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					La Unidad de Intervención Rápida (UIR), perteneciente a 
					la Policía Local, realiza en la frontera y en las naves del 
					Tarajal entre 20 y 30 denuncias diarias por venta ambulante 
					y multas de camiones que se quedan durante la mañana en las 
					instalaciones del polígono -cuando hasta las 13.00 horas no 
					pueden entrar-. EL PUEBLO ha acompañado a uno de los dos 
					grupos de la unidad en diferentes servicios. Además del 
					Tarajal, la UIR lleva a cabo batidas en las barriadas del 
					Campo Exterior y pone en marcha controles en los accesos de 
					Príncipe Alfonso. También se encarga de controlar las zonas 
					de botellón. 
 La Unidad de Intervención Rápida (UIR), perteneciente a la 
					Policía Local, realiza en la frontera y en las naves del 
					Tarajal entre 20 y 30 denuncias diarias por venta ambulante 
					y por multas de camiones con bateas que se quedan durante 
					las mañanas dentro de las instalaciones del polígono -cuando 
					la normativa no permite entrar a este tipo de vehículos 
					hasta las 13.00 horas-. Estas multas oscilan entre los 100 y 
					200 euros. Así lo explica el subinspector de uno de los dos 
					grupos que forman esta unidad.
 
 Uno de los equipos está constituido por doce policías, dos 
					oficiales y un subinspector. El otro está formado por una 
					decena de agentes, un oficial y un subinspector. Todos están 
					dirigidos por un jefe, que es el que responde sobre las 
					intervenciones realizadas al superintendente jefe del 
					Cuerpo, Ángel Gómez. Uno de los grupos se completará después 
					de que salgan nuevas plazas para acceder por oposición a la 
					unidad. Y es que, la formación específica para entrar en la 
					UIR es muy importante, comenta a EL PUEBLO uno de los 
					subinspectores, que explica que el equipo dispone de cuatro 
					furgones -dos de ellos deberán renovarse en breve- y un 
					todoterreno. A pesar de servir de apoyo al Cuerpo Nacional 
					de Policía (CNP) en algunas intervenciones en las que sea 
					necesario, los miembros de la UIR no tienen material 
					antidisturbios, sólo de protección.
 
 El subinspector comenta que la Unidad de Intervención Rápida 
					es “muy completa”, ya que realiza diferentes funciones a lo 
					largo de un servicio. En este sentido, los turnos de mañana 
					se encargan, desde las 8.00 horas, de controlar el tráfico y 
					los accesos en la zona de la rotonda junto a la frontera del 
					Tarajal. Unas horas después entran a las naves, en el paso 
					del Biutz, para interponer, en el caso de que sea necesario, 
					las correspondientes denuncias por venta ambulante. Además, 
					si es necesario, se proporciona apoyo al CNP para controlar 
					a las porteadoras.
 
 Controles fijos y ‘batidas’
 
 También se incautan los productos procedentes de la venta 
					ilegal: “Sobre todo se encuentran productos envasados o 
					productos ya preparados procedentes de Marruecos, como 
					huevos duros o ‘harera’”, aunque la incautación de ropa y 
					zapatos usados también se convierte en una constante de la 
					unidad. Durante las mañanas, el grupo se divide en 
					diferentes servicios y, mientras unos se encuentran en el 
					Tarajal, otros se dedican a llevar a cabo controles en los 
					accesos a la barriada de Príncipe Alfonso. “Si un vehículo 
					se da a la fuga hay que iniciar la persecución”, comenta el 
					subinspector, que explica que el ‘truco’ que tiene la unidad 
					para evitar estas huídas es utilizar un coche de “reacción”. 
					Este tipo de intervenciones suelen producirse “de noche”. 
					Otra de las actuaciones que se lleva a cabo durante las 
					mañanas es la de las “batidas”, que consisten en pasear por 
					las diferentes barriadas del Campo Exterior para evitar que 
					se produzcan incidentes.
 
 Así, el denominado ‘DEC’ (Dispositivo Estático de Control’) 
					es el que se encarga de trabajar en lugares como Los 
					Rosales. Otro de los equipos se traslada a “barriadas 
					intermedias”, es decir, el Morro, Polígono Virgen de África 
					o Villajovita.
 
 Por otro lado, la UIR acude a las entradas y salidas de los 
					institutos y, en el caso de que sea necesario, también 
					durante la hora de los recreos. Y es que con los 
					adolescentes se producen mayores altercados que en los 
					accesos a los centros de Primaria.
 
 Durante las mañanas, los miembros de la UIR suelen registrar 
					también denuncias por venta ambulante en las diferentes 
					barriadas.
 
 Institutos y albergue
 
 El trabajo de los servicios por las tardes, destaca el 
					subinspector, continúa en la zona del Tarajal, aunque se 
					instala un “servicio fijo” en la barriada de San José-Hadú, 
					además de poner en marcha el “control” anunciado por la 
					Consejería de Presidencia, Gobernación y Empleo, en las 
					inmediaciones del albergue en el que se alojan los Menores 
					Extranjeros No Acompañados (MENA).
 
 Por último, también se “incrementan los controles durante la 
					tarde-noche” ya que es cuando suelen producirse “más 
					incidentes”.
 
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