sociedad - MIÉRCOLES, 18 DE SEPTIEMBRE DE 2013

CEUTA
Tamara Crespo
ceuta@elpueblodeceuta.com

Ceuta vivió ayer un nuevo episodio de entrada masiva de inmigrantes en la ciudad. La cifra de personas que logró acceder a nado por el espigón fronterizo del Tarajal, 91, ha batido no obstante récords, pues en 2011, cuando este método era el más habitual, el máximo fue de unas 70 en un mismo asalto. Según los datos de la Delegación del Gobierno, fueron unas 350 las personas que se lanzaron al mar desde el lado marroquí en esta nueva avalancha, la segunda de este año tras la registrada el pasado día 2, cuando de un grupo de unos 70 llegaron a Ceuta 33 subsaharianos. El CETI tiene unos 730 residente, 200 por encima de su capacidad.

La ciudad revivió la madrugada de ayer un episodio de entrada masiva de inmigrantes subsaharianos a nado por el espigón fronterizo del Tarajal. No obstante, y aunque el sistema reedita el método más habitual de acceso clandestino a la ciudad de hace dos años, en esta ocasión, la cifra de inmigrantes que ha logrado su propósito de llegar a Ceuta bate récords. Según las cifras oficiales de la Delegación del Gobierno, la avalancha estaba formada por unas 350 personas, 91 de las cuales llegaron a territorio ceutí.

Hacia las 05.30 horas, las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad observaron, según el relato del delegado del Gobierno, Francisco Antonio González, que había “una aglomeración importante” en el entorno de la frontera marroquí. A pesar de los intentos de la policía de ese país por dispersar a los subsaharianos -empleando según testigos presenciales, incluso palos- no pudieron evitar que decenas se lanzaran al agua. Como en anteriores ocasiones, los inmigrantes iban provistos de cámaras de neumático que utilizan como flotador.

Cruz Roja, con la que el Estado mantiene un convenio para la primera atención a inmigrantes que llegan de forma irregular por las fronteras terrestres y por mar, se desplazó a la frontera con su Equipo de Respuesta Inmediata en Emergencia (ERIE). De los “más de 80” inmigrantes a los que prestaron atención sanitaria y proporcionaron ropa seca, seis requirieron de su traslado a Urgencias del Hospital Universitario. De acuerdo con los datos proporcionados por la entidad humanitaria, las patologías que presentaban eran luxación de hombro, lesión de cadera, posible fractura del tabique nasal, lesión costal y heridas de consideración. También atendió Cruz Roja a inmigrantes tanto en la Jefatura Superior de Policía como en la comisaría de San Juan de Dios, donde el CNP procedió a la filiación de los recién llegados para su posterior traslado al Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI).

Por otra parte, la embarcación de Cruz Roja volvió a ser movilizada para la operación de rastreo conjunta, con Guardia Civil y Salvamento Marítimo, en busca de los doce inmigrantes que se dieron por desaparecidos el día anterior al caer de una patera.

Esta es la segunda avalancha de estas caractarísticas que se produce en 2013, la anterior fue el pasado día 2, cuando se lanzaron al mar unas 70 personas y alcanzaron Ceuta 33. La última antes de la citada se produjo el 22 de diciembre de 2011, con la llegada de 57 inmigrantes a la playa del Tarajal.
 

En Melilla se vive una situación similar, con la entrada de un centenar de inmigrantes a través de la valla

Unos 40 metros de valla resultaron dañados ayer tras la última avalancha de inmigrantes registrada en Melilla, similar a la vivida en Ceuta, y que, según datos recogidos por Efe, dejó un saldo de un subsahariano y seis guardias civiles heridos, así como el Centro de Estancia Temporal (CETI) colapsado, con el doble de su capacidad.

En total, más de un centenar de personas consiguieron entrar en la ciudad autónoma de un total de 300 que lo intentaron sobre las 06:30 horas -casi la misma a la que sucedía en Ceuta-, en la zona comprendida entre los pasos fronterizos de Barrio Chino y Beni Enzar.

En declaraciones a los periodistas, el delegado del Gobierno en Melilla, Abdelmalik El Barkani, resaltó la violencia con la que actuaron los inmigrantes, causando heridos entre los agentes y daños en vallado perimetral. “No entran por un paso fronterizo y con la documentación en regla. Entran haciendo daños en las infraestructuras de la valla y con heridos de guardias civiles. Y evidentemente, los guardias civiles no se hieren solos”, declaró el representante gubernamental.