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					A partir del lunes, el usuario del Ingesa deberá presentar 
					además de la receta, el DNI y la tarjeta sanitaria para 
					comprar un producto farmacéutico. Si hasta ahora, para los 
					pensionistas eran gratuitos los medicamentos y los 
					trabajadores aportaban un 40% del precio, con el Real 
					Decreto Ley 16/2012, se pagará hasta el 60%, con topes 
					máximos para los pensionistas de 8, 18 o 60 euros mensuales, 
					en base a la pensión. No pagarán los perceptores de 
					pensiones no contributivas ni los parados sin prestación 
					económica. 
					Los médicos de cabecera prescribirán, a partir del lunes, 
					recetas con códigos diferenciados en función de la renta que 
					tenga el usuario del Sistema Nacional de Salud (SNS). La 
					recetas verde y roja (activos y pensionistas) pasarán a la 
					historia, aunque se seguirán utilizando hasta agotar 
					excedentes y las prescritas antes del lunes se podrán 
					también utilizar. Sin embargo, lo que contará a efectos de 
					la prestación farmacéutica será el código que aparezca 
					impreso. El director territorial del Ingesa, Fernando 
					Pérez-Padilla, dio ayer detallada cuenta en rueda de prensa 
					de cómo la Sanidad ceutí afrontará estos cambios y de en qué 
					medida afectarán a los usuarios.  
					 
					El nuevo modelo de aportación farmacéutica, efectivo a 
					partir del 1 de julio (que se traslada al lunes como primer 
					día laborable), es el que recoge el Real Decreto Ley 
					16/2012, dentro de las medidas adoptadas para poder 
					garantizar la sostenibilidad económica del SNS.  
					 
					Para aplicar este nuevo modelo, el usuario que vaya a 
					comprar un medicamento, además de la receta, deberá enseñar 
					el DNI y la tarjeta sanitaria. Hasta ahora, el usuario 
					pagaba el 40% del precio del medicamento, a excepción de los 
					pensionistas, para los que eran gratuitas. Desde el lunes, 
					las personas con rentas inferiores a 18.000 euros anuales, 
					pagarán el 10% de los medicamentos si son pensionistas o el 
					40% si están trabajando. Los usuarios con rentas entre 
					18.000 y 100.000 euros anuales, pagarán el 10% si son 
					pensionistas o el 50% si son activos. Por último, las rentas 
					superiores o iguales a 100.000 euros aportarán el 60% de los 
					medicamentos. Los pensionistas tendrán estipulado un máximo 
					de aportación económica que se sitúa en 8, 18 o 60 euros, 
					según los tres grupos supuestos de renta.  
					 
					Devolución 
					 
					Pérez-Padilla ha explicado que finalmente no será el usuario 
					el que tenga que reclamar ese importe excedente, sino que a 
					final de mes el Ingesa y el Instituto Nacional de la 
					Seguridad Social (INSS) cruzarán datos con las farmacias y 
					se devolverá el importe en la cuenta donde tenga domiciliada 
					la pensión. El Estado dispondrá de entre tres y seis meses 
					para ingresar la devolución y el usuario debe guardar las 
					facturas por si hubiese algún error. “No se hará media entre 
					las aportaciones de los diferentes meses”, puntualiza 
					Pérez-Padilla. 
					 
					Por su parte, estarán exentos de pagar los medicamentos las 
					personas perceptoras de pensiones no contributivas, las que 
					reciban rentas de integración social, los parados de larga 
					duración que han perdido el derecho a prestación, los 
					afectados del síndrome tóxico y personas con discapacidad en 
					los supuestos contemplados en la normativa y los 
					tratamientos por accidentes de trabajo y enfermedades 
					profesionales. Además, en las campañas sanitarias se pagará 
					el 10% del medicamento, hasta 4,13 euros. Del mismo modo, 
					los pacientes crónicos pagarán el 10%, con una cuantía 
					máxima de 4,13 euros. Por su parte, los mutualistas pagarán 
					el 100% con una receta del Ingesa o el 30% con una receta de 
					su seguro.  
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					Los inmigrantes pagarán el cien por cien de los medicamentos 
					prescritos 
					Los extranjeros no registrados 
					como residentes en España tendrán asistencia sanitaria por 
					urgencias, pero el tratamiento ambulatorio que se les 
					prescriba una vez ha salido del hospital, tendrá que 
					pagárselo al cien por cien. En cuanto a las mujeres 
					extranjeras embarazadas recibirán atención durante el 
					embarazo, el parto y el postparto, así como asistencia a los 
					menores de dieciocho años. La aportación económica que deben 
					hacer de los medicamentos durante ese periodo será del 40%. 
					Otro caso diferente serán los extranjeros comunitarios, 
					portadores de tarjeta sanitaria europea. Este supuesto está 
					aún pendiente de consenso, pero de momento pagarán el 10% si 
					es pensionista, y el 50% si es activo.  
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