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					La Fundación La Caixa ha hecho publico recientemente, un 
					estudioo sobre el nivel de emancipación de la juventud en 
					España y se ha planteado una interrogante: ¿Por qué a los 
					jóvenes españoles les cuesta tanto independizarse? 
					 
					La respuesta a esta cuestión vienen determinada, según el 
					mencionado estudio, a muchos factores.: se analiza que la 
					influencia clásica del retraso en la emancipación juvenil 
					que antes se producía por una cuestión de comodidad, ya que 
					antes elegían el momento de abandonar el hogar familiar y, 
					ahora, en cambio, son las circunstancias las que les obligan 
					a permanecer bajo el cobijo de la familia ante las serias 
					dificultades de encontrar empleo y, por tanto, la 
					independencia económica necesaria para formar un hogar 
					propio o lograr la emancipación necesaria para poner en 
					práctica su propio proyecto de vida. 
					 
					“Antes elegían -dice un experto- y ahora no hay opción: es 
					lo que hay. Continuar con los padres mientras surge una 
					oportunidad laboral. De esta manera se cercena la capacidad 
					de elección y la realización personal”.En cuanto a las 
					consecuencias que se derivan de esta situación, hay que 
					referirse a una muy clara: la frustración ante la 
					imposibilidad de poder formar una familia y un proyecto 
					profesional.De ahí que muchos jóvenes, en las actuales 
					circunstancias, se planteen la marcha fuera del país, 
					emigrando hacia la búsqueda de un futuro laboral y personal, 
					lo que conlleva un factor negativo para España: la pérdida 
					demográfica y de calidad profesional. 
					 
					Los jóvenes son el eslavón más frágilde la cadena laboral y 
					su acceso al mercado laboral se produce, para la mayoría en 
					el mejor de los casos, a empleos precarios y temporales, que 
					precisamente son los que, en las actuales circunstancias 
					económicas, más se han destruido en el mercado laboral. 
					 
					En España 7 de cada 10 jóvenes, entre 20 y 29 años, según el 
					estudio de la Fundación La Caixa viven con sus padres. Un 
					porcentaje demasiado elevado y que da una idea de cómo está 
					la situación en nuestro país. 
					 
					Además, los jóvenes son quienes menos capacidad tienen de 
					negociar sus derechos laborales. Por tal razón, en ellos se 
					concentran dos circusntancias. la precariedad y la reducción 
					salarial. Otra consecuencia añadida a toda esta situación es 
					la desconfianza de los jóvenes ante los políticos e 
					instituciones porque no visibilizan que se atiendan sus 
					demandas. 
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