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					Las mafias de la inmigración no descansan a la hora de idear 
					nuevos métodos para burlar las fronteras de Ceuta. De eso 
					saben mucho los vecinos de las zonas limítrofes a los pasos 
					fronterizos, sobre todo, los de Benzú, que han visto “de 
					todo”. Una de las últimas invenciones consiste en lanzar al 
					agua a varios inmigrantes ayudados de colchones que flotan 
					lo suficiente como para servirles de apoyo hasta alcanzar la 
					costa española. Otros nuevos elementos que han aparecido 
					este año en el repertorio empleado por los subsaharianos, 
					organizados por estas mafias en sus intentos de alcanzar 
					territorio español, es un flotador que se colocan a modo de 
					cinturón.  
					 
					Aunque ya se habían visto en 2010, el pasado año fue el de 
					explosión de un nuevo y llamativo fenómeno, la llegada de 
					inmigrantes en pequeñas embarcaciones playeras. A menudo, 
					utilizaban remos de plástico, pero muchos otros eran de 
					madera, con diferentes modelos de tosca fábrica o corte de 
					carpintería.  
					 
					Las cámaras de neumáticos han sido otros de los elementos 
					más usados por los inmigrantes en sus incursiones a nado, 
					pero a finales de 2011, en su paso por el espigón del 
					Tarajal algunos de ellos también se sirvieron de algo más 
					rudimentario: garrafas de agua y de otros productos que se 
					anudaban a la cintura para flotar.  
					 
					En cuanto a las rutas hay asimismo diferencias. Si hace unos 
					años, se empleaban grandes zodiac a motor para tratar de 
					alcanzar la península, las balsas de menor tamaño siguen 
					siendo hoy, al igual que en 2011, la tónica general. Al 
					cerrarse el paso por el Tarajal, con el refuerzo de la 
					escollera y mayor presencia policial, y añadirse la 
					vigilancia de patrulleras de la Armada Real en ambas bahías, 
					las embarcaciones comenzaron a llegar por Benzú, algo más 
					alejadas de la costa. La playa de Wad Marsa, cerca de Tanger-Med 
					fue -tal como publicó este diario el pasado 21 de marzo- un 
					nuevo punto de partida detectado por las autoridades 
					marroquíes, que según datos de la Delegación del Gobierno, 
					han interceptado a 400 inmigrantes en lo que va de año.  
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