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					Cuando inicia su relato en el Salón de actos del centro 
					Asociado de la UNED en Ceuta, pocos imaginan la durísima 
					historia vital que esconde Christine. Esta joven congoleña, 
					de educación cristiana, tuvo que abandonar su país como 
					consecuencia de las revueltas que se iniciaron en su lugar 
					de origen tras el ascenso al poder del actual presidente de 
					la República Democrática del Congo, Joseph Kabila.  
					 
					Christine era la hija única de un matrimonio de familia 
					acomodada, su padre trabaja para el gobierno y su madre 
					también trabajaba. Tal y como relató ayer ella misma, el día 
					en que estallaron las revueltas, se vio sola en casa tras 
					conocer el asesinato de su padre, seguido pocas horas 
					después por el de su madre.  
					 
					“No hacía más que llorar y llorar, pero sabía que tenía que 
					salir de allí”, dice, recordando cómo se puso en contacto 
					con una amiga suya cuyos padres también habían sido 
					asesinados y con la que intentó buscar una salida hacia 
					Camerún. Ellas apenas eran dos adolescentes cuando 
					comenzaron su huída del país, tras la que pasaron por 
					Argelia. Tras ser objeto de violaciones por parte de grupos 
					de hombres que se provechaban de la situación caótica del 
					país, la amiga de Christine falleció, ya que padecía de 
					problemas del corazón. “Entonces volví a llorar y a llorar, 
					no sabía a dónde ir ni cómo lo conseguiría sola”.  
					 
					Pensó en buscar un trabajo, y lo consiguió como ama de casa 
					en Argelia, donde el marido de la mujer que la contrató 
					intentó abusar de ella igualmente.  
					 
					Christine tuvo que salir corriendo en medio de la noche y 
					refugiarse en una Iglesia. Fue un día no mucho después de 
					aquello cuando tuvo la oportunidad de venir a Ceuta, un 
					final de trayecto sobre el que no dio detalles, hacia un 
					lugar del que ella “ni había oído hablar”. Un lugar desde 
					donde pretende rescatar la dignidad que le robaron en el 
					camino.  
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