Cuando leemos los Historiales de las Fuerzas Regulares
enseguida encontramos nombres ilustres de la Historia de
España, personajes que en muchos casos comenzaron a forjar
su leyenda en estas Unidades junto a personajes desconocidos
pero no por ello menos ilustres, de ahí la grandeza de
nuestro Historial, escrito con la entrega y el sacrificio de
cada uno de los que nos precedieron. En esta ocasión,
coincidiendo con un tema del que televisión y prensa se
hacen hoy continuamente eco, la gestión del nuevo presidente
del Real Madrid, traigo a estas líneas la historia de un
curioso personaje que además de preceder a Florentino Pérez
en el cargo, fue abogado, periodista, diputado, Ministro de
la República en el exilio, fraile dominico y sobre todo
alférez de Regulares.
Rafael Sánchez-Guerra vio la luz en Madrid, el 28 de octubre
de de 1897. Hijo de D. José Sánchez-Guerra y Martínez y Dª
Luisa Sainz Fernández.
Sus primeros estudios, a principios de siglo, fueron en el
Colegio “Captier”, de los Dominicos franceses (San
Sebastián), teniendo ya desde pequeño inclinación por el
deporte, especialmente por el fútbol, llegando incluso a
jugar en los infantiles del Real Madrid tras su ingreso en
el Colegio del Pilar de Madrid, cantera de jugadores
madridistas, donde hizo amistad con algunos jóvenes que con
el devenir de los años adquirirían fama en el conjunto
blanco como Saura, Muñagorri, Eulogio, los hermanos Bernabéu,
Losada o Petit. Escogiendo una vez finalizado sus estudios,
el periodismo como forma de ganarse la vida, a pesar de
haber finalizado también la carrera de derecho, cultivando
todas sus secciones, desde política internacional hasta
crónica taurina y teatral y escribiendo en “ABC”, del que
fue redactor habitual desde 1920 a 1930, “Informaciones” y
“Ahora”, y el seminario “Blanco y Negro”.
Alférez de Regulares.
En 1918 es llamado a filas, ingresando el 1 de agosto de
1918 en la Caja de Buenavista (Madrid), de donde pasa
destinado en enero del año siguiente al Regimiento de
Caballería Cazadores de Taxdir 29 al que se presenta en la
Plana Mayor el 01 de febrero en Larache y donde después de
varios días de instrucción en el campamento de Sidi el Yrig
el día 21 se incorpora a la escolta del Comandante General
del Territorio, Emilio Barrera Luyando, con la que toma
parte el día 22 en la toma de la posición de Besla y el 26
en la de Tahatof, ascendiendo el 1 de abril a cabo de
Caballería por antigüedad, tomando parte el día 10 en la
ocupación de Kudia Dardara y el 13 en la de R,gaia y otras
posiciones. En esta época solicita insistentemente destino a
Regulares, consiguiéndolo el 29 de abril en el Grupo de
Regulares de Larache nº 4 al que se presenta en la Plana
Mayor. El 2 de mayo de 1919 jura fidelidad a la bandera y
este mismo día, por haber terminado el primer periodo de
instrucción, marcha con licencia ilimitada a Madrid.
El 4 de febrero de 1920, para servir el segundo plazo de
instrucción, es destinado al Grupo de Regulares de Melilla
nº 2, al que se presenta en Melilla el 13 de febrero
marchando al día siguiente a Zeluan, donde queda de
servicios de campaña y donde el 01 de marzo es promovido por
antigüedad al empleo de sargento, siendo declarado el 31 del
mismo mes apto para el ascenso a Suboficial de Complemento
del Arma de Caballería, concediéndosele por otra de igual
fecha el citado empleo con antigüedad de 1 de abril,
continuando de servicios de campaña al mando de la primera
sección del Escuadrón en Zoco el T,lazza.
Finalizado el segundo período de instrucción, y según consta
en acta de examen sufrido del 13 de abril de 1920, se le
declara apto para el empleo de Alférez de Complemento del
Arma de Caballería, empleo que le sería concedido por real
orden de 25 de abril de 1921, continuando en su destino
hasta que el 1 de agosto pasa agregado al Grupo de Regulares
de Ceuta nº 3, al que se incorpora el mismo día en Melilla
para formar parte de las Fuerzas Expedicionarias del Grupo.
