PortadaCorreoForoChatMultimediaServiciosBuscarCeuta



PORTADA DE HOY

Actualidad
Política
Sucesos
Economia
Sociedad
Cultura
Melilla

Opinión
Archivo
Especiales

 

ACTUALIDAD - VIERNES, 12 DE DICIEMBRE DE 2008


momento del llano amarillo. reduan.

memoria histórica
 

Barceló propone convertir en “un homenaje de concordia entre los enfrentados” el Llano Amarillo

El Cronista Oficial elabora un informe sobre
las posibilidades para adaptar a la Ley de Memoria Histórica los símbolos y monumentos públicos existentes de exaltación personal o colectiva de la sublevación franquista, la Guerra Civil y de la Dictadura

CEUTA
Gonzalo Testa

ceuta
@elpueblodeceuta.com

Después de la retirada, ya confirmada en la última Sesión Plenaria por la consejera de Educación, Mabel Deu, de la Cruz de los Caídos de la Glorieta del Teniente Reinoso, adonde no volverá, el Cronista Oficial de la Ciudad ha elaborado un informe sobre el patrimonio ceutí que se ve afectado por la aprobación de la Ley de la Memoria Histórica. En él, Gómez Barceló plantea hacer pequeños cambios en el Llano Amarillo para convertirlo en “un homenaje de concordia entre los bandos enfrentados”; sugiere no eliminar más que un par de nombres de calles y propone colocar placas explicativas junto al monumento al Convoy de la Victoria.

Adaptar el Patrimonio Local a la Ley 52/2007 por la que se reconocen y amplían derechos y se establecen medidas a favor de quienes padecieron persecución o violencia durante la Guerra Civil y la Dictadura, más conocida como la Ley de Memoria Histórica, no exigirá demoliciones sonoras ni grandes cambios. Tan sólo un poco de voluntad política.

Así lo entiende al menos el Cronista Oficial de Ceuta, José Luis Gómez Barceló, en el informe que ha elaborado a petición de la Consejería de Educación y Cultura sobre la cuestión, a cuyo contenido ha tenido acceso este periódico.

En él, Gómez Barceló recuerda que en su tenor literal el artículo 1 de su texto explica que el objeto de dicha disposición legal es “reconocer y ampliar derechos a favor de quienes padecieron persecución o violencia, por razones políticas, ideológicas, o de creencia religiosa, durante la Guerra Civil y la Dictadura”.

Igualmente, con dicho texto se desea “promover su reparación moral y la recuperación de su memoria personal y familiar, y adoptar medidas complementarias destinadas a suprimir elementos de división entre los ciudadanos, todo ello con el fin de fomentar la cohesión y solidaridad entre las diversas generaciones de españoles en torno a los principios, valores y libertades constitucionales”.

“La Ley tiene repercusión en el plano cultural y, más concretamente, en el patrimonial, que nos afecta en Ceuta, a la vista de su artículo 15”, advierte en su informe el Cronista, que recuerda que en el epígrafe primero se encomienda a las Administraciones públicas que “en el ejercicio de sus competencias adopten “las medidas oportunas para la retirada de escudos, insignias, placas y otros objetos o menciones conmemorativas de exaltación, personal o colectiva, de la sublevación militar, de la Guerra Civil y de la represión de la Dictadura”.

La única salvedad que se establece al respecto se refiere a las menciones que sean “de estricto recuerdo privado, sin exaltación de los enfrentados” y a aquellas en las que concurran “razones arquitectónicas o artístico-religiosas protegidas por la Ley”.

De todos los elementos monumentales susceptibles de verse afectados por la Memoria Histórica el más sobresaliente de todos es el del Llano Amarillo, levantado en 1939 en Ketama para conmemorar las maniobras celebradas en aquel lugar por el Ejército español en 1936 como preludio al Golpe de Estado. Posteriormente fue trasladado a Ceuta y reconstruido. Cedido a la ciudad, está en suelo municipal.

“Por su valor ha sido destacado como una importante obra del movimiento moderno en diferentes obras de arquitectura”, subraya Gómez Barceló, quien opina que “la solución para este monumento, con valores indiscutibles demostrados por la bibliografía nacional, está en la retirada de la pieza con el nombre de Franco y del escudo de la Falange, los cuales no aparecen en fotografías como la conservada en el Archivo General de Tetuán de 1942”.

Igualmente, el Cronista sugiere la “transformación” de las escaleras que dan acceso al monumento “en un gran mural escultórico, pictórico o de cerámica en el que representar un homenaje de concordia entre los dos bandos enfrentados en la Guerra Civil”. “Más sencillo aún”, apunta Gómez Barceló como tercera opción, sería “cambiar la fecha del 18 de julio de 1936 por la del 1 de abril de 1939, que significa el fin de la guerra, que no la conmemoracion de su inicio”.
 


NOTICIAS RELACIONADAS

“Placas explicativas” para los pies de Franco y el Cañonero Dato y muy pocas supresiones

La jerarquía eclesiástica, competente sobre mantos y lápidas

 

Imprimir noticia 

Volver
 

 

Portada | Mapa del web | Redacción | Publicidad | Contacto