determinados hechos puntuales o porque exista un grupo de pandilleros sin detener que tira piedras a la Policía puede considerarse un barrio como “marginal”? Para quienes conocemos barrios marginales “de verdad” con trapicheo de drogas en cada tramo de las aceras, las putas despachando con los clientes en los portales y tirando los preservativos usados a la calle, los drogadictos enzarzados en continuas peleas, los tironeros acuclillados vendiendo lo robado cada metro y medio, las bandas a navajazos y a tiros cada noche y la Policía entrando en las casas con los mazos en las redadas, el Príncipe es un barrio ejemplar. Y por mucho que se esté en Ceuta no podemos desvincularnos de forma tan artificiosa de la auténtica realidad española. Pero durante demasiados años, los manipuladores han estado intoxicando a los vecinos, repitiéndoles “lo mal que están” y “los derechos que tienen y les son negados”. ¿Derechos que les son negados? Lógicamente ninguno de los políticos intoxicadores que tratan de incentivar el comportamiento victimista de los del Príncipe se ha tomado jamás la molestia de constituir una delegación de habitantes del barrio, trasladarla a la Península y hacerla visitar lugares marginales “de verdad” para que comprendan lo afortunados que son teniendo lo que tienen.

¿Culpable? El Gobierno de la Ciudad Autónoma de Ceuta en su totalidad, por haberle bailado el agua a los manipuladores, por miedo, por complejos, por el cobarde “no vaya a ser que digan...”. Pues yo les digo, que, por parte de la ciudadanía y de la mayoría absoluta de los contribuyentes, pueden decir misa en arameo y usar mucha hisopadura y los “¡Vade retro!” que les salgan de los huevos, pero ni el Príncipe, ni Poblado Regulares, ni Benítez, ni Hadú ni ninguna otra barriada de Ceuta puede tener un trato privilegiado, con planes “específicos” ¿Que hay paro? Cómo en toda España ¿En qué barrio español no hay parados? Desde trabajadores de a construcción a empleados y 100.000 pequeños empresarios de las pymes que han visto quebrar sus negocios, más 300.000 arrojados de sus casas por no poder pagar las hipotecas, más 1.000.000 de “sintecho” durmiendo en los cajeros y en las escaleras del metro. ¿Tendremos una poquita de vergüenza y dejaremos de faltarle al respeto a la España que hace colas en los comedores de Cáritas? Me pregunto.

Así el Príncipe y sus supuestas “carencias” han sido el arma arrojadiza de partidos a los que les ha interesado dramatizar la realidad y pinchar a los vecinos contra el Gobierno, contra “este” Gobierno, contra “cualquier” Gobierno y a eso se le llama “intentos de desestabilización”. ¿Para qué? Que respondan quienes tengan que responder, porque para eso les pagan. Pero las tentativas de enardecer al vecindario no parecen haber dado sus frutos en número de votantes y Coalición Caballas se bate en retirada abandonando la desigual, injusta y discriminatoria “Comisión Institucional del Príncipe”, que es una especie de carga de profundidad contra el Principio de Igualdad del artículo 14 del texto constitucional ¿Y por qué Benzú no y el Príncipe sí? ¿Y por qué Hadu no tiene “Comisión Insitucional”? ¿Y por qué no la tienen los Rosales y el Morro?. Esto es oprobioso y se ve mucha alevosía y mucho de maricomplejines por parte de quienes están dispuestos a comulgar con ruedas de molino cada mañana en virtud de ser profesionales de la buena conciencia.

Que son un grupo puramente simbólico, frente a miles de ciudadanos que ni admiten tratos privilegiados ni comprenden el por qué esos tipos de Caballas piden anualmente ¡millones de euros para el Príncipe!, cuando en cientos de puntos de nuestra geografía la gente vive de las sobras de los restaurantes donde, los camareros, sabiendo el hambre que hay, tratan de no tirar los restos de los platos a la basura y de aprovechar todo lo aprovechable para entregarlo envuelto en papel albal a quienes esperan en las puertas traseras. Y no es que, por supuesto, no se vayan a dar. Sino que no puede permitirse el que unos desaprensivos vuelvan la espalda a la España que sufre y pasa calamidades y le escupa a la cara teniendo la osadía de pedir ¡6 millones de euros al año para el barrio! ¿Saben esos tiparracos el hambre que se puede quitar a miles de criaturas con esa cantidad? ¡Me cago en todo lo que se menea! ¿Es que los ciudadanos vamos a tener que movilizarnos y la sociedad civil dar una respuesta en los Juzgados a quienes tratan de conculcar la Constitución y trato desigual?

Manuel Fraga Iribarne siempre decía que para él, lo peor en política era la frivolidad. Pero lo decía porque él no vivió en sus años jóvenes políticos la lacra del “buenismo” ni tampoco el repulsivo “victimismo” como opción.

¿Que Caballas se retira de la Comisión del Príncipe? Lo que se tiene que disolver es la Comisión o por el contrario hacer una por cada barrio de Ceuta para no caer en el agravio comparativo que se está perpetrando. No obstante el hecho de “existir” para Caballas implica el tener siempre algún caballo de batalla al retortero y si no lo tienen lo fabrican, pero el rollo del Príncipe cómo arma arrojadiza ha tocado fondo y no da más de sí. Porque ni son las Barranquillas, ni lo han sido, ni lo serán jamás.
 

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