Como ayudante del Tabor de Caballería asiste a los combates
para la protección del convoy al Atalayón (4 de agosto),
establecimiento de los blocaos nº 1 y 2 en el Barranco del
Lobo (día 5), protección del convoy a Aitaixa (el 11) y al
del sector sur de la plaza (los días 13 y 21) y protección
de la instalación de un blokao en el Barranco de Frahana
(día 23) donde resulta herido por arma de fuego con orificio
de entrada por la cara interna y salida por la cara externa
del tercio medio y cara posterior de la pierna izquierda,
teniendo que ser evacuado a San Sebastián (7 de septiembre)
debido a la gravedad de sus heridas que necesitan de 45 días
de curación, siendo dado finalmente de alta el 6 de octubre.
Una vez recuperado, el 28 de octubre de 1921 se reincorpora
a su Grupo en Melilla, volviendo a reanudar los servicios de
campaña, por los que el 14 de junio de 1922 es citado como
distinguido en la Orden General de la Alta Comisaría, a
propuesta del Comandante General de Melilla, por su
actuación en el periodo comprendido entre el 25 de julio de
1921 y el 31 de enero de 1922, concediéndosele igualmente
por real orden de 12 de diciembre de 1922 la Cruz de 1ª
Clase del Mérito Militar con distintivo Rojo en atención a
los servicios prestados y méritos contraídos en las
operaciones realizadas en la zona del Protectorado desde el
1 de agosto de 1921 al 31 de enero de 1922, 4º periodo, y
por otra de 23 de agosto de 1923 la Medalla de Sufrimientos
por la Patria por haber resultado herido por el enemigo en
operaciones de campaña. En esta situación cesa su servicio
activo en el Ejército el 12 de septiembre de 1923, si bien
antes, en febrero de 1920, había contraído matrimonio con
doña Rosario Moreno y Luque, nieta de la marquesa viuda de
Luque.
Finalizado su servicio militar y reincorporado a la vida
civil continúa con su labor periodística, aunque siguiendo
los pasos de su padre (Gobernador de Madrid en 1903;
Ministro de Gobernación en 1903/04, 1913/15 y 1917; Ministro
de Fomento entre 1908/09; Ministro de Guerra en 1922; jefe
del partido Conservador y Presidente del Congreso de
Diputados y del Consejo de Ministros en 1922) en febrero de
1923 entra en la vida política al ser elegido diputado por
el distrito de Jaca (Huesca.
Declarado republicano en 1925, en 1929 toma parte, junto a
su padre, en la sublevación militar de Valencia, por la que
fue detenido, sometido a consejo de guerra y absuelto en
noviembre del mismo año. Dos años después, en las elecciones
del 12 de abril de 1931, fue elegido Concejal del
Ayuntamiento de Madrid y al proclamarse, dos días más tarde
la Segunda República, sacó al balcón del edificio de la
Puerta del Sol, hoy sede de la Comunidad de Madrid, la
Bandera Republicana, siendo nombrado al mismo tiempo
Subsecretario de la Presidencia del Gobierno Provisional.
Poco después, el 11 de diciembre del mismo año, al ser
elegido Presidente de la República Niceto Alcalá Zamora, fue
escogido como Secretario General de la Presidencia de la
República, cargo en el que permanece hasta abril de 1936, en
que fue destituido al sobrevenir en España el poder del
Frente Popular.
Presidente del Real Madrid
Durante esta época, además de ejercer como político y
periodista, Rafael Sánchez-Guerra que siempre estuvo muy
interesado por el Real Madrid, intentó en 1933, con el apoyo
de los socios republicanos del club, ser presidente de la
entidad blanca, aunque fue derrotado por Luís Usera Bugallal,
que fue reelegido en el cargo. A pesar de esta derrota, no
decayó en el intento, y en 1935, pese a la oposición de una
parte importante de la sociedad, entre ellos Santiago
Bernabéu, volvió a intentarlo, siendo elegido el 31 de mayo
presidente del Real Madrid tras unas elecciones en las que
obtuvo una amplía mayoría, 445 votos, a pesar de tener el
inconveniente de no ser socio del Club y de que en algunos
sectores tradicionales del Club su nombramiento no fue bien
visto. En esta misma época (1934 a 1935) ejercería también
como presidente del Moto Club de España.
