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					Mayo es, con la mejora de las condiciones climatológicas, el 
					mes en el que suelen darse los repuntes en la llegada de 
					inmigrantes clandestinos. Sin embargo, hasta el momento, el 
					año está siendo relativamente tranquilo en relación a lo 
					ocurrido en 2011. Desde enero han sido 108 los inmigrantes 
					registrados en el CETI, aunque muchos, 44, no son 
					subsaharianos, como ocurría en años anteriores, sino 
					argelinos. El centro de acogida se encuentra hoy por debajo 
					de su capacidad máxima, con 415 residentes, mientras que en 
					junio del pasado año ya se había superado, con 520. Se 
					calcula que Marruecos ha frenado 400 entradas desde enero. 
					 
					La cifra de inmigrantes subsaharianos que acceden de forma 
					clandestina a Ceuta se ha visto sensiblemente reducida en lo 
					que va de año, respecto al anterior. Así se desprende de los 
					datos de acogidos en el Centro de Estancia Temporal de 
					Inmigrantes (CETI), que desde enero ha registrado 108 nuevos 
					residentes, de los cuales 64 procedían de países del África 
					subsahariana. El resto son ciudadanos argelinos, lo que 
					supone un repunte en entradas de personas de esta 
					nacionalidad respecto a años anteriores. 
					 
					Por su parte, el número de salidas programadas en estos casi 
					cinco meses ha ascendido a 308, con lo que, a diferencia de 
					lo ocurrido en 2011, el CETI no se encuentra sobreocupado. 
					Según cifras ofrecidas ayer mismo, cuando llegó una mujer 
					argelina y la policía detuvo a nueve residentes para su 
					posterior repatriación, en la actualidad hay 425 personas 
					registradas pero unos 415 residentes reales.  
					 
					La situación es muy distinta de la que se daba en mayo de 
					2011. En aquellos momentos, los inmigrantes subsaharianos 
					asediaban literalmente la planta de transferencia de 
					residuos del Hacho con la intención de colarse en uno de los 
					camiones de transporte de la basura a la península. La 
					llegada de inmigrantes era ya entonces constante y sólo en 
					una semana, entre el 26 de mayo y el 4 de junio, fueron 44 
					los subsaharianos que entraron en Ceuta, todos por vía 
					marítima. A finales de junio, la cifra de residentes en el 
					CETI superó ya el límite de plazas, 512, y alcanzó las 520. 
					A finales de año, acabaría rozando las 800. 
					 
					La presión de la inmigración clandestina fue creciendo a 
					partir de mayo de 2011 y el primer récord se batió en julio, 
					con 305 entradas.  
					 
					Tal como informó este diario a comienzos de junio de 2011, 
					las mafias de la inmigración ilegal habían encontrado un 
					nuevo resquicio ensayado ya en el año anterior, cuando las 
					autoridades marroquíes dejaron de permitir el acceso a sus 
					aguas de la Guardia Civil para rechazar a los inmigrantes. 
					La ruta por tanto, se acortó, pues para acceder a territorio 
					español ya no hacía falta navegar hasta las costas 
					peninsulares, bastaba con lanzarse al agua en pequeñas 
					balsas playeras o a nado desde Marruecos y avanzar unos 
					metros antes de ser rescatados, ya en aguas ceutíes o en la 
					misma playa, por los servicios españoles.  
					 
					Sólo una mayor vigilancia desplegada por el vecino país y el 
					refuerzo llevado a cabo a finales de diciembre en el Tarajal 
					y Benzú, logró frenar las continuas avalanchas de personas, 
					hasta 60 de una sola vez, del pasado año. 
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					El primer ministro marroquí se reúne hoy con el rey Juan 
					Carlos y Mariano Rajoy en Madrid 
					El primer ministro marroquí, el 
					islamista Abdelilah Benkirán, visita hoy Madrid por primera 
					vez desde su nombramiento, en enero, y será recibido por el 
					rey Juan Carlos y por el presidente del Gobierno, Mariano 
					Rajoy. Según informa Efe, la agenda de la visita, cerrada a 
					última hora, incluirá un almuerzo en el Senado, ofrecido por 
					el presidente de la Cámara Alta, Pío García Escudero, a la 
					delegación marroquí. 
					 
					Rajoy tuvo ocasión de reunirse con Benkirán quince días 
					después de su nombramiento, en Rabat, en su primer viaje al 
					extranjero como presidente. En aquella ocasión ambos 
					acordaron abrir una nueva etapa en las relaciones 
					bilaterales, por encima de las tradicionales discrepancias 
					sobre Ceuta y Melilla o el conflicto del Sáhara. Rajoy apoyó 
					entonces con firmeza las reformas políticas iniciadas por 
					Mohamed VI y acordó con Benkirán retomar después del verano 
					la celebración de las cumbres bilaterales, interrumpidas en 
					2008. La última vez que un primer ministro marroquí visitó 
					España fue en marzo de 2010, con motivo de la celebración en 
					Granada de la I Cumbre entre Marruecos y la UE. La última 
					cumbre bilateral fue dos años antes. 
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