| 
					“Por las noches el trabajo es más intenso”. Así de 
					rotundo se muestra uno de los subinspectores de la Unidad de 
					Intervención Rápida (UIR), que explica que, cuando oscurece, 
					se produce un mayor número de persecuciones, denuncias por 
					practicar botellón o consumir sustancias estupefacientes. La 
					parte negativa es que los agentes también se ven afectados 
					por los apedreamientos. 
 “Por las noches el trabajo es más intenso”. Con estas 
					palabras, un subinspector de uno de los dos grupos de la 
					Unidad de Intervención Rápida (UIR), explica que las labores 
					de este equipo perteneciente a la Policía Local se 
					intensifican cuando oscurece. Y es que, se registra un mayor 
					número de persecuciones además de tener que poner en marcha 
					un servicio especial para evitar que se produzcan problemas 
					en las zonas más habituales en las que se practica el 
					botellón. Los empresarios del Poblado Marinero han 
					solicitado, tal y como informaba este diario en su edición 
					del pasado día 13, un mayor control. Agentes del Cuerpo 
					Municipal “despejan” durante todos los fines de semana estos 
					lugares para evitar problemas a los dueños de los locales. 
					Durante las noches también se produce un mayor número de 
					denuncias por consumo de sustancias estupefacientes, comenta 
					el subinspector.
 
 Las noches en las barriada suelen ser “más movidas” y se 
					producen más incidentes en los que la UIR debe intervenir.
 
 Durante estos servicios, al igual que ocurre con otros 
					Cuerpos y Fuerzas de Seguridad y el Servicio de Extinción de 
					Incendios y Salvamento (SEIS), la unidad se ve perjudicada 
					por los apedreamientos. Casi todos los vehículos con los que 
					cuenta esta unidad se han visto afectados por estos actos 
					vandálicos que no sólo, comenta el subinspector, se producen 
					en la barriada de Príncipe Alfonso, junto a la zona del 
					puente del Quemadero, sino en barrios como La Reina.
 
 Una lavadora en ‘La Reina’
 
 El subinspector recuerda una anécdota vivida en esa zona de 
					la ciudad, cuando, durante una intervención rutinaria de 
					control de vehículos, desde un edificio se les tiró una 
					lavadora desde uno de los pisos. “Por suerte”, asegura el 
					subinspector, “dio en el techo del furgón y no a ninguno de 
					los agentes”.
 
 |