En la entidad blanca, Sánchez Guerra centró su gestión en
tres objetivos prioritarios: conseguir un domicilio social
de acuerdo a la categoría del Club; potenciar el equipo y
construir un nuevo estadio, bien en el mismo Chamartín o en
otro lugar de la ciudad. El primer apartado lo solventó con
la instalación de la sede social en un piso de la calle de
Recoletos, cerca de la Cibeles; el segundo reforzando el
equipo con la llegada de Lecue, procedente del Betis, y de
Kellemen y Alberty, ambos procedentes de Hungría; y en
cuanto al tercer apartado, Sánchez-Guerra solicitó al conde
de Maudes la venta de un trozo parcela en las inmediaciones
del estadio o la permuta de los terrenos de Chamartín por
unos enclavados en la calle Alcalá, frente a la plaza de
toros, aunque el inicio de la Guerra Civil trastocó todos
sus planes.
En el aspecto deportivo, el Real Madrid conseguía un
extraordinario éxito al conquistar la Copa de España a su
principal y eterno rival, el Barcelona, con una gran
actuación del portero madridista, Ricardo Zamora, que
agrandó, aún más, su mito. Fue el 21 de julio de 1936 en el
campo de Mestalla (Valencia) y el Real Madrid se impuso por
2 a 1 al Barça en el que fue además el último partido
oficial de fútbol que se jugó antes de la guerra que asoló
España durante tres años. Este triunfo fue el broche de oro
a una corta pero fructífera etapa al frente del Real Madrid,
pues tras el estallido de la Guerra Civil, el Frente Popular
se hizo cargo del Madrid FC y el 4 de agosto de 1936 Rafael
Sánchez-Guerra y su directiva fueron sustituidos por un
Comité encabezado por Juan José Vallejo, presidente de la
Federación Deportiva Obrera. Según los entendidos de la
época, de no haber estallado la guerra, el Club blanco, con
Sánchez-Guerra a la cabeza, estaba gestando una gran
empresa, tanto en su vertiente económica como en la
deportiva, con el reforzamiento de la plantilla y el
proyecto de construcción del nuevo estadio de Chamartín.
Al inicio de la guerra, Sánchez-Guerra que aunque se mantuvo
leal a la República y fue nombrado oficial de Estado Mayor,
se mantuvo alejado de toda actividad política, colaborando
para salvaguardar el estadio de Chamartín, que se dedicó a
festivales gimnásticos y actividades deportivas, pero no
pudo evitar que se convirtiera en campo de concentración y
que acabara semidestruido. En febrero de 1939 fue nombrado
junto al coronel Casado y el expresidente de las Cortes
Julián Besteiro, Secretario Político de la Junta de Defensa
en las negociaciones para la firma de una paz honrosa con
los nacionales y la entrada pacífica de éstos en la capital
de España, negándose a abandonar Madrid a pesar del peligro
de caer en manos de las tropas de Franco, siendo capturado,
condenado a pena de prisión y encarcelado, consiguiendo
escapar a París junto a su esposa e hijos (Francisco y
Rosario) en 1946.
Últimos años de su vida
En Francia sería nombrado Ministro de la República en el
exilio, fundando y dirigiendo en la agencia de
colaboraciones de prensa «Prensa Intercontinental» cuya
información se repartía desde París a los diarios de todos
los países de Hispanoamérica, y en Francia permanecería
hasta el 5 de octubre de 1959, cuando tras la muerte de su
esposa regresa a España amparado por su primo Antonio
Barroso y Sánchez-Guerra, Ministro del Ejército, ingresando
el 3 de febrero de 1960 en el Noviciado de Hermanos
Cooperadores Dominicos de Villava (Pamplona), donde después
de nueve meses recibe el Hábito de la Orden de Predicadores.
A pesar de ser fraile dominico, continuó practicando el
deporte y ejerció de árbitro en los partidos que disputaban
los novicios llegando incluso a recibir una visita del
Madrid, encabezado por Bernabeu, en uno de los viajes que el
equipo hizo a Pamplona.
Finalmente el 2 de abril de 1964 Rafael Sánchez-Guerra
fallece en Villava, y pese a sus tendencias políticas, en el
Real Madrid de la época se le guardó luto y respeto e
incluso se alabó su labor presidencial.
A lo largo de su vida escribió varios libros, entre ellos
“Dictadura, indiferencia, República” (1930), y “Mis
prisiones” (1947), en el que relató sus grandes momentos
políticos y dio noticia de las prisiones por las que pasó y
del número de presos; “Cartas a mis nietos” y “Mi convento”
(1961).
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