PortadaCorreoForoChatMultimediaServiciosBuscarCeuta



PORTADA DE HOY

Actualidad
Política
Sucesos
Economia
Sociedad
Cultura
Melilla

Opinión
Archivo
Especiales  

 

 

OPINIÓN - JUEVES, 31 DE MAYO DE 2012

 

OPINIÓN / EL OASIS

Ángel Muñoz Vega
 


Manolo De la Torre
manolodelatorre@elpueblodeceuta.com
 

Lo conocí cuando apenas llevaba yo unos meses residiendo en la ciudad. De lo cual hace ya casi treinta años. Un día me dijeron que Ángel Muñoz Vega respiraba socialismo a raudales. Pero yo entonces, como ahora, le concedía escasa importancia a las ideas políticas que tuvieran los demás.

Por aquel entonces, principio de los años ochenta, Muñoz Vega había cumplido los cincuenta años. Destacaba por su estatura y su presencia despertaba interés. Las mujeres decían de él que tenía muy buena facha. Con tan buen aspecto, elegancia natural, y un sentido del humor siempre dispuesto para las ocasiones concretas, nuestro hombre se hacía notar sin querer.

Pero lucir palmito no era lo suyo. Lo suyo era, había sido desde muchos años antes, trabajar duramente para sacar adelante a sus hijos. Que habían ido llegando como si tal cosa. De manera que cuando quiso darse cuenta se vio rodeado por una prole que le exigía una entrega completa al trabajo. Pues nunca ha sido tarea fácil sacar seis hijos adelante.

Pero Muñoz Vega, además de afrontar el reto con buen son y una disposición y entrega inmejorables, terminó por convertirse en patriarca de una familia numerosa cuyos miembros nunca han olvidado el respeto que le deben. Respeto que se ha ganado a pulso. Ejerciendo de padre de sus hijos tanto en los momentos buenos como en los menos buenos. Me consta que jamás escurrió el bulto y que siempre estuvo inconmensurable en sus intervenciones.

Ángel Muñoz Vega ha cumplido ochenta y tres años. Y, días atrás, tuve la suerte de charlar un rato con él. Testigo de nuestra conversación fue Luis Parrilla: empresario que tantos amigos ha sido capaz de hacer en esta ciudad. Y le dimos un repaso laboral a la vida de don Ángel. Y le oímos decir el enorme orgullo que siente cuando mira a su alrededor y ve la situación de su familia.

La vida de Ángel Muñoz Vega no ha sido fácil. Pero él sigue pensando que los momentos complicados nunca hicieron mella en el entusiasmo que él sabía que tenía que dedicar a su empresa. Y, por tanto, cada amanecer se levantaba convencido de que todos los problemas se podían arreglar trabajando. Y revestido de tales ánimos nunca cayó en las redes de las desgana. Si bien nos dijo que a su lado había tenido y seguía teniendo a una gran mujer. Salieron a relucir sus nietos. Celebrándome el haber sido abuelo en diecisiete ocasiones. Sin olvidarse de airear que ya es hasta bisabuelo.

Por último, en el tramo final de una conversación placentera, don Ángel va y me dice que está deseando que comience el Mundial de Fútbol de Sudáfrica. Porque está convencido de que España, con los jugadores que tiene, acabará ganando el Campeonato. Eso sí, lo mejor de todo es que a su edad, y con los achaques lógicos, acudir al trabajo sigue siendo su obsesión. Pues no concibe su vida sin, al menos, darse una vuelta por el despacho de sus negocios y participar del ambiente. Su vida, la vida de don Ángel, merece premio…

(Esta columna fue publicada el 28 de mayo, viernes, de 2010. Y he creído conveniente reproducirla. Debido a que Ángel Muñoz Vega falleció cuando alboreaba el día 30 del mes en el cual vivimos. Descanse en paz).
 

Imprimir noticia 

Volver
 

 

Portada | Mapa del web | Redacción | Publicidad | Contacto