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En ocho años, Ceuta ha atendido a unos 6.000 menores
extranjeros no acompañados (MENA), la mayoría marroquíes.
Junto con el dato de los 4 millones que cuesta esta atención
cada año, es una cifra “lo suficientemente alta como para
tomarse muy en serio el tema”. Por ello, el delegado del
Gobierno, se propone recuperar una Instrucción del Fiscal
del Estado que permitía la repatriación de menores
considerados “emancipados”.
En los últimos ocho años Ceuta ha atendido a cerca de 6.000
menores extranjeros no acompañados (MENA), la mayoría
procedentes de Marruecos. Junto con el dato de los 4
millones de euros que cuesta esta atención cada año, se
trata de una cifra “lo suficientemente alta como para
tomarse muy en serio el tema”. Esta es la opinión del
delegado del Gobierno, Francisco Antonio González, quien en
breve, “una o dos semanas” llevará a Madrid su propuesta de
recuperar una instrucción del Fiscal General del Estado que,
en época del Gobierno de José María Aznar consideraba a los
menores extranjeros no acompañados de entre 16 y 18 años que
tuvieran permiso de viaje o pasaporte como “emancipados” y
facilitaba por tanto su retorno a su país de origen.
La recuperación de esta instrucción, que el delegado tiene
previsto tratar en una próxima reunión en Madrid, supondría
un paso para conseguir rebajar esta presión migratoria de
menores, una más de las que sufre Ceuta y de la que se hace
cargo de manera solidaria respecto al resto del territorio
nacional por su carácter de ciudad fronteriza. Uno de los
problemas concretos por el que este diario preguntó al
delegado del Gobierno fue el de los MENA que desde hace años
viven y merodean por la zona de las escolleras del Muelle de
la Puntilla. Tal como informaba EL PUEBLO en su edición de
ayer, uno de estos menores, muchos de ellos enganchados a
sustancias como el pegamento, que esnifan para drogarse, se
precipitó este martes desde una altura de 4 metros y sufrió
diversos traumatismos. La situación de estos menores, que
rechazan permanecer en los centros de acogida, también ha
generado otros problemas, como las quejas de los
comerciantes de la zona por los hurtos y desórdenes que a
veces protagonizan.
La instrucción que el delegado pretende recuperar se dictó
por el entonces fiscal general del Estado, Jesús Cardenal, y
con ella se respondía al hecho de que los menores de entre
16 y 18 años con pasaporte necesitan de autorización paterna
para obtenerlo, por lo que estos menores que pasan la
frontera “no pueden considerarse como abandonados no
tutelados, sino que se trata de menores emancipados, pues
pueden viajar aunque no esté acompañado por el tutor”,
explica González Pérez.
En estos casos, la tutela no correspondería a las
autoridades españolas y al tener la consideración de
emancipados podrían ser devueltos a Marruecos mediante
procedimientos “acordes” con la legislación española
vigente. En base a ello, “dentro de las posibilidades
legales y teniendo en cuenta que en los últimos años ha
habido modificaciones de convenios internacionales que
afectan al menor”, la Delegación pretende estudiar si existe
la posibilidad de que se dicte una instrucción técnica de la
Fiscalía que recoja esta peculiaridad con respecto a los
menores que provengan de terceros países y que tengan el
documento de viaje. “Así dejaríamos de ver cómo un padre
marroquí llega con su coche, deja al niño en Ceuta y se
vuelve a Marruecos”, explica el delegado.
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“La mejor tutela para un niño, salvo casos de violencia, es
la de sus padres”
La pretensión del delegado del
Gobierno, Francisco Antonio González, de recuperar la
consideración de menor “emancipado” para los menores
extranjeros no acompañados (MENA) de entre 16 y 18 años con
pasaporte responde al convencimiento de que “la mejor tutela
para un niño, sin ningún género de dudas y salvo que haya
violencia de por medio, es la de sus padres”. “Al fin y al
cabo eso es lo que debemos considerar”, apunta, para agregar
que poner “un poco de freno” a la situación que se vive en
Ceuta con la atención a estos menores, “intentar
solventarla” es lo mejor tanto para los menores, como para
el Estado español y para la ciudad de Ceuta. El delegado del
Gobierno está pendiente de confirmación de una próxima
reunión en Madrid, “en una o dos semanas” para buscar
soluciones a este problema que Ceuta arrastra desde hace
años y que afecta a miles de niños, la mayoría procedentes
del país vecino.
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